CIENTÍFICOS ADVIERTEN QUE LA DESAPARICIÓN DEL PERMAFROST DESPERTARÁ AL "GIGANTE DORMIDO"
ONTARIO, Canadá
(3 Mayo 2019).- El aumento de la temperatura en el Ártico ha puesto en peligro
el permafrost -la superficie permanentemente congelada del hemisferio norte-,
lo que podría tener una doble consecuencia negativa para el medioambiente, ya
que acelerará la liberación de gases que, a su vez, aumentarán el ritmo del
calentamiento global.
De acuerdo
con un estudio liderado por Merritt Turetsky, de la Universidad de Guelph
(Ontario, Canadá), y publicado por la revista Nature, a medida que la
temperatura aumenta, los microorganismos descomponen la materia orgánica del
suelo y liberan así gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, el
metano y el óxido nitroso.
Las
preocupaciones que esto genera se agudizan constantemente en la comunidad
científica: al día de hoy, las marcas térmicas de la región ártica se
incrementan al doble del promedio mundial, lo que actúa sobre el permafrost,
cuyo rápido colapso, que puede producirse en días o semanas, también altera
paisajes que tardaron millones de años en formarse.
Esta
situación, advirtió Miriam Jones, coautora del informe, provoca que los
ecosistemas forestales dejen lugar a lagos de deshielo o a humedales, alterando
el hábitat de la vida silvestre.
El peligro del metano
En contraste
con el derretimiento gradual, el carácter abrupto de este proceso actúa en
tiempo acelerado sobre las reservas de carbono más profundas, lo que deriva en
la liberación de metano, un gas que tiene un efecto invernadero mucho más
fuerte que el dióxido de carbono.
"Estamos
viendo a este gigante dormido despertarse justo frente a nuestros ojos. Está
ocurriendo más rápido de lo que nadie predijo", aseguró Turetsky. Y agregó
que ha podido comprobarse que, aunque la "abrupta descongelación afecta a
menos del 20 % de la región del permafrost", las "emisiones de
carbono de esta región relativamente pequeña tienen el potencial de duplicar la
retroalimentación climática asociada".
Frente a
esta situación, el equipo de científicos recomendó reforzar los controles sobre
este sector del Ártico y los efectos de su deshielo, con la consecuente
reformulación de las políticas de gestión ambiental.
"Si
logramos limitar las emisiones humanas, aún podremos frenar las consecuencias
más peligrosas del calentamiento del clima. Nuestra ventana de acción es cada
vez más estrecha, pero aún la tenemos y podemos hacer cambios para salvar el
Ártico como lo conocemos y, junto con él, el clima de la Tierra", aseveró
Turetsky.
Fuente: RT
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