ESTADOS UNIDOS : LOS INMIGRANTES LATINOS ANTE EL ENDURECIMIENTO DE LA POLÍTICA MIGRATORIA
WASHINGTON (19 Enero 2018).- Un año atrás, el 20 de
enero de 2017, un altivo Donald Trump se dirigía a una multitud congregada en
la alameda de Washington para certificar la llegada de una nueva era, “América
primero”. Una era que se ha vertebrado en buena parte alrededor de un
endurecimiento extremo de las medidas contra la inmigración.
En Wheaton, un suburbio de Washington, desconfían
del mensaje “América primero” de Trump. Es lo que nos dice Osmar Fuentes, un
salvadoreño que llegó aquí en el año 2005 siendo menor de edad y que -al ritmo
de la música que domina en la panadería “La Baguette de Paris”, sostiene entre
tamales de pollo, elote, pisque y yuca con chicharrón a 3 dólares la orden que
Trump tiene una política errática que perjudica a los inmigrantes y también a
los Estados Unidos.
“Pero en este caso tenemos gente que ha inmigrado a
este país y ha creado un imperio. Tengo amigos que tienen compañías millonarias
que a la misma vez no tienen una forma o solución a lo que es el sistema inmigratorio.
Pero por el momento lo que está haciendo Donald Trump es golpeando a la zona
inmigrante”, afirma.
Los salvadoreños como Osmar son mayoría en el área
metropolitana de Washington, si bien los mexicanos representan el 80% de los
aproximadamente 11 millones de ciudadanos indocumentados que viven en todo el
país, según el prestigioso instituto estadístico Pew Research Center. Pero los
lugares de origen son diversos. Alexandra, por ejemplo, llegó aquí hace 20 años
des de la Republica Dominicana.
“El tiene que basarse primero en que América se basó
en inmigrantes. Muchas cosas de las que él dice tiene sentido unos días, dice
una cosa y otro día otra. Ni siquiera él mismo sabe que es lo que dice. La
mayoría de los americanos blancos no hacen nada de lo que nosotros hacemos. Así
que nosotros a ellos no les estamos quitando trabajo. Ellos no limpian casas,
no hacen construcción, entonces la economía se va a ir abajo, porque ellos son
un gran aporte al país”, asevera.
Como empleada del hogar a tiempo parcial, Alexandra
ejemplifica al inmigrante con poca preparación académica a la que Trump quiere
dificultar el acceso. El presidente apuesta por un modelo de mérito que atraiga
a personas que -según él- traerán bienestar en vez de problemas. Una
aproximación que resuena entre personas como José, un hondureño que sostiene
que los Estados Unidos acogen gente que huye de unos orígenes donde no hay
esperanza.
“Sí, porque por ejemplo en mi país hay pobreza. Y no
es culpa de él. Es culpa de los políticos que hay allá. Hay pobreza, y
desempleo”, asegura.
La falta de oportunidades, la corrupción política y
la violencia son los principales argumentos para emigrar hacia el sueño
americano. Y es que el salario medio de un hogar hispano alcanzo los 45 mil
dólares anuales el último año, 10 mil dólares menos que la media nacional pero
suficiente como para superar situaciones como las que describía Alexandra.
“La mayoría vienen a trabajar duro, a echar para
adelante, compran casas, compran su carrito, quieren vivir bien, quieren tener
una vida que no podemos tener en los países de nosotros, por la corrupción de
los gobiernos de allá”, lamenta.
El reto para que los latinos dejen atrás el estigma
de incultos y peligrosos que los persigue y adquieran el estatus de mérito que
defiende Trump pasa por la educación. Así nos lo asegura Antonio Hernández
Cardoso, co-presidente de la coalición para el desarrollo de la comunidad
latina en el condado de Montgomery, otro suburbio de Washington.
“Inmigración, salud, recreación, pero al final de
cuentas, después de estar platicando, nos dimos cuenta que educación es la
base. Si la gente está informada, esta educada, los demás problemas de alguna
forma se van resolviendo con la ayuda de todos”, recalca.
Antes de seguir camino dentro el centro comercial de
Wheaton Osmar, el salvadoreño, recuerda la angustia de unos 200 mil
compatriotas apartados del programa de protección temporal que los ha permitido
vivir aquí por más de una década. Ahora tienen 18 meses para resolver los
papeles. Sino la alternativa será traumática.
“El problema que se está viviendo últimamente es que
hay muchas familias que se van a separar. Hay padres que tienen hijos nacidos
en este país y están enviándole a ellos a su país y también están cerrándoles
las puertas. En este caso estarían cerrándoles las puertas a los empleados”,
sostiene.
Puertas que se cierran en la “América primero” de
Trump. Primer año de presidencia. Quedan tres más por recorrer.
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