PESOS PESADOS DEL PARTIDO REPUBLICANO ROMPEN CON PRESIDENTE TRUMP AL SUPLICAR EL USO DE LA MASCARILLA
NUEVA YORK (2 Julio 2020).- Según el presidente Donald Trump, ponerse la máscara para combatir el virus responde al formulismo de la corrección política y es algo afeminado.
Trump entonó el “misión cumplida” cuando aseguró que
la Covid-19 (“ Kung flu ”) ya se había evaporado del país para animar a la
reapertura de negocios.
Los republicanos se afeminan. Cada vez son más las
voces conservadoras que disienten del presidente y piden el uso del cubre
bocas, como insisten los expertos ante la propagación de contagios.
Nombres de peso se han desmarcado de Trump,
incluidos el vicepresidente Mike Pence; el jefe de la mayoría en el Senado,
Mitch McConnell; el líder de la minoría en la Cámara Baja, Kevin McCarthy; o
Liz Cheney, la número tres del partido.
acksonville, la ciudad de Florida que acogerá en
agosto la convención republicana para satisfacer el capricho multitudinario de
Trump, obliga a usar máscara. “Por desgracia, esta simple práctica para salvar
vidas se ha convertido en debate político. Si estás con Trump, no llevas
máscara, y si estás en contra, te la pones”, afirmó el conservador Lamas
Alexander, presidente del comité de Sanidad del Senado.
“Sugiero que Trump luzca ocasionalmente la máscara.
Tiene millones de admiradores y le seguirán. Ayudará a cerrar este debate,
puesto que hay mucho en juego”, subrayó. Alexander realizó esta petición
durante la comparecencia de los responsables médicos del país. Alertaron sobre
la expansión del virus en estados del sur y oeste, que actuaron con lentitud
pero reabrieron deprisa.
En una entrevista concedida este miércoles por la
noche, y ante la presión general, Trump ha dicho que “las máscaras son buenas”
y que la gente debe llevarla. El mandatario ha reconocido que en alguna ocasión
se la ha puesto (nunca ante las cámaras) y le ha gustado la forma en que se
veía porque pensaba que se parecía al Llanero Solitario –mención intencionada a
un símbolo de la masculinidad más tradicional–. Pero no urgió a que sea un
mandato nacional ni garantizó que él se la ponga en público.
El doctor Anthony Fauci, uno de los expertos
gubernamentales de más prestigio, avisó que “vamos en la dirección incorrecta”
y advirtió que las nuevas infecciones pueden alcanzar la cima de 100.000
diarias si esto no se contiene. La media diaria se sitúa en las últimas
jornadas en 40.000. Esa cifra subió a 47.000 este martes, cuando se volvió a
superar el umbral de los 1.000 muertos –en concreto, 1.284– en 24 horas.
Estados Unidos registra los récords mundiales de
casos (2,7 millones) y difuntos (casi 128.000).
Su consejo y el de sus colegas coincidieron en la
necesidad de usar la máscara como uno de los principales antídotos, así como
mantener la distancia social. En este sentido, vinculó gran parte de este
repunte a la reapertura del servicio interior de bares y restaurantes: “Mejor
las terrazas”. Arizona, Texas, California y Florida han tenido que dar marcha
atrás.
Fauci remarcó que “todo el país está en riesgo,
ninguna región es inmune a la resurgencia”. En las dos semanas previas ha
habido un incremento del 80%. Hasta 35 estados han visto crecer los positivos,
lo que socava la confianza de los ciudadanos y frena el resurgimiento económico.
“Una recuperación completa es poco probable hasta que las personas se convenzan
de que es seguro volver a participar en una amplia gama de actividades”,
pronosticó Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal.
Las autoridades sanitarias han hecho una súplica de
cara al fin de semana del día de la Independencia (4 de julio): “Sáltate la
fiesta, quédate en casa, no hagas que una mala situación sea peor”. La realidad
desmiente a Trump y le desenmascara.
Por FRANCESC PEIRÓN/La Vanguardia
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