IZQUIERDISTA CONSERVADOR PEDRO CASTILLO VA A SEGUNDA VUELTA EN ELECCIONES PERÚ, FUE EL MÁS VOTADO
LIMA, Perú (12 Abril 2021).- Rumbo a la segunda vuelta. El candidato de Perú Libre confirmó su ascenso registrado en encuestas previas y quedó primero, de acuerdo con la boca de urna de Ipsos. Pelean por acompañarlo Fujimori, De Soto, Lescano, López Aliaga y Mendoza.
El Perú decidirá en junio entre la opción de izquierda
más conservadora de Pedro Castillo (Perú Libre) y un rival que saldrá de la
pugna entre la derecha -también conservadora- de Keiko Fujimori (Fuerza
Popular) y Hernando de Soto (Avanza País). En esa pelea por entrar a la segunda
vuelta también se debe considerar a Jonhy Lescano (Acción Popular).
Con menores oportunidades de rivalizar a Castillo
aparecen el ultraderechista Rafael López Aliaga (Renovación Popular) y la
opción de izquierda progresista representada por Verónika Mendoza (Juntos Por
el Perú).
Según el estudio a boca de urna de Ipsos para América
Televisión, difundido a las 19 horas una vez cerradas las mesas de votación,
Castillo llegó al 16,1%. Fujimori y De Soto aparecen empatados con 11,9%.
Cerca, siguen Lescano, con 11% y López Aliaga con 10,5%. Más rezagada, viene
Mendoza con el 8,8%. Cabe señalar que el margen de error es del 3%. Por eso no
es posible descartar a ninguno de los nombrados hasta el momento.
Ya prácticamente sin opciones, continúan George
Forsyth (Victoria Nacional), con 6,4%. Y César Acuña (Alianza para el Progreso),
con 5,8%.
Victoria
parcial
La sorpresa de la jornada fue la votación alcanzada
por Castillo. Las encuestas que no se podían publicar por la restricción legal
pero que se difundían en redes sociales y medios extranjeros ya advertían del
dramático ascenso que el profesor registraba en las preferencias.
Entre el 31 de marzo y el sábado 10 de abril, casi
duplicó su respaldo, de acuerdo con Ipsos. Cuando el conteo oficial de la
Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) termine, se podrá sacar conclusiones
sobre cuáles fueron sus principales bastiones. Los estudios previos de
encuestadoras dan cuenta de que su mayor fuerza proviene de la zona rural, del
centro y del sur. Castillo llamó a la tranquilidad y dijo que esperará los
resultados oficiales.
Algo que no se puede obviar en cualquier análisis,
desde luego, tiene que ver con los pobres niveles de votos que todos los
competidores presidenciales alcanzaron, a falta de que la Oficina Nacional de
Proceso Electorales (ONPE) confirme los resultados oficiales.
El secretario general de Transparencia, Iván Lanegra,
resumen la situación de la siguiente manera: “Tendremos al primer lugar en una
elección presidencial con el menor porcentaje de votos de toda nuestra
historia. Y competirá con el segundo con el menor porcentaje de votación, desde
que hay segunda vuelta”.
Hay que añadir, también, que quien resulte electo en
junio deberá lidiar con un Congreso bastante fragmentado. En efecto, las
previsiones de Ipsos arrojan que podrían llegar al Pleno entre 10 a 12
bancadas.
Se trata de un serio desafío para la gobernabilidad.
Si no se desea continuar con la crisis de este quinquenio que se va, la
obligación del Ejecutivo y el Legislativo será alcanzar consensos mínimos.
Voto
a voto
Al cierre de esta edición, se vislumbra una dura pelea
por ganar el derecho a enfrentarse a Pedro Castillo en la elección de junio.
Keiko, De Soto y Lescano tendrían las más importantes
opciones. Los dos primeros pudieron recuperarse. El de AP, a pesar de que
durante marzo lideró las preferencias, vio reducirse de manera considerable sus
opciones. Pese a ello, no figura tan lejos de los candidatos de FP y AP.
Más difícil la tienen López Aliaga y Mendoza. El de RN
-en una presentación ante sus simpatizantes- ya empezó a deslizar, sin ninguna
prueba disponible, la posibilidad de un fraude en su contra. Ha dicho que
llevará adelante su propia contabilidad, la cual cotejará con el conteo oficial
de la ONPE.
En el caso de Mendoza, una posible lectura es que se
vio perjudicada por el ascenso de Castillo. A eso hay que sumarle una campaña
algo errática, que si bien mejoró hacia el final no pudo terminar de impulsarla
hacia los lugares más altos.
En las siguientes horas se podrá conocer con mayor
precisión cuál será la pareja de Castillo. Dada la cercanía entre los
aspirantes, es necesario que la ONPE apure lo más que pueda en el cómputo.
La jornada de ayer empezó con denuncias de ciudadanos
por la demora en la instalación de las mesas, sobre todo en distritos limeños
como Surco, Miraflores o San Isidro. Al final, la colaboración de ciudadanos
que inicialmente no habían salido sorteados para ejercer como miembros de mesa
permitió superar el problema.
Sin desmerecer el trabajo de la ONPE -que ha sacado
adelante el proceso electoral acaso más complicado de la historia, por el
contexto de la pandemia que no da tregua-, se tendrá que hacer importantes
mejoras hacia junio.
Los
perdedores
En una competencia electoral hay ganadores y también
grandes perdedores.
Posiblemente, el golpe mayor lo ha recibido Julio
Guzmán, quien en el 2016 fue excluido cuando se encontraba en el pelotón de
arriba. Esta vez postuló con organización propia.
Sin embargo, situaciones personales ventiladas en los
medios de comunicación, una campaña que nunca le permitió conectar con la gente
y el costo político de que el presidente, Francisco Sagasti, pertenezca al
Partido Morado, redujeron mucho sus opciones. Nunca pudo levantarse. Eso no
quita que se trató de una de las opciones más serias en competencia.
El PM pelea ahora por mantener su inscripción y eso
dependerá de los resultados que obtenga en el Congreso. Necesita el 5% de los
votos válidos y dos congresistas en dos o más circunscripciones.
Otra derrota dura es la de Forsyth, quien arrancó como
favorito en las mediciones de finales del año pasado. No obstante, no pudo
mantener esa posición de privilegio. Intentó detener su caída haciendo
modificaciones en su equipo de campaña, aunque no consiguió su objetivo.
Acuña también pagó el costo de una mala estrategia.
Entre enero y febrero casi no apareció en medios de comunicación, un grave
error considerando las limitaciones de llevar adelante actividades
proselitistas para evitar los contagios por Covid-19. En marzo trató de
remediar la situación. Fue tarde.
Vale la pena mencionar a Daniel Salaverry (Somos
Perú), quien pensó que su alianza con el expresidente Martín Vizcarra podía ser
un resorte en sus aspiraciones. Si bien SP tendría bancada, el extitular del
Legislativo quedó muy al fondo.
Lo mismo que Ollanta Humala (Partido Nacionalista),
quien no pudo capitalizar su experiencia como exgobernante. Un dato final: los
dos últimos partidos de gobierno -el PN y Peruanos por el Kambio, hoy Contigo-
perderán su inscripción electoral.
Vistos los primeros resultados, el voto de izquierda
se ha ido básicamente para Pedro Castillo, mientras que el voto que tenía Yonhy
Lescano en el sur lo fue perdiendo.
Castillo realizó una campaña con muy pocos recursos,
con muy poca presencia en medios. Ha sido de los menos entrevistados, pero
termina primero, lo que demuestra que gastar más no siempre da buenos
resultados.
Hernando de Soto y Keiko van a pelear voto a voto su
pase a la segunda vuelta, pues están empatados. Pero cuando se defina quién de
ellos queda, cualquiera podría endosarle votos al otro.
Verónika Mendoza, con una versión un poco más al
centro, por lo visto, no tuvo la radicalidad que demandaba la izquierda.
Esta campaña ha sido de los extremos, por ahí venían
Verónika y Keiko, pero la primera fue sustituida por Castillo, mientras la
fujimorista está peleando con De Soto y ambos dejaron de lado a López Aliaga.
La derecha conservadora necesita uno y no tres. Si
hubiera habido uno, probablemente habría aglutinado los votos, aunque no se
puede descartar a Lescano. No olvidemos que Acción Popular es un partido
organizado y va a pelear en la defensa de su voto.
De Soto tiene el partido menos organizado, que se
enfrenta a dos partidos con mejor estructura.
Castillo no fue ganador de los debates, mientras que
De Soto tampoco destacó. Los que ganaron el debate no fueron beneficiados, pero
en la segunda vuelta sí puede pesar. Podemos tener un presidente del Perú, en
el mejor de los casos, elegido con 30 congresistas.
Por ENRIQUE
PATRIAU/La República
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