PRESIDENTE CUBANO FINALIZA VISITA SORPRESA A GRANMA PONIENDO EL CORAZÓN A LOS TEMAS QUE PREOCUPAN AL PUEBLO
BAYAMO,
Granma (10 Mayo 2019).– Pelear todas las guerras posibles contra la burocracia,
la lentitud en las decisiones administrativas a cualquier nivel y las manifestaciones
de insensibilidad ante problemas que generan malestar innecesario en la
población, tiene que ir aparejado a los esfuerzos del país por robustecer la
economía desde la explotación máxima y eficiente de las potencialidades
locales.
Este
principio, reiterado por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, tipificó la reunión de conclusión de la visita del
Consejo de Ministros a la provincia oriental de Granma; colofón de un sistema
de trabajo que legitima la vinculación directa del Gobierno central con la
cotidianidad de la vida económica y social de los territorios cubanos.
Antes de
pasar revista a los resultados del intercambio que desde el miércoles
sostuvieron con directivos y trabajadores de entidades de la mayoría de los
sectores de la sociedad, así como en encuentros con la población, se precisó
que de las 33 acciones acordadas en la primera visita de este tipo realizada en
junio de 2018, 17 habían sido cumplidas y 16 estaban en alguna etapa de
respuesta; varias con lentitud respecto a los cronogramas definidos, como la
edificación de obras sociales en Yara, el programa de restauración de viviendas
patrimoniales en Manzanillo y la corrección constructiva en la ejecución del
acueducto de esta ciudad costera.
Ante la
explicación del presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos,
Antonio Rodríguez, y la vicepresidenta de los Consejos de Estado y de
Ministros, Inés María Chapman, sobre las acciones de revitalización de los
sistemas de rebombeo, cambios de tuberías y de aditamentos conectores,
supresión de salideros y otras acciones en Manzanillo, el mandatario valoró la
pertinencia de sacar las lecciones del tremendo costo que resulta, para la
nación, las inversiones mal ejecutadas o faltas de control.
Convocó a
impregnar agilidad en las soluciones que se anuncian con prontitud o ya tengan
recursos de respaldo nacional (como la terminación de los sectores 9 y 10 o el
equipamiento de una brigada especializada en salideros); en tanto los problemas
que esperan plazos mayores deberán ser paliados con propuestas asequibles.
Entre estos
casos, ejemplificó la existencia de 101 edificios multifamiliares que no
disponen de cisternas y demandan alta presión en el bombeo; un problema que
pudiera atenuarse con la colocación de baterías de tanques de concreto
fabricados en la producción local de materiales de construcción.
En relación
con el asunto, Díaz-Canel trajo al debate el caso de una solicitud de
explotación de cantera realizada desde Manzanillo al nivel central un año
atrás, aún sin respuesta; sobre la cual pidió cuentas y criticó la
irracionalidad y las demoras innecesarias.
«No podemos
avanzar si somos lentos en las decisiones. Lo que deba estar centralizado, que
se centralice, pero que sea rápido», dijo. «Si la respuesta es no, decirlo
enseguida, y si es sí, más rápido todavía. Estas son las burocracias y las
trabas por gusto».
En la misma
visión crítica de los problemas cotidianos que complicamos por ser lentos e
insensibles, el Presidente pidió explicación y depuración exhaustiva de
responsabilidades, tras conocer un ejemplo de desabastecimiento de aceite
comestible en las tiendas Caribe de Bayamo, cuando había en almacén un
contenedor con 1 500 cajas del surtido. De igual modo lo hizo ante el bache en
la venta de arroz liberado.
«Estas son
las cosas que no pueden pasar, mucho menos en los momentos actuales en que el
país hace un esfuerzo, dedicándole financiamiento casi que a alimentos nada
más. Es muy irresponsable que lleguen y no se vendan rápido a la población.
«Sigo
insistiendo en que los tiempos no están para ser lentos. Es preciso trabajar
diferente, con estilos de trabajo proactivos. Aquí no hay espacio para la calma
ni el acomodamiento. A todos los dirigentes de todas las instituciones hay que
exigirles que tienen que ser ágiles».
Animado por
las experiencias de Granma en la búsqueda de soluciones económicas locales
tanto en la producción de alimentos humanos y animales, en el fomento de nuevos
rubros exportables, en la informatización y la prestación de servicios, y otros
ámbitos, el Jefe de Estado insistió en consolidar cada vez más el
fortalecimiento de la empresa estatal con nuevos encadenamientos y no perder la
ruta del acompañamiento de la ciencia generada territorialmente.
Entre las
indicaciones puntuales vinculadas a la provincia, con extensión al país, el
mandatario subrayó expandir las experiencias de la genética ganadera en la
transferencia embrionaria; revisar los resultados efectivos del rendimiento de
las tierras entregadas en usufructo; rehabilitar la fabricación de máquinas de
riego en la Empresa Mecánica Bayamo; estudiar el aprovechamiento de los
residuales del mármol; rescatar las granjas de las acuicultura; recuperar los
atrasos en las inversiones de la agricultura, principalmente del arroz;
potenciar el rol de Acopio en el balance de alimentos en Granma, y resolver
específicamente las deficiencias que en la atención primaria de salud generan
congestión de los servicios en los cuerpos de guardia de los dos hospitales
provinciales, así como transformar el deteriorado local de atención a
familiares de pacientes graves en el hospital Carlos Manuel de Céspedes, de
Bayamo.
Con el dial
puesto en las urgencias de Cuba
La granmense
Bárbara Montero tuvo un hermoso amanecer este jueves de mayo, cuando hasta su
casa nueva, la número 405 de la calle Masó, llegó el Presidente Miguel
Díaz-Canel Bermúdez para ver la sensibilidad que enaltece a un programa como el
de la entrega de subsidios a las personas más necesitadas.
A los 70
años, Baby –que vive sola– dio la bienvenida al Jefe de Estado en su humilde
vivienda, hoy confortable, limpia y hermosa en sus pequeños detalles, levantada
sobre lo que antes fue una casa de madera con un equilibrio prácticamente
agotado.
En conversación
con Díaz-Canel, ella le contó acerca de los trámites, los materiales de la
construcción que su hijo le ayudaba a comprar en el punto de venta y de la
brigada de constructores que amablemente, dijo, le levantó su vivienda de la
nada en un año. En los documentos se le llama a esto una célula básica
habitacional de 25 metros cuadrados; en la voz de Baby es su casa, que la hace
inmensamente feliz.
Allí el
mandatario volvió a hablar de ponerle el corazón a este tema, de otorgarle
prioridad porque impacta de manera inmediata en quienes más urgencias tienen,
casi siempre personas humildes y de gran compromiso con la Revolución; de
quitar trabas a un programa que «no ha salido bien en todos los lugares del
país».
Con ese
sentido de ir desanudando problemas que hacen la vida diaria más complicada,
Díaz-Canel fue luego hasta la Unidad de Servicios de Notaría y Registros de la
Propiedad de Bayamo, donde se desarrolla una aportadora experiencia con la
informatización de trámites que, como saldo de más impacto entre la población,
ha logrado reducir los tiempos de espera de 20 días a solo tres.
El
mandatario pudo conocer además sobre los flujos de trabajo, el horario
extendido hasta las siete de la noche para recibir a más personas y las
condiciones de comodidad creadas para la espera de los usuarios. Este es un
ejemplo, dijo, de a lo que me refiero cuando hablo de cultura del detalle, de
un lugar que inspire confianza a quienes lo visitan.
La jornada
del jueves incluyó una reunión sobre la situación de la vivienda y la
producción de materiales de la construcción en la provincia, donde el
Presidente encabezó un descarnado debate que volvió a poner sobre la mesa el
tema de los subsidios, en un territorio que tiene aún pendientes 218 casos
desde el año 2012.
Este es un
asunto mal atendido, subrayó Díaz-Canel. A estas personas no las podemos dejar
solas, si no los atendemos nosotros, si no hay sensibilidad hacia ellos, otras
gentes inescrupulosas se aprovechan. Se impone aquí un concepto de justicia
social, para cambiar de un golpe la vida de quienes más lo necesiten, destacó.
El
Presidente indicó que los cuadros y directivos del territorio tienen que
incluir en sus planes de trabajo la visita permanente a los subsidiados, como
vía para agilizar soluciones y chequear que los recursos que el Estado destina
al programa se usen para lo que está establecido.
Igualmente
abogó por seguir sumando a este movimiento constructivo a los trabajadores por
cuenta propia, como otra manera de atender desde el Estado al sector y crear
encadenamientos productivos con ellos.
Díaz-Canel
puso mirada crítica también sobre el tema de los pisos de tierra en la
provincia, asunto que urgió a resolver en el menor tiempo posible, «porque la
Revolución no se hizo para eso». Nos tiene que doler, dijo, que existan
familias viviendo en esas condiciones.
Por DILBERT REYES DOMÍNGUEZ/Granma
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