EL PRESIDENTE JOE BIDEN Y LA POSIBLE TABLA DE SALVACIÓN
LA HABANA (23 Noviembre 2021).- La aprobación en la Cámara de Representantes de los paquetes de infraestructura y de gasto social podría ser la buena noticia que requería el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, después de varios reveses en encuestas y derrotas electorales.
Ambas iniciativas, piezas principales de su agenda
económica, recibieron el aval de la Cámara Baja después de agobiantes
enfrentamientos internos entre los propios demócratas, que con su postura
pusieron freno a esse plan.
La primera victoria se la anotaron los legisladores
azules (color que identifica al Partido Demócrata) a última hora del 5 de
noviembre al votar -228 a favor y 206 en contra- el proyecto de ley para obras
de infraestructura valorado en un billón 200 mil millones de dólares.
Es un “paso monumental hacia adelante para la nación”,
expresó Biden al referirse al escrutinio que sacó al Congreso del atasco
legislativo y creó condiciones para abordar su más amplio plan de gasto social.
“Por fin, una semana de la infraestructura”, dijo
sonriente el ocupante del Despacho Oval ante la prensa, en una muestra de
alivio compartida con el Partido Demócrata, ante la alarma por desastroso
desempeño en Virginia.
En ese estado, un republicano novato, Glenn Youngkin,
superó a Terry McAuliffe -un peso pesado de la política demócrata-, en la
carrera por la gobernación.
Para los analistas, tanto ese resultado como el
triunfo por un escaso margen en Nueva Jersey del demócrata Phil Murphy
–reelecto para el puesto de gobernador-, supone un potencial (mal) presagio
hacia los comicios de mitad de mandato de 2022.
Un asesor de Biden reconoció a CNN que la derrota de
McAuliffe es una señal de advertencia para las posibilidades de los demócratas
en esas elecciones, aunque opinó que no se deben sacar conclusiones
apresuradas.
La derrota deja claro que no pueden limitarse a
postularse contra Trump para ganarlas, indicó.
«También está claro que los votantes están
descontentos con la inacción y esto impulsa el criterio de que los demócratas
en el Congreso deben moverse rápidamente con nuestra agenda», acotó.
El
plan de gasto tiene un camino
El 19 de noviembre, la propia instancia del Congreso
logró saldar sus diferencias (en apariencia) y aprobó el proyecto de ley de
Biden para reforzar la red de seguridad social y luchar contra el cambio
climático, valorado en um billón 750 mil millones de dólares.
La propuesta, ahora en el Senado, donde podría sufrir
otras modificaciones, se votó 220-213 más tarde de lo previsto, debido a un
retraso causado por el líder de la minoría de la Cámara Baja, Kevin McCarthy
(republicano de California).
El congresista tomó la palabra durante unas ocho horas
la noche del 18 de noviembre con un discurso frenético e incoherente en
protesta por la legislación que, a su juicio, llevará al país a una caída en
picada de la economía.
La votación puso fin a meses de luchas internas entre
demócratas liberales y moderados de la Cámara de Representantes, que
discutieron sobre las dimensiones, el alcance y la estrategia del paquete
multimillonario, comentó el diario The Hill.
El proyecto de ley de gasto social incluye una serie
de políticas que los demócratas han peocurado durante años, incluso décadas.
La lista incluye subsidios para el cuidado de los
niños, educación preescolar universal, licencia familiar pagada, incentivos
fiscales para las energías renovables, extensiones del crédito fiscal ampliado
para niños y subsidios mejorados del seguro de salud (ObamaCare).
También contiene esfuerzos para reducir los precios de
los medicamentos recetados a personas mayores, un propósito que la presidenta
de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (demócrata de California), trata
de aprobar, sin éxito, desde 2007.
Según lo que se plantea, buena parte del costo de la
iniciativa se cubrirá con una subida de los impuestos a los estadounidenses más
ricos y a las grandes empresas.
Biden agradeció a través de un comunicado la votación
y elogió que «por segunda vez en solo dos semanas, la Cámara de Representantes
ha avanzado en piezas críticas y consecuentes de mi agenda legislativa».
Problemas
en invierno
Pero el gobernante tiene ante sí otros desafíos que se
suman a las tensiones acumuladas durante sus aún escasos meses en el cargo.
En un discurso pronunciado tras la aprobación del
proyecto de ley de infraestructura, sugirió que eso ayudaría a aliviar los
cuellos de botella de la cadena de suministro, permitiendo a las empresas
llevar los productos al mercado con mayor rapidez.
También afirmó que la población empezará a sentir los
efectos de la ley «en los próximos dos o tres meses», a medida que se contrate
a más personal para trabajar en los nuevos proyectos que financia.
El secretario de Transporte, Pete Buttigieg,
puntualizó que el proyecto de ley ayudaría a los puertos a operar con más
eficiencia, pero también subrayó que acabar (sic) con la pandemia de Covid-19
sería clave.
Por su parte, la secretaria de Energía, Jennifer
Granholm, expresó que los estadounidenses “verán aumentadas sus facturas de
calefacción” en el invierno.
La Administración de Información Energética (EIA) en
su informe Winter Fuels Outlook indicó que los consumidores podrían pagar un 54
por ciento más que en el invierno pasado.
Mientras, Biden está considerando recurrir a la
Reserva Estratégica de Petróleo de la nación para hacer frente al aumento de
los precios de los combustibles.
Opiniones
del ciudadano común
Los más recientes sondeos sugieren que la mayoría de
los estadounidenses creen que el país va por mal camino.
Una encuesta de USA Today y la Universidad de Suffolk
realizado antes de la aprobación del proyecto de ley de infraestructuras reveló
que solo el 38 por ciento de los votantes registrados considera positivo el
desempeño de Biden como presidente y el 46 por ciento estima que ha actuado peor
de lo que esperaban.
El jefe de gabinete de la Casa Blanca, Ron Klain,
admitió que «ha sido un año duro y difícil” para el mandatario y atribuyó la
caída en su aceptación a que lidió, entre otros, con los problemas heredados de
la administración de su predecesor, Donald Trump.
En ese sentido, insistió durante una entrevista en el
programa “Meet the Press”, de la NBC, que el actual gobierno hace un esfuerzo
por salir de “los agujeros que nos dejaron».
El funcionario admitió que los estadounidenses se sienten
frustrados con el ritmo de la recuperación de la pandemia, aunque la creación
de empleos repuntó bajo la actual administración en comparación con la de
Trump.
«Entiendo que los votantes están cansados, los
estadounidenses están cansados de lo mucho que se ha tardado en poner en marcha
la economía, en controlar la Covid-19 «, dijo Klain.
Los estrategas demócratas dicen que la Casa Blanca
necesita dar un giro para convencer a los votantes de que toma medidas para
resolverles, ciertamente, sus problemas.
«Es bastante sombrío», enfatizó uno de ellos al diario
The Hill: «No creo que la gente se dé cuenta de dónde estamos como partido
ahora mismo».
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