PAPA FRANCISCO LLAMA A LOS JÓVENES: "TENGAN LA VALENTÍA DE IR CONTRACORRIENTE , COMO JESÚS"
CIUDAD DEL VATICANO (21 Noviembre 2021).- En su homilía de la Misa en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo y celebración de la XXXVI Jornada Mundial de la Juventud a nivel diocesano; el Papa Francisco alentó a los jóvenes a tener la valentía de ir contracorriente por el mundo. "No contra alguien, como hacen los victimistas y los complotistas, que siempre cargan la culpa sobre los demás; sino contra la corriente malsana de nuestro yo egoísta, cerrado y rígido, para ir tras las huellas de Jesús", puntualizó.
La mañana del 21 de noviembre, solemnidad de
Jesucristo, Rey del Universo, celebración litúrgica que tiene lugar el último
domingo del tiempo ordinario en el calendario de rito romano y que fue
establecida por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925; el Papa Francisco
presidió la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, en la que también se
celebró la XXXVI Jornada Mundial de la Juventud a nivel diocesano, en las
Iglesias locales de todo el mundo bajo el lema "¡Levántate! Te hago
testigo de las cosas que has visto" (las palabras de Jesús a san Pablo que
encontramos en los Hechos de los Apóstoles capítulo 26, versículo 16).
Las
dos imágenes de Jesús en la Liturgia de hoy
En su homilía el Santo Padre reflexionó sobre dos
imágenes, tomadas de la Liturgia del día, que ayudan a acercarnos a Jesús Rey
del Universo:
La primera, basada en el Apocalipsis de san Juan y
anticipada por el profeta Daniel en la primera lectura, está descrita con estas
palabras: “Viene entre las nubes” (cf. Ap 1,7; Dn 7,13). Se refiere a la venida
gloriosa de Jesús como Señor y como el fin de la historia. La segunda imagen es
del Evangelio, Cristo está ante Pilato y le dice: «Soy rey» (Jn 18,37).
En este sentido, el Papa invitó a los jóvenes a
detenerse a contemplar estas imágenes de Jesús, mientras inician el camino
hacia la Jornada Mundial del 2023 en Lisboa:
“Detengámonos entonces en la primera: Jesús que viene
entre las nubes. Es una imagen que habla de la venida de Cristo en la gloria al
final de los tiempos. Nos hace comprender que la última palabra sobre nuestra
existencia será de Jesús, no es la nuestra. El profeta Daniel, además, especifica
que vio al Señor que venía entre las nubes, contemplándolo “en una visión
nocturna” (cf. Dn 7,13), esto quiere decir que Dios viene durante la noche,
entre las nubes a menudo tenebrosas que se ciernen sobre nuestra vida. Cada uno
de nosotros conoce estos momentos. Es necesario que lo reconozcamos, que
miremos más allá de la noche, que levantemos la mirada para verlo en medio de
la oscuridad”
Tener
ojos luminosos aun en las tinieblas
Asimismo, el Papa exhortó a los chicos y chicas de
todo el mundo a profundizar en las visiones nocturnas, es decir, a tener ojos
luminosos aun en medio de las tinieblas:
"No dejen de buscar la luz en medio de las
oscuridades que llevamos en el corazón y que vemos a nuestro alrededor.
Elevemos la mirada desde la tierra hacia lo alto, no para huir, ¡no!, para
vencer la tentación de quedar tumbados en el piso de nuestros miedos. Este es
el peligro: que nos guíen nuestros miedos. No quedemos encerrados en nuestros
pensamientos, compadeciéndonos de nosotros mismos", añadió.
Jóvenes,
gracias por soñar
Por otra parte, el Pontífice agradeció a los jóvenes
en nombre de toda la Iglesia por los sueños que tienen, "cuando hacen de
Jesús el sueño de sus vidas y lo abrazan con alegría, con un entusiasmo
contagioso que nos hace bien. Gracias por las veces que son capaces de seguir
soñando con valentía, por las veces que no dejan de creer en la luz aun en
medio de las noches de la vida, por las veces que se comprometen con pasión
para hacer nuestro mundo más hermoso y humano".
"Gracias por las veces que cultivan el sueño de
la fraternidad, por las veces que se preocupan de las heridas causadas a la
creación, por las veces que luchan por la dignidad de los más débiles y
difunden el espíritu de la solidaridad y el compartir", puntualizó
indicando que "¡necesitamos el entusiasmo y el ardor de los jóvenes para
ser testigos de Dios que es siempre joven!".
Jesús
es Rey y asume su responsabilidad
Analizando la segunda imagen de la Liturgia dominical,
Francisco habló de Jesús que dice a Pilato: “Soy rey”.
Impacta su determinación -dijo el Papa- su valentía,
su libertad suprema. Ha sido arrestado, llevado al pretorio, interrogado por
quien puede condenarlo a muerte. En semejante circunstancia hubiera podido
dejar que prevaleciera el derecho natural a defenderse, quizá buscando
“arreglar las cosas”, pactando una solución de compromiso. En cambio, Jesús no
escondió la propia identidad, no camufló sus intenciones, no se aprovechó de un
resquicio que Pilato le dejaba abierto para salvarlo. No. Con la valentía de la
verdad respondió: “Soy rey”.
En este punto, el Pontífice destacó que Jesús, asumió
la responsabilidad de su vida: he venido para una misión y llegaré hasta el
final para dar testimonio del Reino del Padre. Dijo: «Para esto he nacido y he
venido al mundo, para dar testimonio de la verdad» (Jn 18,37).
La
valentía de ir contracorriente
Igualmente, el Papa indicó a los jóvenes que la
libertad de Jesús atrae y los invitó a dejar que esta libertad vibre dentro de
cada uno, "que nos sacuda, que suscite en nosotros la valentía de la
verdad", para poder así vivir plenamente.
De este modo -finalizó Francisco- en la libertad de
Jesús también encontramos la valentía de ir contracorriente, no contra
alguien,- que es la tentación de cada día - como hacen los victimistas y los
complotistas, que siempre cargan la culpa sobre los demás; sino contra la
corriente malsana de nuestro yo egoísta, cerrado y rígido, que tantas veces
busca cordadas para sobrevivir, no. Ir contracorriente es ir tras las huellas
de Jesús:
“Sean libres, auténticos, sean la conciencia crítica
de la sociedad. No tengan miedo de criticar. Nosotros necesitamos sus críticas.
Tengan pasión por la verdad, para que con sus sueños puedan decir: mi vida no
es esclava de las lógicas de este mundo, porque reino con Jesús por la
justicia, el amor y la paz. Deseo que cada uno de ustedes pueda sentir la
alegría de decir: 'También yo soy rey con Jesús'. Soy rey, soy un signo
viviente del amor de Dios, de su compasión y ternura”
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