"QUE LA NAVIDAD NO SE CONTAMINE CON EL CONSUMISMO": EL PAPA A DONADORES DEL ÁRBOL Y EL PESEBRE
CIUDAD DEL VATICANO (10 Diciembre 2021).- La mañana de este viernes, 10 de diciembre, el Santo Padre ha recibido en audiencia a los miembros de las delegaciones que este año han donado el pesebre y el árbol de Navidad que han sido instalados en la Plaza de San Pedro y en el Aula Pablo VI del Vaticano, a ellos el Pontífice les exhortó a que, no dejemos que la Navidad se contamine con el consumismo y la indiferencia.
“En Navidad, Dios se revela no como el que está en lo
alto para dominar, sino como el que se abaja, se hace pequeño y pobre, para
servir: esto significa que la manera de parecerse a Él es la de abajarse, la
del servicio”, lo dijo el Papa Francisco en sus saludos a los miembros de las
delegaciones que este año han donado el pesebre y el árbol de Navidad que han
sido instalados en la Plaza de San Pedro, a quienes recibió en audiencia, la
mañana de este viernes 10 de diciembre, en el Aula Pablo VI del Vaticano.
En sus saludos, el Santo Padre agradeció y dio la
bienvenida a las delegaciones del Perú, quienes han donado el pesebre para la
Plaza de San Pedro; a la delegación de Trentino, en Italia, quienes han donado
el árbol de Navidad y a la delegación de la parroquia de San Bartolomé in
Gallio, en la diócesis de Padua, Italia, quienes han donado el pesebre para el
Aula Pablo VI.
El Papa Francisco dirigiendo sus saludos a la
Delegación Peruana de Huancavelica – departamento en el que se encuentra el
pueblo de Chopcca, de donde proviene el gran pesebre instalado en la Plaza de
San Pedro – agradeció a Monseñor Carlos Salcedo Ojeda, Obispo de Huancavelica,
y a las Autoridades civiles y eclesiásticas, especialmente al Ministro de
Relaciones Exteriores del Perú, y a todos los que han colaborado en la
realización de este pesebre. “Los personajes del pesebre – precisó el Santo
Padre – realizados con materiales y ropas característicos de esos territorios,
representan a los pueblos de los Andes y simbolizan la llamada universal a la
salvación. De hecho – subrayó el Papa – Jesús vino a la tierra en la concreción
de un pueblo para salvar a todo hombre y mujer, de todas las culturas y
nacionalidades”.
El
abeto es un signo de Cristo que brilla con la luz del amor
Asimismo, al dirigir sus saludos a la Delegación de
Andalo, en Trentino, Italia, el Papa Francisco saludó a las Autoridades, los
sacerdotes, y a los fieles acompañados por el Arzobispo, Monseñor Lauro Tisi. A
ellos les dijo que, “el árbol permanecerá junto al pesebre hasta el final de
las fiestas navideñas y será admirado por peregrinos de muchos lugares. El
abeto es un signo de Cristo, el árbol de la vida un árbol al que el hombre no
tenía acceso a causa del pecado. Pero con la Navidad, la vida divina se ha
unido a la vida humana. El árbol de Navidad, entonces, evoca el renacimiento,
el don de Dios que se une al hombre para siempre, dándonos su vida. Las luces
del abeto recuerdan la de Jesús, la luz del amor que sigue brillando en las
noches del mundo”.
No
dejemos que la Navidad se contamine con el consumismo
El Santo Padre también exhortó a que, no dejemos que
la Navidad se contamine con el consumismo y la indiferencia.
Sus símbolos, especialmente el pesebre y el árbol
decorado, nos devuelven a la certeza que llena de paz nuestros corazones, a la
alegría de la Encarnación, al Dios que se hace familiar: vive con nosotros, da
un ritmo de esperanza a nuestros días. “El árbol y el pesebre – indicó el
Pontífice – nos introducen en el típico ambiente navideño que forma parte del
patrimonio de nuestras comunidades: un ambiente de ternura, de compartir y de
intimidad familiar. No vivamos una Navidad falsa y comercial. Dejémonos
envolver por la cercanía de Dios, por el ambiente navideño que el arte, la
música, las canciones y las tradiciones traen a nuestros corazones”.
Por RENATO
MARTÍNEZ/Vatican News
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