ESTADOS UNIDOS PIDE AL CARIBE QUE ROMPA EL “SILENCIO” ANTE CRISIS EN VENEZUELA
WASHINGTON
(16 Mayo 2019).- El Gobierno de EE.UU. instó este jueves a 14 naciones del
Caribe a romper el “silencio” ante la crisis en Venezuela y anunció que pronto
enviará a la región el buque de asistencia humanitaria USNS Comfort para ayudar
a esos países a atender a los migrantes venezolanos.
La
secretaria adjunta de Estado de EE.UU. para Latinoamérica, Kimberly Breier,
hizo esas declaraciones en la sesión inaugural del octavo diálogo con el Caribe
en seguridad, que se celebra hoy en el Departamento de Estado.
“Queremos
ayudaros a responder al incremento de la llegada de inmigrantes y al impacto
que tiene en vuestra comunidades. Queremos ofreceros asistencia. No podemos
permanecer en silencio ante la crisis humanitaria en Venezuela”, manifestó
Breier.
La
funcionaria estadounidense instó a algunos de los países caribeños a unirse a
la “masa crítica en Latinoamérica que ha elegido apoyar al pueblo venezolano y
al líder que han elegido a través de su Constitución”, en referencia al
dirigente opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de
Venezuela por 54 naciones.
A la cita
acudieron el canciller de Granada y encargado de seguridad en la Comunidad del
Caribe (Caricom), Winston Garraway; el canciller dominicano, Miguel Vargas; los
titulares de Justicia de Dominica, Suriname, Barbados; así como los jefes del
Ministerio de Seguridad en Belice y Trinidad y Tobago.
También
asistieron los embajadores o representantes permanentes de Antigua y Barbuda,
Guyana, San Vicente y las Granadinas, Haití, San Cristóbal y Nieves, Jamaica y
Bahamas.
Todos los
representantes de las naciones caribeñas intervinieron en la sesión inaugural,
pero el único que aludió a Venezuela fue el ministro de Seguridad Nacional de
Trinidad y Tobago, Stuart Young.
Young
defendió la posición de “no injerencia” que han adoptado los países del Caribe,
que en la mayoría de los casos no se han posicionado sobre la lucha de poder en
Venezuela o siguen respaldando al presidente venezolano, Nicolás Maduro, aunque
República Dominicana, Haití y Bahamas respaldan a Guaidó.
“Imaginen
-afirmó Young- los efectos del derramamiento que puede haber en Venezuela y que
estamos viendo. Es por eso que Caricom, como región, hemos adoptado una
posición de no injerencia. Hemos pedido una resolución pacífica para Venezuela
por el efecto que puede tener en nuestro hemisferio”.
Young pidió
a Washington una relación de “respeto mutuo” y no injerencia en la soberanía de
los países del Caribe, muchos de ellos pequeñas islas en el océano Atlántico.
En sus
intervenciones, casi todos los países caribeños lamentaron que la región se
haya convertido en un “corredor” para el tráfico de drogas desde Sudamérica
hasta EE.UU.; y solicitaron a Washington que haga un esfuerzo para evitar que
las armas que se fabrican en sus territorios acaben en el Caribe.
La reunión
de hoy se produce después de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, se
reuniera a finales de marzo en Florida con los gobernantes de cinco naciones
caribeñas (Bahamas, Jamaica, Santa Lucía, Haití y República Dominicana).
Washington
está haciendo un esfuerzo para acercarse al Caribe, donde Venezuela todavía
mantiene gran influencia sobre un grupo de naciones, a las que ha subvencionado
el suministro de petróleo durante años.
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