LAS TENSIONES INTERNACIONALES REDUCEN EL CRECIMIENTO GLOBAL, SEGÚN EL FONDO MONETARIO
SANTIAGO,
Chile (23 Julio 2019).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) redujo en una
décima sus previsiones de crecimiento global para el 2019, hasta el 3,2 %,
debido a las tensiones internacionales y, más concretamente, a la guerra
comercial que mantienen las dos grandes economías mundiales, China y Estados
Unidos.
En su nuevo
informe de Perspectivas Económicas Globales presentado este marte en Santiago,
que modifica los pronósticos que realizó en el mes de abril, el organismo
multilateral también reduce en una décima su previsión de crecimiento para el
2020, que quedaría en el 3,5 %.
Un aumento
para 2020 que, sin embargo, es calificado en el escrito como “precario” y que
se basa en la confianza de los mercados financieros, así como en la
estabilización de economías emergentes como Argentina y Turquía y la posible
disminución del riesgo de colapso de otros como Irán y Venezuela.
Aun así, la
situación general seguirá marcada por el conflicto comercial entre China y
EEUU, y por las tensiones entre el gigante norteamericano e Irán, que afectan
directamente al mercado del petróleo.
A esto
habría que sumar, según el FMI, la amenaza de sanciones por parte de los
estadounidenses a la cadena de producción tecnológica mundial y la
incertidumbre generada por el “brexit”, que pone en riesgo tanto el mercado
británico como el de la Unión Europea (UE).
En este
escenario, los países desarrollados serían los más favorecidos, sobre todo EEUU
y Japón, que junto con la UE muestran “sorpresas positivas de crecimiento” y
verían aumentar su proyección económica en términos generales de un 1,8 % a un 1,9
% para 2019, mientras que mantendrían la de 1,7 % para 2020.
Por su
parte, las economías y países emergentes registrarían una “actividad menor de
la esperada”, que se traduciría en la reducción de sus proyecciones del 4,4 %
al 4,1 % en 2019 y del 4,8 % al 4,7 % en 2020.
La mayor
reducción se daría en América Latina y el Caribe, con una drástica rebaja de
0,8 puntos respecto del último estudio, con lo que su pronóstico para 2019
pasaría del 1,4 % fijado el pasado abril al 0,6 % del nuevo informe, unos resultados
que el FMI calificó de “decepcionantes”.
Detrás de
estas tendencias globales el organismo destacó la existencia de factores más
transversales y de mayor calado como son el debilitamiento de la demanda final,
especialmente en la inversión fija, así como el aumento del peso del sector
servicios sobre las manufacturas, un proceso que comenzó en 2018 y aún
continúa.
Esto se
traduce, continúa el informe, en la decisión tanto de las empresas como de los
particulares de evitar inversiones a largo plazo, especialmente por la elevada
incertidumbre económica, que ha debilitado las cifras del comercio
internacional, sobre todo en los países emergentes de Asia.
Para
resolver esta encrucijada y ante el temor de que las predicciones para el 2020
se trunquen, el FMI alentó a los estados a “calibrar de manera apropiada sus
políticas macroeconómicas” para “estabilizar y reforzar los pilares de la
recuperación”.
Para ello,
destacaron la importancia de dos puntos: “reducir las tensiones en el comercio
y la tecnología” y “resolver las incertidumbres generadas por los cambios en
los grandes acuerdos comerciales internacionales”, incluyendo aquellos entre el
Reino Unido y Europa, así como entre Canadá, México y Estados Unidos.
Otras áreas
de suma importancia, recalca el FMI, son el fortalecimiento de la cooperación
internacional, adaptar y mitigar el mercado mundial para que sea respetuoso con
el medioambiente, evitar la corrupción y la evasión de impuestos y evitar un
retroceso en la regulación financiera.
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