LA VIGILANCIA CON LA QUE VIVE ANA JULIA QUEZADA, LA ASESINA DEL NIÑO GABRIEL, PARA EVITAR EL SUICIDIO O ASESINATO


MADRID (4 Septiembre 2019).- Las 24 horas del día Ana Julia Quezada, la asesina confesa del niño Gabriel Cruz, es vigilada por una “presa sombra” quien se mantiene en su celda para evitar el suicidio o el asesinato de la dominicana.

Un reportaje publicado por el periódico “El Español”, indica que la rutina nocturna es constante. Una funcionaria de la cárcel de Almería supervisa en las madrugadas que Quezada continúe con vida.

Las presas sombras se turnan para cuidar de la reclusa, pero este trabajo no es gratuito. Al contrario, cobran unos 30 euros para velar por el bienestar de la mujer acusada de asesinar al niño Gabriel de ocho años en Almería, España, el 27 de febrero de 2018.

La próxima semana, el 9 de septiembre, inicia la audiencia de la dominicana de 45 años, por lo que con más razón las autoridades carcelarias han vigilado de cerca que no se autolesione o sea violentada, como ocurrió hace ocho meses cuando se hizo cortaduras en los brazos.

Pero la labor de quedarse con ella no fue fácil al principio, las presas se reusaban a cuidarla por dos razones: miedo y por las amenazas que recibía.

El artículo del medio español indica que las presas sombras son en la mayor parte de los casos reclusas con un buen comportamiento y que están finalizando su condena.

Estas mujeres son entrenadas con un curso rápido para conocer qué hacer si ocurre cualquier eventualidad dentro de la celda.

Ana Julia se encuentra en una celda de 11 metros cuadrados, y no tiene contacto con las demás reclusas, solo con la presa sombra.

También tiene prohibido participar de los cursos y talleres impartidos dentro del penal, porque no puede estar en las mismas áreas que las demás prisioneras.

Solo tiene permiso de salir al patio de dos a cinco de la tarde, horas en las que las reclusas están dentro de sus celdas. Mientras que el desayuno, almuerzo y cena les son llevados por un funcionario de la cárcel.

No recibe visitas, y prefiere quedarse en su habitación.

Ana Julia Quezada, quien confesó haber asesinado al infante y posteriormente lo enterró, declarará en audiencia en el Palacio de Justicia de Almería.

El asesinato del menor de edad conmocionó a la sociedad española y dominicana, debido a que el niño estuvo desaparecido por 12 días, y Ana Julia formó parte del equipo de búsqueda junto al padre del infante, Ángel Cruz, quien era en ese entonces su pareja sentimental.


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