MADRID (6 Marzo 2017).- Cuando Julián Palacios y los
barceloneses Juan y Carlos Padrós idearon la creación del Madrid Foot-Ball Club
nunca pudieron pensar que esa Sociedad de Foot-Ball se transformaría en el
equipo más importante del mundo. Quedó registrada el 6 de marzo de 1902. Hoy,
el Real Madrid celebra su 115 cumpleaños como líder del fútbol universal, el
objetivo que se marcó Santiago Bernabéu de Yeste (Almansa, 1895-1978) desde que
puso la primera piedra del estadio que hoy lleva su nombre el 27 de octubre de
1944. Una política que Florentino Pérez ha perpetuado desde que llegó al cargo
en el año 2000.
Bernabeú cogió las riendas del club en 1943 y lo
colocó en la modernidad: estadio para cien mil personas, los mejores fichajes y
el reto de ser los números uno del mundo Antes del nacimiento de la Liga en
1928, el Madrid Foot-Ball ganó la Copa de España en 1905, 1906, 1907, 1908 y
1917. Comenzada la Liga, los blancos conquistaron el título en 1932 y 1933.
Bernabéu era secretario de la Junta.
El salto a la modernidad
Acabada la guerra civil, «Don Santiago» fue elegido
presidente el 15 de septiembre de 1943. Nadie mejor que él conocía una casa
maltrecha económicamente y a la que deseaba modernizar con saneamiento
financiero y su profesionalización. Había sido jugador juvenil desde 1911 y
delantero del primer equipo desde el catorce. Tenía planificada la expansión
nacional e internacional del club. Ganar títulos, no ser subcampeón. Su primera
meta era crear un estadio con una capacidad de cien mil espectadores. «Hay que
ser el mejor equipo del mundo y para eso hay que fichar a los mejores
futbolistas del mundo». Las palabras de Bernabéu suenan presentes, porque el
presidente actual tomó esa filosofía como rumbo para recuperar el liderazgo
internacional del Real Madrid.
Bernabéu puso a la entidad en el mundo moderno.
Inauguró el estadio en 1947. Y empezó a fichar buenos jugadores. Se adelantó al
Barcelona para contratar a Molowny ese año. Gento llegó en 1952. Di Stéfano
firmó en 1953. El argentino consolidó la idea de la expansión mundial del Real
Madrid.
El equipo deseaba disputar una Copa de Europa
oficial. El periódico L’Equipe la ideó. En 1955 convocó a Bernabéu en París
para crear la competición. Se convirtió en la más prestigiosa del orbe. El Real
Madrid la hizo legendaria. El club español se transformó en líder del fútbol
universal. Di Stéfano, líder en el césped, fomentó esa visión ambiciosa para
pedir los mejores fichajes. Vinieron Santamaría y Puskas. El equipo ganó cinco
Copas de Europa consecutivas. Así se forjó el mejor equipo del planeta. Todos
querían ganarle. Los blancos se erigieron en los embajadores de España.
De Di Stéfano a Cristiano, de Bernabéu a «FP»
Tras los cinco títulos se produjo la lenta
revolución a un nuevo Real Madrid. Amancio, Pirri, Velázquez, Serena, Zoco,
Sanchís, Grosso y De Felipe ganaron la sexta Copa de Europa para un equipo que
reinaba en la Liga española. Después, el despertar del fútbol de la Europa del
norte dejó al equipo como referente nacional, pero sin poderío en el
continente. La quinta del Buitre, que llenó el estadio desde 1984 a 1993,
conquistó muchos títulos y dos Copas de la UEFA, pero se quedó a las puertas de
la Champions.
Pasaron 32 años para obtener otra. El periodo
1998-2002 supuso el renacimiento del Real Madrid. Celebró tres coronas. La
última, en 2002, con Florentino Pérez ya como dirigente. Con él revivió la
filosofía de la casa. Figo, Zinedine Zidane, Ronaldo Nazario, Bale y Cristiano
definen esa obsesión por ser el número uno. El presidente actual ha festejado
también las Champions de 2014 y 2016. Y ha ganado dos Mundiales de Clubes. El
proyecto es el mismo desde 1943. De Santiago Bernabéu a Florentino Pérez, de Miguel
Muñoz a Zidane, de Di Stéfano a Cristiano. Y la creación de un nuevo coliseo.
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