LONDRES (3 Agosto
2018).- Colores discretos, vestidos largos y escotes castos. Meghan Markle ha
rebajado el tono de su indumentaria desde que se casó con el príncipe Enrique
de Inglaterra, pero de vez en cuando aflora su estilo pasado.
Era una
pregunta que muchos se hicieron antes de la boda: ¿encajará en el molde de la
familia real esta actriz californiana con estilo, vista a menudo con faldas
cortas y sandalias?
¿Imitará la
recién nombrada duquesa de Sussex el estilo conservador típicamente inglés
asociado a Catalina, la duquesa de Cambridge, esposa de su cuñado el príncipe
Guillermo?
¿Debe
Meghan, que cumple 37 años este sábado, volverse recatada?
"Antes
de la boda, Meghan cultivaba un estilo informal californiano que era un guiño a
su crianza", dijo a la AFP Elizabeth Vollman, que administra la página web
Meghan's Fashion.
"Desde
que se convirtió en una duquesa, su estilo ha tenido que evolucionar para
adaptarse a su nuevo papel monárquico y ha abandonado el aspecto 'chic' natural
por un estilo a medida y recatado, optando por los diseñadores franceses y los
tonos neutros", dijo.
Meghan, que
protagonizaba la serie televisiva estadounidense sobre abogados
"Suits", le dijo al sitio web Outnet.com el año pasado que como más
cómoda se sentía era vistiendo "jeans, bermudas y chancletas".
En una de
sus primeras apariciones públicas junto al príncipe Enrique, en Toronto, en
septiembre del año pasado, llevaba un par de vaqueros rasgados y una camisa
holgada.
Aquello
ocurrió hace menos de un año, pero es una eternidad en lo que respecta a la
evolución de su moda personal.
"El último
momento" de alegría
Al casarse
con el nieto de Isabel II, Meghan pasó a integrar la familia real, una
institución cuyas tradiciones dominan la vida de sus miembros, incluso en
términos de ropa.
"El
papel que ha asumido es muy austero, es muy serio", dijo a la BBC la
diseñadora de moda Stella McCartney, quien hizo el vestido que Megan llevaba en
la recepción vespertina del día de su boda.
De la boda,
McCartney dijo: "creo que fue el último momento en que pudo reflejar su
otra cara, la alegría y el ser humano dentro de ella".
Pertenecer a
la Casa de los Windsor significa representar a la monarquía en eventos públicos
muy seguidos por los medios, lo que no permite ninguna extravagancia.
Su primer
compromiso público el 22 de mayo, tres días después de su espléndido
matrimonio, fue un ejemplo perfecto de las reglas de la familia.
En una
fiesta de jardín en el palacio de Buckingham, Markle llevaba un largo vestido
rosa pálido de Goat, un diseñador británico.
Sin embargo,
algunos han observado que hay algunos destellos de originalidad que demuestran
que no ha renunciado completamente a su independencia.
"Ocasionalmente
pone a prueba los límites", dijo Vollman, poniendo como ejemplo el vestido
sin mangas y con los hombros descubiertos de la diseñadora de origen venezolano
Carolina Herrera que usó en el gran desfile militar que se celebra en junio.
También
recurre con frecuencia a diseñadores franceses como Dior o Givenchy, un signo
de que no piensa limitarse a diseñadores británicos.
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