CONDENAN AL EXPRESIDENTE FRANCÉS NICOLÁS SARKOZY A UN AÑO DE PRISIÓN Y DOS EN SUSPENSIÓN POR CORRUPCIÓN
PARÍS (1 Marzo 2021).- Tres meses y días de haber iniciado el juicio, el expresidente francés Nicolás Sarkozy ha sido condenado por corrupción por un tribunal parisino.
El lunes 23 de noviembre del 2020 comenzó el juicio al
expresidente francés Nicolas Sarkozy, acusado de corrupción y tráfico de
influencias en medio de un escándalo sobre vigilancia telefónica, una situación
inédita para el exmandatario quien ha sido objeto de numerosas investigaciones
judiciales desde que concluyó su período en el 2012.
Sarkozy estaba acusado de tratar ilegalmente de
obtener información de un juez sobre una pesquisa en su contra que comenzó en
el 2014.
Está siendo enjuiciado en el tribunal de París junto
con su abogado Thierry Herzog y el juez Gilbert Azibert. De ser hallados
culpables podrían ser sentenciados a 10 años de cárcel y a pagar una multa de 1
millón de euros (1,2 millones de dólares). Todos los señalados rechazan las
acusaciones.
Sarkozy y Herzog son sospechosos de haberle prometido
a Azibert un empleo en Mónaco a cambio de información sobre la investigación
sobre un financiamiento ilegal de la campaña presidencial del 2007 por parte de
Liliane Bettencourt, heredera de la fortuna L’Oreal y la mujer más acaudalada
de Francia.
Sarkozy llegó al tribunal rodeado de abogados y
guardaespaldas, y frente a un contingente de periodistas. El tribunal de París
está bajo estrictas medidas de seguridad ya que el proceso se realiza al mismo
tiempo que otro juicio, el relacionado con los ataques terroristas del 2015
contra la sede del periódico satírico Charlie Hebdo y un supermercado kosher.
El juicio a Sarkozy comenzó el lunes por la tarde, sin
la presencia de Azibert. El abogado le notificó a la emisora BFM TV que pedirá
una postergación del proceso, con el argumento de que Azibert, de 73 años, está
mal de salud y no debería estar yendo al tribunal en medio de la pandemia de
coronavirus.
En el 2014, Sarkozy y Herzog usaron teléfonos
celulares secretos —registrados con el alias de “Paul Bismuth”— para poder
sostener conversaciones privadas, ya que temían que sus comunicaciones
estuvieran siendo interceptadas.
Sarkozy y Herzog aseguran que compraron los teléfonos
secretos para no caer víctimas de intercepciones ilegales. Los investigadores,
sin embargo, sospechan que simplemente no querían ser descubiertos por la
policía.
Los jueces han determinado que las conversaciones
entre Sarkozy y su abogado parecen indicar que sabían que los investigadores
estaban escuchando sus comunicaciones en sus teléfonos oficiales.
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