BRASIL DESPLIEGA A SUS MILITARES PARA LA LUCHA CONTRA EL FUEGO EN EL AMAZONIA
PORTO VELHO, Brasil (24 Agosto 2019).- Brasil comenzó este sábado a desplegar los 44.000 militares de los
que dispone en la vasta región Amazónica para combatir los incendios forestales
de esta área que han puesto en jaque al Gobierno de Jair Bolsonaro, criticado
internacionalmente por no haber reaccionado a tiempo.
El
Ministerio de Defensa informó que aumentó a seis el número de estados
amazónicos que ya han formalizado el pedido de envío de equipos de las Fuerzas
Armadas, que deberán actuar al lado de las autoridades locales para contener
las llamas que devoran parte del bosque tropical.
Un día
después de que el mandatario brasileño firmara un decreto que autoriza el envío
de tropas a la Amazonía, la cartera de Defensa explicó que serán utilizados, en
un primer momento, los 44.000 militares que están distribuidos por el vasto
territorio amazónico, que equivale a dos veces la superficie de Argentina.
De momento,
el Ejecutivo no ve necesario desplazar regimientos de otras zonas del país.
Así, los
equipos militares trabajarán desde este sábado y, en principio, hasta el
próximo 24 de septiembre, en los estados de Rondonia, Roraima, Tocantins, Pará,
Acre y Mato Grosso.
Los otros
tres estados que conforman la Amazonía brasileña todavía no han solicitado
refuerzos de las tropas federales.
Solo en
Rondonia, fronterizo con Bolivia, en la que también parte de la selva está
ardiendo, unos 400 militares deberán actuar en el combate tanto al fuego como
en la fiscalización a los delitos ambientales cometidos en la región.
Asimismo,
dos aeronaves, con capacidad para almacenar 12.000 litros de agua cada una, ya
están siendo utilizadas en los alrededores de la capital regional de Porto
Velho, de unos 600.000 habitantes y una de las ciudades más afectadas por el
intenso humo provocado por los incendios, según constató Efe.
También
fueron desplazados a esta localidad un helicóptero, cuatro aeronaves y 30
bomberos voluntarios de la Fuerza Nacional de Seguridad.
Según
informó el Cuerpo de Bomberos de Rondonia, un 75 % de los focos de fuego están
concentrados en seis municipios del estado, todos ubicados en el extremo norte.
Pese al
inicio de las operaciones, el Ministerio de Defensa sigue a la espera de que se
autorice el gasto de 28 millones de reales (unos 7 millones de dólares)
destinados a situaciones de emergencia, bloqueados por el Gobierno federal.
Una gran
nube de humo cubrió y ennegreció Porto Velho y diversas otras ciudades de los
estados amazónicos.
Asimismo,
las autoridades alertaron de que los efectos de los gases tóxicos liberados por
el humo ya empiezan a afectar la salud de la población.
“Yo
particularmente no tengo problemas respiratorios y estoy sufriendo mucho. Lo
que tengo entendido y, por lo que recuerdo, este es el peor incendio en años”,
afirmó a Efe Aderaldo, quien vive en Porto Velho desde hace 36 años.
La tardía
reacción del Gobierno brasileño en combatir las intensas llamas que consumen
parte de Amazonía, el mayor bosque tropical del mundo y que atesora un 20 % del
agua dulce del mundo, ha desatado una ola de críticas por parte de la sociedad
civil y la comunidad internacional.
La tensión
entre Bolsonaro y varios Gobiernos que han manifestado su preocupación con la
situación de la Amazonía, como Francia o Irlanda, alcanzó dimensiones
gigantescas que llegaron a poner en duda el cierre de acuerdos comerciales,
como el tratado entre la UE y el Mercosur, conformado por Brasil, Argentina,
Paraguay y Uruguay.
Junto a la
guerra comercial entre China y Estados Unidos, la situación de la Amazonía es
uno de los focos de tensión de la Cumbre del G7 que se reúne este fin de semana
en Biarritz (sur de Francia), cuando se dan cita los países más
industrializados del mundo.
Ante la
presión internacional, Bolsonaro ha moderado su discurso y se mostró dispuesto
a conversar con otros países sobre el papel brasileño en la Amazonía.
Pero en
rápidas declaraciones a los periodistas este mismo sábado, Bolsonaro afirmó que
“el bosque tropical no está en llamas como se está diciendo” y señaló que el
fuego solo ha alcanzado las áreas “donde hay deforestación”.
Igualmente
insistió en que el promedio de incendios “está por debajo” de lo registrado en
los últimos años y que “la cuestión” camina “hacia la normalidad”.
No obstante,
datos del Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (Inpe) apuntaron que la
región amazónica ha registrado más de la mitad de los 71.497 incendios
forestales detectados en Brasil entre enero y agosto de este año y que las
llamas han avanzado sobre algunas áreas de tierras indígenas y unidades de
conservación ambiental.
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