LOS SUPERVIVIENTES DEL ‘DORIAN’ HUYEN DEL CAOS Y LA INSALUBRIDAD EN BAHAMAS


NASSAU, Bahamas (9 Septiembre 2019).- Cargando unas pocas pertenencias personales y grandes temores por el futuro que les aguarda, cientos de damnificados del huracán Dorian en las Bahamas consiguieron llegar ayer en avión a la capital, Nassau. Más de un millar arribó en barco a Florida. “Aquí nos vamos a morir”, decía Miralda Smith, una haitiana residente en Abaco. “Sólo quiero irme de la isla. No hay agua, no hay electricidad. Nos estamos muriendo, es realmente catastrófico”, dijo a la agencia AFP mientras esperaba la salida de algún ferry en el puerto.

La situación en las Islas Abaco y Grand Bahama, las más afectadas por la devastación sembrada por el ciclón hace una semana, es crítica. Las evacuaciones se están acelerando a duras penas por temor a que estalle una crisis de salud pública y se propaguen enfermedades como el cólera debido a la insalubridad imperante y la contaminación de las aguas. “Las condiciones se están deteriorando muy rápidamente”, ha advertido el Programa Mundial de Alimentos. Las pocas instalaciones hospitalarias que se mantienen en pie en la zona operan en medio una gran precariedad. Los rescates prosiguen con lentitud. En algunas zonas hay aún tanta agua que es imposible aterrizar para buscar supervivientes. El balance oficial del huracán está en 43 fallecidos pero el gobierno insiste en que la cifra aumentará considerablemente.

Numerosos bahamenses han criticado al gobierno por la lentitud en poner en marcha el dispositivo de rescate y ofrecer evacuaciones. El exprocurador general de las Bahamas, Alfred Sears, lo ha hecho con una carta abierta al primer ministro, Hubert Minnis, en la que le acusa de favoritismos y discriminación a la hora de sacar de las islas a los damnificados. “Sólo funcionarios del gobierno, ejecutivos de grandes compañías, los heridos graves, ciudadanos estadounidenses o los que tienen contactos, están siendo evacuados de Ábaco”, asegura Sears. “No hay justicia para los pobres en las Bahamas”, “Dios proteja al bahamense medio, que no es una prioridad para el Gobierno tras el peor desastre nacional”, sentencia.

En medio del caos, hay compañías privadas haciendo negocio para evacuar damnificados, denunció el gobierno, que ha empezado a revocar los permisos de vuelo a las compañías privadas que estaban cobrando por sus servicios. Ninguna empresa está autorizada a cobrar por las evacuaciones, subrayó la agencia nacional de emergencias en un comunicado. Hay al menos 200 aviones privados en la zona. “La saturación del espacio aéreo está creando una situación volátil”, alertaron las autoridades.




Por BEATRIZ NAVARRO/LaVanguardia.com

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