POR MIEDO A ESTADOS UNIDOS LOS BANCOS SUIZOS, CUANDO ESCUCHAN CUBA, DETIENEN LAS TRANSFERENCIAS
LA HABANA (26 Abril 2021).- En algún momento de la conversación telefónica Franco Cavalli se muestra indignado. Incluso muy indignado. El antiguo parlamentario del Partido Socialista Suizo en el cantón de Tesino, y jefe de fracción, dice: «Es una vileza. No, es más que eso. Es una infame vileza».
Con sus 78 años, Cavalli, especialista en cáncer, es
un hombre muy ocupado. Entre otras cosas es presidente de Medicuba Europa, una
ong suiza con secciones en 14 países europeos, que presta ayuda médica a la
Isla socialista. Hace poco, Medicuba compró antibióticos a una pequeña empresa
farmacéutica en la Suiza occidental, para enviarlos por barco hacia el Caribe.
La empresa tiene una cuenta en el banco UBS. Cuando
Medicuba quiere pagar sus compras mediante transferencia, el banco envía el
dinero de vuelta, llamando la atención sobre el bloqueo norteamericano.
Obviamente, la institución teme represalias desde el
otro lado del Atlántico. Se trata de una transferencia, de la cuenta suiza de
Medicuba a otra cuenta suiza. El dinero no va a parar ni a Cuba ni a Estados Unidos.
Para rechazar la solicitud de transferencia, es obvio que basta que aparezca la
palabra Cuba en el nombre de la organización. Aun cuando Cavalli propone hacer
la transferencia desde su propia cuenta personal, el banco lo rechaza.
El médico jubilado Raffaele Malinverni es miembro de
la presidencia de Medicuba Suiza. «A veces la filial de un banco devuelve una
determinada cantidad, mientras que otra filial del mismo banco acepta el dinero
sin objeción alguna», dice. Afirma que las reacciones de los bancos son
imprevisibles, pero los que más dicen no son los dos grandes bancos suizos
Credit Suisse y UBS, el Basler Antonalbank y su filial Cler, así como de vez en
cuando otros bancos cantonales.
También se rechazan las donaciones. A veces los bancos
se niegan también a transferir contribuciones financieras de los miembros, y
donaciones a la organización. Roland Wüest, coordinador de Medicuba, escribe a
petición nuestra: «En absoluto se nos comunican todas las negativas que
suceden. A grandes rasgos, yo diría que mensualmente se ven afectados diez
pagos. Eso significa el 15 % de todas las transferencias que nos envían».
En el caso de los antibióticos, la empresa
farmacéutica en la Suiza occidental se vio obligada a abrir una cuenta en
Postfinance, solo para que le pagaran la suma adeudada. Malinverni sostiene:
«Siempre se encuentra una solución, pero cada vez cuesta mucho tiempo y
nervios».
Medicuba, organización humanitaria fundada en 1992,
tiene cuatro empleados, y alrededor de un tercio de sus 800 000 francos suizos
de presupuesto los asume la Dirección de Desarrollo y Colaboración (Deza). En
Cuba, la organización atiende a niños autistas, está presente en la prevención
del sida, lleva a cabo cirugías mínimamente invasivas en pacientes con cáncer,
y les facilita a los médicos intensivistas cubanos la superación profesional en
Suiza.
Malinverni explica que «cada vez que protestamos ante
un banco por las transferencias negadas, nos dicen que nuestro compromiso
humanitario es maravilloso, pero que las cosas son como son...». Cuando se
insiste, las respuestas se asemejan. La palabra mágica en todos los casos es
«riesgo de perder la reputación.
«UBS vigila las actividades de negocios en la esfera
del servicio de pagos con mucha exactitud, y despeja los posibles riesgos
relacionados con un pago, antes de que reciban el visto bueno», escribe la
sección de prensa del gran banco.
El Basler Kantonalbank se justifica con que los bancos
han de tener en cuenta, en su actividad comercial, los riesgos relacionados con
los servicios transfronterizos, sobre todo las sanciones extranjeras.
En enero, Medicuba envió una denuncia a Finma, ente
regulador del mercado financiero. En ella se enumeran los múltiples casos de
transferencias denegadas, y se exige tomar las «medidas apropiadas» contra los
bancos involucrados.
Finma argumentó que «las instituciones financieras
tienen que analizar, minimizar y controlar adecuadamente los riesgos jurídicos
y de reputación que les puedan sobrevenir derivados del derecho extranjero. El
tipo de medidas con que los bancos actúen en estos casos es, por entero, asunto
de ellos».
Aparte de ello, Medicuba encargó al bufete de abogados
Robert L. Muse, con sede en Washington, la realización de un dictamen jurídico;
nuestro periódico tiene una copia del mismo. Llega a la conclusión de que las
transferencias bancarias a la organización jamás violan el bloqueo
norteamericano, por distintas razones: Medicuba es una organización
humanitaria, su sede radica fuera de Estados Unidos, las transferencias no se
hacen en dólares y no van a parar ni a Estados Unidos ni a Cuba. Y tampoco
trabajan ciudadanos norteamericanos en la presidencia de la organización.
El abogado Willi Egloff, quien representa
jurídicamente a Medicuba, considera ilegal la práctica de los bancos suizos,
por lo menos en el caso de los bancos cantonales. «Se trata de instituciones de
derecho público. Al negarle un servicio a un ciudadano suizo, están violando la
prohibición de actuar arbitrariamente», dice Egloff. Pero no van a establecer
demandas. Afirma que Medicuba tiene cosas más nobles en qué gastar su dinero
que en procesos judiciales.
Franco Cavalli cree que los bancos suizos tienen tanto
miedo a Estados Unidos porque, con anterioridad, ayudaron sin vacilar a
defraudadores norteamericanos del fisco a hacer sus negocios sucios..., algo
así como una hipercompensación producto de su mala conciencia, a costa del
deber humanitario.
Hace poco ocurrió algo notable en el Comité de
Relaciones Exteriores del Consejo Federal. La mayoría aprobó un postulado que
aboga por que el Consejo Federal se pronuncie por un alivio del bloqueo
norteamericano y por un servicio de pagos sin dificultades entre Suiza y Cuba.
A principios de marzo, el Consejo Federal remitió el asunto gracias a la
aprobación de la izquierda y, asombrosamente, también del Partido Liberal.
Decisivo al respecto fue el parlamentario federal
Hans-Peter Portmann, presidente del Grupo Parlamentario Suiza-Cuba y gran
amante de la Isla. Pese a todas sus críticas y diferencias políticas con el
sistema cubano, Portmann está convencido de que, aún hoy, la mayoría de la
población cubana elegiría al Partido Comunista.
Franco Cavalli duda de que el Consejo Federal o los
bancos se dejen impresionar por la decisión parlamentaria. A fin de cuentas, un
postulado no es mucho más que un devoto deseo.
Nota de Granma: El Consejo Nacional (Cámara Baja) del
Parlamento suizo refrendó el pasado 9 de marzo el activo papel de Suiza en aras
del cese del bloqueo económico, comercial y financiero de EE.UU. a Cuba, al
aprobar, por 98 votos, un postulado en ese sentido, propuesto por la Comisión
de Política exterior.
Por SANDRO
BENINI/Granma
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