LONDRES (30 Julio
2019).- Luego de nueve horas y seis minutos de béisbol sobre grama artificial
en el London Stadium este fin de semana, los Yankees les ofrecieron algunos
consejos a los próximos habitantes de su improvisado clubhouse, que esperará
hasta la llegada de Cardenales y Cachorros el año que viene para otra edición
de la Serie de Londres.
Presten
atención a las señales en las calles, hidrátense bien y luego prepárense para
toneladas y toneladas de ofensiva. Completada la victoria del domingo de los
Yankees por 12-8 para barrer la serie de dos juegos los grandes rivales de las
Grandes Ligas se combinaron para anotar 50 carreras y dar 65 hits.
Bajo el
favorable ambiente para los bateadores, Nueva York abrió una brecha de siete
juegos sobre los Rays en la cima de la División Este de la Liga Americana. Los
Medias Rojas, campeones defensores de la Serie Mundial, ahora están a 11 juegos
de los Yankees.
“Son un buen
equipo. Pienso que nosotros somos mejores, pero ellos son un buen equipo”, dijo
DJ LeMahieu sobre los Medias Rojas. “Y todavía nos queda media temporada. Sólo
tenemos que seguir jugando así y vamos a estar bien”.
Aunque el
reflejo del sol, las sillas blancas y el rápido terreno siguiendo siendo
tópicos de discusión, los Yankees en general se llevaron una impresión muy
positiva después de jugar los dos primeros juegos de temporada regular de
Grandes Ligas en territorio europeo.
“Pero
incluso aunque ganamos los dos juegos, fue duro”, dijo el manager de los
Yankees, Aaron Boone. “Estoy exhausto porque ellos (Boston) no paran de atacar.
Nos ha ido bien contra ellos hasta ahora. Pero pienso que queda demasiada
pelota por jugar, así que cada vez que puedes ampliar la diferencia sobre un
equipo como ese, pues te emocionas un poco”.
El domingo,
frente a 59,059 fanáticos, los Yankees ganaron por 13ra vez en sus últimos 14
juegos y ahora tienen 26 juegos por encima de .500, su mejor marca de la
campaña.
“Sería muy divertido si jugáramos 81 juegos al
año aquí”, dijo el cañonero Aaron Judge. “Disfrutamos mucho aquí. Vinimos e
hicimos lo que queríamos hacer, ganar un par de juegos y montar un buen show
para la gente”.
Para todo lo
que habló sobre las dimensiones muy favorables para los bateadores del London
Stadium, el domingo Nueva York anotó sus primeras 11 careras sin necesidad de
mandar una bola hasta las gradas.
La sequía
terminó en el octavo inning, cuando Didi Gregorius la botó y así los Yankees
extendieron su récord de Grandes Ligas de juegos corrido dando al menos un
vuelacercas a 31. Adicionalmente, los Yankees no han sido blanqueados en 164
compromisos, la cadena más larga desde los Rojos de 2000-2001.
“No me di
cuenta hasta que Didi bateó el suyo y pusieron en la pizarra que habíamos
extendido el récord”, mencionó Judge. “No estábamos preocupados por eso.
Estamos preocupados por anotar carreras e irnos de aquí con dos victorias”.
LARGO, PERO
PLACENTERO REGRESO A CASA
A los
Yankees se les instruyó que trataran de no dormir durante el vuelo de regreso a
Nueva York, lo que seguramente les permitirá reflexionar sobre la clase de
semana que vivieron. Incluso después de la visita del Príncipe Harry y Meghan
Markle y la fiesta que organizó MLB en la Torre de Londres, varios de los
jugadores dijeron que lo que más van a recordar es la pasión de los fanáticos y
los dos triunfos.
“Sabemos que
fueron juegos largos. Fue como una pelea cada inning”, describió la serie el
venezolano Gleyber Torres. “Pero pienso que esta serie en Londres fue
increíble. Creo que montamos un buen espectáculo y además ganamos. Eso lo hace
mucho mejor”.
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