TRUMP DESTITUYE A ATKINSON, EL FUNCIONARIO QUE ABRIÓ LAS PUERTAS AL "IMPEACHMENT"

WASHINGTON (4 Abril 2020).- Diríase que el mundo no piensa en otra cosa que en cómo parar la pandemia del coronavirus pero en la Casa Blanca la pasada noche no era el único asunto sobre la mesa. 
A última hora del viernes, el presidente estadounidense Donald Trump, notificó por sorpresa al Congreso la destitución del inspector general de los servicios de inteligencia, la persona que consideró creíble la alerta presentada por un funcionario sobre el contenido de sus conversaciones con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, y utilizó los canales administrativos previstos para advertir del posible abuso de poder a los legisladores, abriendo así la puerta a su posterior ‘impeachment’.

Trump notificó por sorpresa al Congreso la destitución del inspector general de los servicios de inteligencia, que consideró creíble la alerta presentada por un funcionario sobre el contenido de sus conversaciones con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski


Fue el pasado 12 de agosto cuando Atkinson recibió una queja anónima de un miembro de los servicios de inteligencia alertándole de las conversaciones del presidente con Zelenski, que planteó como un intento de coacción para conseguir favores políticos, el anuncio de investigaciones judiciales potencialmente perjudiciales para su posible rival electoral demócrata en noviembre, el exvicepresidente Joe Biden. Dos semanas después, tras estudiar y contrastar el contenido de la denuncia, el inspector general la consideró “creíble” y “urgente” y decidió transmitirla al Congreso pero la Casa Blanca intervino para intentar impedirlo.
Al final, desistió y la queja llegó a manos de los legisladores, que ya habían empezado a hacer preguntas sobre el motivo de la suspensión de casi 400 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania. Pocos días después, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, autorizaba el comienzo de una investigación interna que condujo a la presentación y aprobación de dos cargos contra el presidente, el de abuso de poder y obstrucción al Congreso.

Fue un proceso absolutamente partidista: todos los demócratas votaron a favor de su impeachment y, un mes después, todos los republicanos salvo uno, Mitt Romney, se inclinaron por absolverlo. En fechas posteriores, Trump destituyó a varios funcionarios o cargos de confianza cuyos testimonios reforzaron los cargos contra él. En la cadena Fox News, varios comentaristas conservadores han acusado a los demócratas de haber distraído al presidente con el ‘impeachment’ cuando podía haberse dedicado a afrontar la inminente crisis del coronavirus. Que Estados Unidos, con 277.953 contagios confirmados de la Covid-19 y 7.152 muertos, se haya convertido entre tanto en el epicentro mundial de la pandemia no ha despistado a Trump de la cuenta que tenía pendiente.


Por BEATRIZ NAVARRO/La Vanguardia

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