"ANTE LAS ADVERSIDADES DE LA VIDA, SER VALIENTES COMO JOSÉ": EL LLAMADO DEL PAPA EN AUDIENCIA
CIUDAD DEL VATICANO (29 Diciembre 2021).- Es un error común considerar la valentía como virtud exclusiva del héroe, puesto que, en realidad, “la vida cotidiana de cada persona requiere valor para afrontar las dificultades de cada día”. Lo dijo el Papa Francisco en la Audiencia General del último miércoles del 2021. El Santo Padre habló de José como un migrante “perseguido y valiente”, y realizó un fuerte llamamiento por los migrantes, que acompañó con una oración al padre adoptivo de Jesús.
En la audiencia General del último miércoles del año,
el Papa Francisco habló de José como un migrante “perseguido y valiente” al
referirse del episodio de la “huida a Egipto”, narrado en el Evangelio de
Mateo. La familia de Nazaret sufrió en primera persona la precariedad, el miedo
y el dolor de tener que abandonar su tierra natal: una situación que también
hoy deben experimentar muchos hermanos nuestros. Motivo de ello, según el Papa,
es “casi siempre” la prepotencia y violencia de los poderosos.
Tras recordar el episodio, el Papa Francisco hizo
presente las opuestas personalidades del padre adoptivo de Jesús y de Herodes:
el uno, premuroso y valiente, el segundo, de una crueldad “despiadada”.
Era un hombre cruel: para resolver los problemas,
tenía solamente una receta: matar. Es el símbolo de muchos tiranos de ayer y de
hoy; y para ellos, para estos tiranos, la gente no cuenta: cuenta el poder, y
si necesitan de espacio de poder, matan a la gente. Esto sucede hoy: no debemos
ir a la historia antigua, hoy sucede. Es el hombre que se convierte en
"lobo" para los otros hombres. La historia está llena de
personalidades que, viviendo a merced de sus miedos, intentan vencerlos
ejerciendo el poder de manera despótica y realizando actos de violencia
inhumanos.
Advirtió, el Santo Padre, que no sólo se vive “en la
perspectiva de Herodes” si se convierte en “tiranos”, puesto que todos pueden
caer en dicha actitud:
De hecho, todos podemos caer en esta actitud, cada vez
que tratamos de disipar nuestros miedos con la prepotencia, aunque sea sólo
verbal o hecha a base de pequeños abusos realizados para mortificar a los que
nos rodean. También nosotros tenemos en el corazón la posibilidad de ser
pequeños Herodes.
José "es todo lo contrario a Herodes”. En primer
lugar, es “un hombre justo” - dijo Francisco - mientras que Herodes, es un dictador.
Pero, además, el padre de Jesús “muestra valor al cumplir la orden del Ángel”.
Cabe imaginar las vicisitudes que tuvo que afrontar
durante el largo y peligroso viaje y las dificultades que comportaron la
permanencia en un país extranjero, con otro idioma. muchas dificultades. Su
valentía surge también en el momento de su regreso, cuando, tranquilizado por
el Ángel, supera sus comprensibles temores y se instala con María y Jesús en
Nazaret (cf. Mt 2,19-23). Herodes y José son dos personajes opuestos, que
reflejan las dos caras de la humanidad de siempre.
Según el Papa “es un error común considerar la
valentía como la virtud exclusiva del héroe”, puesto que, en realidad, “la vida
cotidiana de cada persona requiere valor para afrontar las dificultades de cada
día”.
En todas las épocas y culturas encontramos hombres y
mujeres valientes que, por ser coherentes con sus creencias, han superado todo
tipo de dificultades, soportado injusticias, condenas e incluso la muerte. La
valentía es sinónimo de fortaleza, que, junto con la justicia, la prudencia y
la templanza forma parte del grupo de virtudes humanas conocidas como
"cardinales".
La lección que hoy nos deja José – concluyó el Santo
Padre - es la siguiente: la vida siempre nos depara adversidades, es verdad, y
ante ellas también podemos sentirnos amenazados, con miedo, pero sacar lo peor
de nosotros, (como hace Herodes), no es el modo para superar ciertos momentos,
sino actuando como José, que reacciona ante el miedo con la valentía de confiar
en la Providencia de Dios.
Creo que hoy es necesaria una oración por todos los
migrantes y por todos los perseguidos y por todos aquellos que son víctimas de
circunstancias adversas: ya sea por circunstancias políticas, históricas o
personales. Pero, pensemos en tantas personas que son víctimas de las guerras y
que quieren huir de su patria y no pueden; pensemos en los migrantes que
inician ese camino para ser libres y muchos fallecen en la calle o en el mar;
pensemos en Jesús en los brazos de José y María, huyendo, y veamos en él a cada
uno de los migrantes de hoy. La migración actual es una realidad a la que no
podemos cerrar los ojos. Es un escándalo social para la humanidad.
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