COMUNIDAD DE SALAMANCA EN PEDRO BRAND INSTA A MEDIO AMBIENTE NO OTORGAR PERMISO EXPLOTACIÓN MINA POR DESTRUCTIVA
PEDRO BRAND, República Dominicana (8 Febrero 2021).- La comunidad de Salamanca, perteneciente al distrito municipal de La Cuaba, en Pedro Brand, está inquieta ante la posibilidad de que el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales otorgue una licencia para la entrada en operación de una mina que, según sus previsiones, tendría un efecto destructivo desde el punto de vista ambiental, económico, social y de salud.
La Asociación de Parceleros de Salamanca y
propietarios en el Vacacional Matúa, contiguo a la zona donde se ubicaría la
explotación, han dado la voz de alerta al enterarse por la prensa sobre la
presentación al ministerio de un estudio de impacto ambiental que busca la
aprobación de la Mina Manolo Salcedo, en un área de 1.2 millones de metros
cuadrados, para explotar piedra caliza y otros materiales.
Mientras tanto, 28 ciudadanos cuyas propiedades
-adquiridas desde hace dos décadas- se verán afectadas por la operación,
elevaron la semana una instancia de oposición ante el ministerio definiendo los
perjuicios ambientales, económicos, sociales y de salud que causaría la mina no
metálica, tipo cantera en seco, a cielo abierto para la extracción, trituración
y comercialización de piedra caliza y roca basáltica.
Para los sustentantes de la instancia, llama la
atención que el propietario de la mina, el señor Manolo Salcedo, plantea hacer
una inversión de RD$8.2 millones para extraer material no metálico a costa de
destruir montañas, especies vegetales únicas y fuentes de agua y que contemple
al mismo tiempo un gasto de solamente RD$1.0 millón en remediación ambiental.
Cuestionan que la Mina Manolo Salcedo, no metálica y
a cielo abierto, busque operar 10 años con sus efectos destructivos que
supondrán derribar derivaciones de La Sierra de Yamasá y trate de mitigar los
daños con apenas RD$20,000 para las aguas subterráneas; RD$50,000 para control
de polvo; RD$61,000 emisión de gases; RD$40,000 restauración de fauna, entre
otros montos que no compensarán el desastre.
La instancia elevada al Ministerio de Medio Ambiente
cuestiona, por igual, que el estudio ambiental para solicitar la licencia de la
citada mina no se refiera a fuentes de agua de la zona, como el arroyo
Matiguelo, que nace justo detrás de donde se habilitaría la operación, y que
más adelante se convierte en río, como tampoco toma en cuenta el arroyo Matúa.
En los alrededores de la mina, no sólo decenas de
adquirientes de terrenos han construido segunda casa y otras infraestructuras,
sino que también hay cultivos agrícolas, crianza de abejas, de peces y otras
actividades que sirven de sustento a cientos de campesinos de la zona, así como
un área experimental que cultiva especies frutales que actualmente se
encuentran en extinción.
Según los perfiles del proyecto, la actividad
extractiva y de trituración se realizaría diariamente durante toda la semana,
exponiendo la zona a la emanación de polvillo, al ruido y a una intensa
actividad de transporte en vehículos pesados, al margen de los riesgos para la
flora, la fauna, las aguas y los suelos que sufrirán erosión con la destrucción
de la capa vegetal.
Luis García, secretario General de Asociación de
Parceleros de Salamanca; Salima David Subero y Eudis Gómez Ramírez,
propietarios en el Vacacional Matúa, instaron al Ministerio de Medio Ambiente a
ponderar el daño que generaría la operación minera frente a cualquier beneficio
pecuniario, incluso para los distritos municipales en términos de arbitrios.
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