MELBOURNE, Australia (29 Enero 2017).- Roger Federer ganó su décimo
octavo título de Grand Slam y ganó algo de ventaja adicional en la lista de
todos los tiempos entre él y Rafael Nadal, a quien venció el domingo 6-4, 3-6,
6-1, 3-6, 6-3 en la final del Abierto de Australia.
Fue el quinto título australiano para Federer, de 35
años, su primero en un major desde Wimbledon en 2012 e invirtió el statu quo
frente a su enemigo, Nadal.
Federer había perdido seis de las ocho finales
anteriores de Grand Slam que había jugado contra Nadal y solo había batido
previamente al zurdo español en 11 de sus 34 partidos.
Los dos se tomaron tiempo para descansar la
temporada pasada y tuvieron partidos difíciles en Melbourne porque partían con
una mala clasificación.
Ambos jugadores estaban regresando de recesos
extendidos por lesiones —Federer en la rodilla izquierda y Nadal en la muñeca
izquierda— y se colocaron en los puestos 17 y 9 respectivamente.
Nadal sigue empatado en segundo lugar con Pete
Sampras en la lista de todos los tiempos, con el último de sus 14 majors en
Roland Garros en 2014.
Federer y Nadal ganaron un partido tras otro para
llegar a la final del Abierto de Australia, tras avances improbables desde
extremos opuestos del cuadro. Los viejos rivales pasaron casi seis años de su
último encuentro en una final del Grand Slam.
Lo que estuvo en juego fue más allá que
Federer-Nadal XXXV o incluso que el título del Abierto de Australia. Hubo una
cuestión histórica: al ganar Federer conseguió su 18vo trofeo de un Grand Slam,
ampliando su récord y dejando atrás a sus rivales. Si Nadal hubiera ganado su
15to, habría superado a Sampras y se habría hecho con el segundo puesto en
solitario de la lista histórica, un paso más cerca de los 17 de Federer.
Nadal dijo que ninguno de los dos podría haberse
imaginado que llegaría a la final del primer Gran Slam del año tras regresar de
sendas lesiones en 2016.
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