LA HABANA, Cuba (15 Septiembre 2021).- El 10 de septiembre, se reconoce como el Día Mundial de Prevención del Suicidio, un flagelo al que ninguna nación del orbe escapa.
Por tal motivo, y tras la aparición del SARS CoV-2 y las afectaciones a la salud mental que ha causado, autoridades médicas cubanas así como la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS), dedican especial atención.
Con la propagación de la COVID-19, millones de
personas han cambiado sus conductas, ello ha provocado afectaciones a la salud
mental por la ansiedad, la depresión y el estrés asociados a la enfermedad, el
necesario aislamiento y la pérdida de seres queridos, de manera que éstos
elementos se constituyen factores de riesgo que pueden incrementar las
actitudes suicidas, refiere el artículo publicado en el sitio Minsap.
De igual manera, la pandemia –según estudios de la
OPS/OMS- ha amplificado los factores de riesgo como las dificultades de empleo
y económicas, los traumas o abusos, los trastornos mentales y las barreras de
acceso a la atención de salud.
Alarmante resulta conocer que entre los jóvenes de 15
a 29 años de edad, el suicidio representa la cuarta causa de muerte a nivel
mundial, después de los accidentes de tránsito, la tuberculosis y la violencia
interpersonal.
La OMS precisa que cada año más de 700 mil personas en
el orbe se quitan la vida tras varios intentos de suicidio, lo cual lo
convierte en una de las principales causas de muerte, y anualmente perecen más
personas debido a ello que por el VIH, la malaria, el cáncer de mama, las
guerras o los homicidios.
Estadísticas Sanitarias Mundiales, notifican que en
2019 unos 97 mil 339 individuos fallecieron en las Américas por esa razón, y se
estima que los intentos de quitarse la vida pudieron ser 20 veces esa cifra.
OPS alerta sobre crisis de salud mental en la región
EL CASO DE CUBA
Cuba no queda exenta del impacto de este fenómeno. En
nuestro país, lamentablemente, el suicido representa la décima causa de muerte
en el cuadro de la mortalidad general y la tercera en el grupo de 10 a 19 años
de edad en el territorio, a pesar de los múltiples esfuerzos mediante el
Programa Nacional de Prevención y Atención a la Conducta Suicida, implementado
desde 1989 por el Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
En un artículo al respecto, publicado en la web del
Ministerio de Salud Pública de Cuba, la doctora Beatriz Corona Miranda,
profesora e investigadora del Instituto Nacional de Higiene, Epidemiología y
Microbiología, especifica que este Programa se somete constantemente a nuevas
versiones y revisiones con el propósito de disminuir lo más posible la
morbilidad por intento y la mortalidad por suicidio.
ESTRATEGIA DE SALUD CUBANA PARA ATENDER LA CONDUCTA
SUICIDA
Agrega la especialista que como objetivos específicos
se establece un sistema de vigilancia, donde en el país es obligatorio el
reporte de todas las personas que tienen un intento suicida a través de las
tarjetas de las enfermedades de declaración obligatoria, y a partir de ese
momento desde la Atención Primaria de Salud (APS) y los Departamentos de Salud
Mental Municipales se realiza el proceso de dispensarización y se les garantiza
el seguimiento especializado al individuo y la familia.
En Cuba, acota la investigadora, aquellas personas que
se suicidan son valoradas por los médicos legales, de ahí que estos datos se
consideren confiables y a nivel internacional tengan el reconocimiento de la
OMS.
Justamente, como parte del Programa, se realizan
investigaciones relacionadas con la salud mental, y hasta el 2020 se ha caracterizado
el comportamiento del suicidio en la nación para determinar variables socio
demográficas como edad, sexo y estratificación epidemiológica de riesgo, entre
otros elementos.
Las evidencias indican que en Cuba, como en el resto
del mundo, el sexo masculino es el de mayor riesgo de morir de esa forma, pero
el intento de suicidio es más frecuente en las mujeres; mientras, el grupo de
60 años y más es el de superior tasa de mortalidad, seguido por el de 20 a 59,
y las provincias de Las Tunas, Holguín, Villa Clara y Sancti Spíritus son las
de riesgo más elevado, por lo que se desarrollan estrategias con el objetivo de
modificar estos indicadores.
Asimismo, y a escala local, se analiza la asociación
de padecimientos como la depresión, la esquizofrenia, el consumo de alcohol y
de drogas, las disfunciones familiares, la presencia de enfermedades no
transmisibles prolongadas en el tiempo, los problemas de pareja y el bullying,
este último sobre todo en los adolescentes.
Vale destacar, que por primera vez en el país, dentro
de la Encuesta Nacional de Salud, se dedica una sección a la salud mental con
el fin de evaluar la prevalencia de enfermedades como depresión (muy asociada
al suicidio), ansiedad, ideación suicida, intento suicida, deterioro cognitivo y
otras.
El Programa Nacional de Prevención y Atención a la
Conducta Suicida como parte de la voluntad expresa del gobierno cubano, fue
incluido en un macro Programa de Desarrollo Humano, Equidad y Justicia Social,
cuyos resultados han sido presentados ante ministros y altos funcionarios de la
República para, desde una mirada integradora del problema, identificar y
modificar determinantes sociales y económicas que puedan influir.
En tanto, autoridades del tema en territorio nacional
afirman que la cantidad de fallecidos por esta causa ha disminuido notablemente
desde la creación del Programa de Prevención.
El doctor Ramón Prado Rodríguez, psiquiatra del
Hospital Universitario Clínico Quirúrgico “General Calixto García” y la
Facultad de Ciencias Médicas que radica en esa institución, especifica que con
anterioridad se reportaban tasas de alrededor de 23.0 fallecidos por 100 mil
habitantes, y después se han mantenido en una tasa aproximada de 13.0 por 100
mil habitantes, a su vez Cuba trabaja para disminuir este indicador en
consonancia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible hasta el 2030.
La web del Minsap explica que a partir de la alta
probabilidad de que la pandemia del coronavirus incremente las afectaciones a
la salud mental con cuadros de ansiedad, depresión, estrés postraumático,
violencia familiar y carencias socioeconómicas que repercuten en el bienestar
de las personas, además de las manifestaciones neuropsiquiátricas que puede
generar la COVID-19 en su cuadro clínico, unido a trastornos mentales propios
que pueden surgir como consecuencia de padecer el virus, el MINSAP y su Sección
de Salud Mental han trabajado en protocolos para el manejo integral de las
personas convalecientes a la enfermedad.
De igual manera, se garantiza la seguridad psicológica
desde diferentes modalidades de atención que incluyen la ampliación del
servicio de consejería telefónica 103 Línea de Apoyo Psicosocial y Salud
Mental.
LA MAYORÍA DE LOS SUICIDIOS SON PRECEDIDOS POR SIGNOS
DE ADVERTENCIA
El artículo detalla que la mayoría de los suicidios
son precedidos de signos de advertencia verbal o conductual como hablar sobre
querer morirse, sentir una gran culpa o vergüenza, o sentirse una carga más
para los demás.
Otros signos son experimentar sensación de vacío, sin
esperanza, atrapado o sin razón para vivir; manifestarse extremadamente triste,
ansioso, agitado o lleno de ira; con un dolor insoportable, ya sea emocional o
físico.
Como advertencia del suicidio resalta, la aparición de
cambios de comportamiento como hacer un plan o investigar formas de morir;
alejarse de los amigos, decir adiós, regalar artículos importantes o hacer un
testamento; hacer cosas muy arriesgadas como conducir con exceso de velocidad,
muchas veces asociado a la ingestión de bebidas alcohólicas; mostrar cambios de
humor extremos; comer o dormir demasiado o muy poco o consumir sustancias
nocivas con más frecuencia.
¿ES POSIBLE PREVENIR EL SUICIDIO?
Existen intervenciones eficaces para prevenirlo. En un
plano personal, la detección y tratamiento tempranos de la depresión y de los
trastornos por consumo de alcohol son fundamentales, así como el contacto de
seguimiento con quienes han intentado poner fin a su vida y el apoyo psicosocial
en las comunidades.
Resulta necesario hablar este tema y si una persona
detecta señales de advertencia en ella misma o en un conocido debe buscar ayuda
de un profesional de la salud lo más pronto posible, a través de los
Departamentos de Salud Mental.
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