"NO PERDER EL TIEMPO CULPANDO A LOS DEMÁS", EL LLAMADO DEL PAPA FRANCISCO EN EL ANGELUS
CIUDAD DEL VATICANO (30 Abril 2021).- Al comentar el Evangelio de la Liturgia del día que muestra a los escribas y fariseos asombrados por la actitud de Jesús, que se escandalizaron al ver que sus discípulos toman alimentos sin realizar las tradicionales abluciones rituales, el Papa dijo:
También nosotros podríamos preguntarnos: ¿Por qué
Jesús y sus discípulos descuidan estas tradiciones? Al fin y al cabo, no son
cosas malas, sino buenos hábitos rituales, simples lavados antes de tomar la
comida. ¿Por qué Jesús no les presta atención?
Devolver
la fe a su centro
Francisco explicó que para el Señor es importante
devolver la fe a su centro. “Y evitar un riesgo, que vale para aquellos
escribas como para nosotros: observar las formalidades externas dejando en
segundo plano el corazón de la fe”.
El
riesgo de una religiosidad de la apariencia
“Es el riesgo de una religiosidad de la apariencia:
aparentar ser bueno por fuera, descuidando purificar el corazón. Siempre existe
la tentación de ‘arreglar a Dios’ con alguna devoción externa, pero Jesús no se
conforma con este culto. No quiere lo externo, quiere una fe que llegue al
corazón”
Las
cosas malas nacen desde el corazón
Tras recordar que Jesús dice a la multitud que
"no hay nada fuera del hombre que, entrando en él, pueda hacerlo
impuro" y qué en cambio, es "desde dentro, desde el corazón" que
nacen las cosas malas, el Pontífice añadió:
“Estas palabras son revolucionarias, porque en la
mentalidad de entonces se pensaba que ciertos alimentos o contactos externos lo
hacían a uno impuro. Jesús invierte la perspectiva: no es malo lo que viene de
fuera, sino lo que nace de dentro”
El Santo Padre agregó que esto también nos concierne a
nosotros, que solemos pensar “que el mal provenga sobre todo de fuera: de los
comportamientos de los demás, de quien piensa mal de nosotros, de la sociedad”.
Culpar
a los demás
“¡Cuántas veces culpamos a los demás, a la sociedad,
al mundo, de todo lo que nos sucede! Siempre es culpa de los ‘demás’: de la
gente, de quien gobierna, de la mala suerte”
También afirmó que “parece que los problemas lleguen
siempre de fuera”. Y que “pasamos el tiempo repartiendo culpas; pero pasar el
tiempo culpando a los demás es perder el tiempo”.
“No se puede ser verdaderamente religioso quejándose:
la ira, el resentimiento y la tristeza cierran las puertas a Dios”
Por esta razón el Papa Francisco invitó a pedir al
Señor “que nos libre de culpar a los demás”. Y que pidamos asimismo “la gracia
de no perder el tiempo contaminando el mundo con quejas, porque esto no es
cristiano”.
“Más bien, Jesús nos invita a mirar la vida y el mundo
desde el corazón. Si nos miramos por dentro, encontraremos casi todo lo que
detestamos fuera”
Aprender
a acusarnos a nosotros mismos
Mientras si “pedimos sinceramente a Dios que nos
purifique el corazón”, comenzaremos “a hacer más limpio el mundo”. “Porque hay
un modo infalible de vencer el mal: empezar por vencerlo dentro de uno mismo”.
Y concluyó invocando a la Virgen María, “que cambió la
historia a través de la pureza de su corazón”, que “nos ayude a purificar el
nuestro, superando ante todo el vicio de culpabilizar a los demás y de
quejarnos por todo”.
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