FUERON DESCRITOS POR LA POLICÍA COMO ARMADOS Y PELIGROSOS; HAITÍ BUSCA A CINCO FUGITIVOS POR EL ASESINATO DE JOVENEL MOÏSE
PUERTO PRÍNCIPE, Haití (14 Julio 2021).- Un exsenador haitiano, un funcionario despedido y un informante del gobierno estadounidense eran los últimos sospechosos identificados en la amplia investigación sobre el asesinato del presidente Jovenel Moïse.
Los hombres estaban entre los cinco fugitivos
descritos por la policía como armados y peligrosos.
Las autoridades continuaban buscando hoy a los
sospechosos del ataque del 7 de julio a la vivienda privada del mandatario, en
el que el presidente murió baleado y su esposa, Martine, resultó herida.
Uno de los sospechosos fue identificado como el
exsenador John Joël Joseph, un conocido político y opositor al partido Tet Kale
al que pertenecía Moïse. En un video compartido el año pasado en YouTube,
Joseph comparó al presidente con el coronavirus y dijo que los haitianos habían
sufrido por el hambre o por las muertes provocadas por un brote de violencia
durante su mandato.
“La inseguridad ha afectado a todos los haitianos”,
afirmó.
La policía identificó al segundo sospechoso como
Joseph Felix Badio. Había trabajado para el Ministerio haitiano de Justicia y
en marzo de 2013 se unió a una división anticorrupción del gobierno. La agencia
indicó en un comunicado que Badio había sido despedido en mayo por “graves
infracciones” de normas éticas no especificadas, y dijo haberle denunciado.
“Este acto malvado es una afrenta a nuestra
democracia”, señaló la división en su comunicado de ayer. “Los autores,
coautores, cómplices deben ser perseguidos, investigados y castigados con el
máximo rigor”.
El tercer sospechoso fue identificado como Rodolphe
Jaar. Nació en Haití, habla inglés y tiene una titulación universitaria en
administración de empresas, según registros judiciales. No es un ciudadano
estadounidense.
Jaar, que emplea el apodo “Whiskey”, fue procesado en
2013 en una corte federal en el sur de Florida por una conspiración para llevar
cocaína de contrabando a Estados Unidos desde Colombia y Venezuela a través de
Haití. Se declaró culpable y fue condenado a casi cuatro años de prisión, según
documentos judiciales.
En su vista de sentencia de 2015, el abogado de Jaar
dijo al tribunal que el acusado había sido una fuente confidencial para el
gobierno de Estados Unidos durante varios años hasta su procesamiento. También
accedió a cooperar con autoridades federales y pidió una pena más leve, ya que
tenía una esposa, un hijo de un año y padres ancianos.
En junio de 2000, Jaar presentó una demanda civil
contra el gobierno de Estados Unidos reclamando la devolución de una “gran
cantidad” de dinero en efectivo que se le confiscó junto con su pasaporte y su
visa de turista cuando agentes de aduanas le dieron el alto en un auto
arrendado. En ese momento no fue detenido, pero Jaar dijo que se enteró de que
le estaban investigando por lavado de dinero.
El gobierno le devolvió después sus pertenencias y no
presentó cargos. Jaar, que retiró la demanda, se describió en documentos
judiciales como propietario de un exitoso negocio de importaciones en Haití.
Dijo que su familia manejaba el negocio desde 1944.
Las autoridades en Haití investigan el asesinato de
Moïse con ayuda del gobierno de Colombia, que ha dicho que 23 de los 26
exsoldados colombianos sospechosos del asesinato han sido arrestados y siguen
detenidos en Haití. Las autoridades también detuvieron a tres haitianos y
mataron al menos a tres sospechosos según León Charles, jefe de la Policía
Nacional haitiana.
Los haitianos detenidos fueron identificados como
James Solages, Joseph Vincent y Christian Emmanuel Sanon.
Sanon viajó a Haití en junio a bordo de un avión
privado con varios de los supuestos autores del ataque, según la policía. El
hombre, un ciudadano haitiano de 62 años, es un médico, clérigo y empresario en
Florida que una vez expresó su deseo de liderar Haití en un video de YouTube y
ha tachado de corruptos a los gobernantes del país.
Charles dijo que Sanon trabajaba con los que tramaron
el asesinato, y que los asesinos de Moïse le protegían. Los agentes que
registraron la casa de Sanon en Haití encontraron una gorra con el logo de la
agencia antidroga de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), 20 cajas
de balas, piezas de armas, cuatro placas de auto de República Dominicana, dos
autos y correspondencia.
Un socio comercial y un pastor de Florida que conocían
a Sanon dijeron a The Associated Press que el sospechoso era religioso y que no
creían que estuviera implicado en incidentes violentos. El socio, que habló bajo
condición de anonimato por motivos de seguridad, dijo creer que Sanon había
sido engañado, y le describió como “completamente crédulo”.
El socio dijo que Sanon decía haber sido abordado por
personas que decían representar a los departamentos de Estado y Justicia de
Estados Unidos, que querían convertirle en presidente de Haití. El plan era
solo detener a Moïse, dijo, y Sanon no habría participado de haber sabido que
Moïse sería asesinado.
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