EMERGENCIA SANITARIA: ESPAÑA FRENA ASTRAZENECA EN MAYORES POR LAS DUDAS SOBRE CASOS DE TROMBOSIS

MADRID (12 Marzo 2021).- Los mayores de 55 a 65 años seguirán recibiendo las vacunas de Pfizer y Moderna y no las de AstraZeneca, como solicitaban algunas comunidades, como Madrid, Catalunya y Andalucía, así como sociedades científicas y médicas. 

La alerta surgida esta semana en algunos países europeos tras detectar una treintena de eventos trombóticos en personas vacunadas unos días antes ha llevado a la ponencia de vacunación y a la comisión de salud pública, reunidas ayer, a decidir aplazar esta decisión hasta que la Agencia Europea del Medicamento (EMA) emita un informe que aclare si estos casos están vinculados a la vacuna.

Fuentes del Ministerio de Sanidad informaron a La Vanguardia que, aunque en España no se ha notificado ningún efecto adverso de estas características, se ha decidido seguir el principio de precaución que hasta ahora ha imperado a la espera de ese informe. España, siguiendo ese principio, decidió no administrar la vacuna de AstraZeneca a los mayores de 55 años, al considerar que la farmacéutica anglosueca no había realizado los suficientes ensayos en población mayor, pese a que la Agencia Europea del Medicamento autorizó la vacuna para los mayores de 18 años sin límite de edad.

La alerta saltó el miércoles cuando Austria informó de que una persona de 49 años sufrió trombosis múltiples 10 días después de recibir la vacuna y falleció y otra persona de 35 años padeció un tromboembolismo pulmonar después de vacunarse y está recuperándose. Ambos habían recibido la vacuna del mismo lote (ABV5300), distribuido en 17 países, entre ellos España.

“Se han iniciado las investigaciones pertinentes y en este momento no hay ninguna evidencia de que la vacuna sea la causa de estos acontecimientos adversos notificados”, señala la Agencia Española del ­Medicamento.

A la decisión de Austria de paralizar la vacunación con el fármaco de AstraZeneca se han sumado Dinamarca, Noruega, Islandia, Letonia, Estonia, Lituania, Luxemburgo e Italia.

España, que recibió 228.000 dosis de ese lote el 12 de febrero, insiste en que no tiene constancia de ningún evento adverso. Aunque también reconoce (como el miércoles informó la ministra Carolina Darias a los consejeros de Salud reunidos en el Consejo Interterritorial) que el Sistema Español de Farmacovigilancia no tenía datos sobre AstraZeneca, ya que se empezó a inocular a principios de febrero y la evaluación del primer informe de seguridad no está aún disponible.

La comisión de Salud Pública ha decidido, así, aplazar lo que parecía que iba a ser inmediato, autorizar esta vacuna a mayores de 55 años, como han hecho otros países, como Alemania o Italia, que en principio también mostraron su recelo a inocular a los mayores con el fármaco de AstraZeneca ante la escasa presencia de estos en los ensayos.

Colegios de médicos, especialistas en salud pública y el Departament de Salut de la Generalitat solicitaban esta autorización argumentando que la vacuna ha demostrado ser eficaz y segura. Un artículo publicado el martes en La Vanguardia por la consellera Alba Vergés y el secretario de Salut Pública, Josep Maria Argimon, reclamaba ese cambio con urgencia y advertía de que, si Sanidad no actuaba, lo harían ellos, en un claro desafío.

Los argumentos sanitarios, además de los estudios preliminares que demuestran una protección en los mayores de 55 comparable con la de los menores, se basan en el altísimo riesgo de los que superan esa edad ante la infección. “Según nuestros datos de asistencia, por encima de los 55 años, el riesgo de acabar en la uci cuando se padece covid es siete veces mayor”, explicaba Marc Ramentol, secretario de la Conselleria de Salut.

La Comisión de Salud Pública también aprobó la propuesta remitida por la ponencia de vacunas, en la que ha colaborado activamente la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), de los grupos de alto riesgo para enfermedad grave que se vacunarán de forma simultánea al grupo de edad de 70 a 79 años.

Así, se incluirá a las personas con trasplante de progenitores hematopoyéticos, trasplante de órgano sólido y lista de espera para este, personas en hemodiálisis y diálisis ­peritoneal y enfermedad oncohematológica. También, los pacientes con cáncer de órgano sólido en tratamiento con quimioterapia citotóxica, cáncer de pulmón en tratamiento con quimioterapia o inmunoterapia y las personas con síndrome de Down mayores de 40 años.

En Catalunya se está terminando ya la vacunación de las personas trasplantadas, una demanda de los propios hospitales ante la evidencia de que estos pacientes tenían un riesgo muy superior a cualquier otro, casi comparable a los de mayor edad. La semana que viene se harán las de trasplantes de precursores hematopoyéticos. “Y a continuación se empezará con enfermos con tumores sólidos en tratamiento de quimioterapia o inmunoterapia”, explica Antoni Trilla, responsable de epidemiología del Clínic. La vacuna utilizada para estos grupos de especial riesgo, sea cual sea su edad, se ha realizado con dosis de Moderna, que solo se pueden utilizar en hospitales con neveras preparadas.

Por otro lado, aún colea el acuerdo alcanzado en el Consejo Interterritorial de Salud del pasado miércoles con relación al puente de San José y la Semana Santa. Todas las comunidades autónomas acordaron cerrar perimetralmente las regiones desde el 26 de marzo hasta el 9 de abril y del 17 al 21 de marzo en el caso de las seis comunidades que tienen la festividad de San José. Excepto Madrid.

El Ejecutivo madrileño alega que, según el decreto de estado de alarma actual, solo él puede decretar el cierre, mientras que el Gobierno de España asegura que al ser elevado el acuerdo a orden ministerial y publicado en el BOE (como pidió expresamente Andalucía), es de obligado cumplimiento. La ministra Carolina Darias dejó claro ayer que, en caso de que Madrid no acate la orden, acudirá a los tribunales.



Fuente: LA VANGUARDIA

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