EL SENADO CELEBRARÁ ESTE VIERNES LA PRIMERA VOTACIÓN PARA DESIGNAR A KAVANAUGH JUEZ DEL SUPREMO
WASHINGTON
(4 Octubre 2018).- La suerte de Brett Kavanaugh como nominado para el Tribunal
Supremo empezará a decidirse el próximo viernes. El líder republicano del
Senado, Mitch McConnell, anunció a última hora de este miércoles que el viernes
la Cámara Alta celebrará un voto de procedimiento. Se espera la votación final
sobre el nominado de Donald Trump, que tendría un cargo vitalicio en una
institución vital en el rumbo social del país, sea el fin de semana,
probablemente el domingo. Los republicanos solo pueden permitirse perder el
apoyo de uno de sus 51 senadores si se da por hecho que los 49 votos demócratas
serán en contra del juez. La votación del viernes podría indicar con claridad
cuántos apoyos tienen.
La Casa
Blanca anunció este jueves por la mañana haber recibido el informe del FBI
sobre Kavanaugh, que ha sido entregado al Senado. El equipo de Trump se muestra
"plenamente confiado" en que el juez será aprobado para el cargo,
según dijo el portavoz Raj Shah en un comunicado.
La cúpula
republicana del Senado accedió el pasado viernes a posponer una semana el
proceso de votación después de que tres senadores clave pidieran una breve
investigación del FBI a Kavanaugh sobre las acusaciones de acoso sexual contra
él. Al convocar la primera votación el viernes, McConnell aseguró que antes de
entonces los senadores ya habrán recibido las conclusiones de la investigación
del FBI. Está previsto que los legisladores puedan consultar las pesquisas el
jueves en instalaciones de máxima seguridad. “Habrá tiempo para que los
miembros puedan revisar y reciban explicaciones sobre este material
suplementario antes del voto del viernes”, explicó McConnell.
El proceso,
sin embargo, continúa envuelto en la polémica y desatando una feroz pelea
política a poco más de un mes de las elecciones legislativas, que determinarán
si los republicanos mantienen el control del Congreso. De fondo, en plena era
del Me Too, EE UU vive un intenso debate sobre abusos sexuales, política y
justicia. Los demócratas se quejan de las prisas de Trump y los republicanos en
esta nueva investigación del FBI. Por ejemplo, según la publicación Politico,
la agencia policial no ha interrogado ni a Kavanaugh ni a la primera mujer que
le acusó de abusos, Christine Blasey Ford, lo que, sin duda, alimentará las
críticas de que las nuevas pesquisas no han sido suficientemente completas.
En paralelo,
ocho de los diez miembros demócratas del comité judicial del Senado han mandado
una carta al presidente del panel, el republicano Chuck Grassley, en la que
sugieren que el FBI halló en el pasado irregularidades en el expediente de
Kavanaugh, que trabajó en la Casa Blanca de George W. Bush. Los demócratas
sostienen que “no es correcto” el siguiente mensaje publicado el martes en
Twitter por personal republicano del comité: “En ninguno de los seis informes
del FBI, que el comité ha revisado de forma bipartita, había un indicio de
cualquier tipo relacionado con una conducta sexual inapropiada o de abuso de
alcohol”.
Ford acusa a
Kavanaugh de tratar de violarla en una fiesta en 1982 cuando los dos eran
menores de edad. Ambos testificaron el pasado jueves en el Senado y aseguraron
decir la verdad al “100%”: ella aseguró que Kavanaugh abusó de ella y él que es
categóricamente falso. Otras tres mujeres han acusado al juez de apelaciones de
abusos sexuales en el pasado, algo que él también desmiente. Todos los
presuntos abusos tuvieron lugar cuando Kavanaugh estaba ebrio. Varios conocidos
del juez y pruebas documentales de la época han sugerido que tenía un problema
con el alcohol, un extremo que él también niega.
El futuro de
Kavanaugh recaerá presumiblemente en el voto de tres senadores republicanos
clave: los moderados Jeff Flake, Susan Collins y Lisa Murkowski. Los tres
pidieron la semana pasada posponer la votación hasta contar con más detalles
del FBI y los tres criticaron a Trump, que ha apoyado claramente a su candidato
para el Supremo, por burlarse el martes de la comparecencia de Ford en el
Senado, lo que puede acabar perjudicando seriamente al presidente y su
nominado.
Por JOAN FAUS/El País
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