AUMENTAN EN CUBA LOS PACIENTES CON DAÑO RENAL TRAS LA COVID-19

LA HABANA, Cuba (12 Marzo 2021).- Un estudio desarrollado por el Instituto de Nefrología Dr. Abelardo Buch López y el Hospital Clínico Quirúrgico Docente Salvador Allende, demostró que en Cuba existe dos veces más pacientes con daño renal, luego de la COVID-19, que en etapas previas.

De acuerdo con una información publicada por el sitio web del Ministerio de Salud Pública, la investigación realizada en los meses de abril, mayo y junio de 2020, incluyó a 92 pacientes recuperados y 12 autopsias, tomando como referencia un estudio de prevalencia realizado en la población de la Isla de la Juventud (2004-2010), y el comportamiento a nivel mundial.

El doctor en Ciencias Raúl Herrera Valdés, jefe del Grupo Nacional de Nefrología y líder del proyecto de convalecientes de la especialidad, explicó que a partir de la realización del cuestionario clínico, ultrasonido renal, química sanguínea, pruebas hematológicas, estudio cualitativo de la orina, pruebas funcionales renales y estudios histopatológicos, se observó un incremento en los marcadores de daño renal en todas las fases de la enfermedad.

Precisó que dicha afectación estuvo en proporción con el grado de gravedad del paciente y la presencia de marcadores de inflamación crónica persistente; mientras que en los riñones de las autopsias estudiadas, se constataron diferentes tipos de lesiones y la presencia del virus.

De igual modo fue posible evidenciar que a los seis meses de seguimiento subyace un estado inflamatorio, lo que demuestra que, aunque la enfermedad pasó su fase aguda, aún tiene un periodo de latencia.

Herrera Valdés dijo, además, que tras la aparición del SARS-COV-2 se evidenció un incremento de la enfermedad renal crónica, pues algunas personas que no tenían daños en el riñón, ahora lo tienen y quienes ya estaban diagnosticados se les agravó el padecimiento.

La enfermedad evoluciona de forma silente y hay que pesquisarla desde las etapas más tempranas para establecer mecanismos de prevención ante una evolución acelerada; es un imperativo estudiar en el momento del ingreso en los hospitales el daño renal en los pacientes, y empezar a clasificar la función renal por estadios cada 48 horas, agregó Miguel Almaguer López, presidente de la Comisión Nacional de Prevención de la Enfermedad Renal Crónica del Ministerio de Salud Pública.

Actualmente, el Instituto de Nefrología se prepara para continuar, en abril, el estudio iniciado hace un año y se prevé incluir a la totalidad de los recuperados en el Programa Preventivo de Tratamiento de la Enfermedad Renal Crónica como pacientes de riesgo.

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