CONDENAN POR CORRUPCIÓN A DIRECTOR Y SUBDIRECTOR DEL BANCO DEL VATICANO, DEBERÁN PAGAR INDEMNIZACIÓN DE 40 Y PICO MILLONES DE EUROS


CIUDAD DEL VATICANO (22 Enero 2022).- 
La condena de los exdirectivos del IOR Paolo Cipriani y Massimo Tulli . El Tribunal de Apelación reconoció plenamente los motivos del Instituto de Obras de Religión y condenó a Cipriani y Tulli -exdirector y subdirector general respectivamente del 'Banco del Vaticano'- a indemnizarlo con unos 40 millones de euros. El IOR lo comunica.


Así lo anunció el propio Instituto en un comunicado.




La sentencia, depositada el 18 de enero, desestima íntegramente las pretensiones de los dos exdirectivos, confirmando lo resuelto en primera instancia contra ellos, y les condena a indemnizar al Instituto por los daños y perjuicios causados, que se han liquidado en 35.740.587 euros en concepto de daño emergente, y 4.799.445 euros por lucro cesante (lo que supone un total de 40.540.032 euros, más la devaluación de la moneda y los intereses legales). 




El Tribunal de Justicia ha impuesto las costas del procedimiento a los apelantes, incluidas las correspondientes a la primera instancia.


La sentencia -señala el comunicado del IOR- se refiere a "la mala gestio" con la que Cipriani y Tulli concertaron algunas de las inversiones del Instituto entre 2010 y 2013, y que "inmediatamente resultaron perjudiciales por ser problemáticas y, en varios casos, también ilegítimas y objeto de procedimientos penales".




"El juicio -continúa el comunicado- es la continuación de un profundo trabajo de renovación y transformación del Instituto en aplicación de las importantes reformas del sector financiero del Vaticano y de la Santa Sede, gracias a las cuales el Instituto ha podido identificar los abusos cometidos contra él y defender su patrimonio, que es además patrimonio de la Iglesia. 


Fue el primero de este tipo en el Estado de la Ciudad del Vaticano, que sirvió de precursor de otros  casos similares, que todavía están en curso".


La Audiencia ha colocado las costas judiciales a cargo de los recurrentes , incluidas las relativas al primer grado. La sentencia versa sobre la 'mala gestio' con la que Paolo Cipriani y Massimo Tulli concertaron unas inversiones del Instituto entre 2010 y 2013, y que de inmediato resultaron perjudiciales por problemáticas y, en varios casos, también ilegítimas y sujetas a proceso penal.


“La sentencia sigue un profundo trabajo de renovación y transformación del Instituto en la implementación de las importantes reformas del sector financiero del Vaticano y de la Santa Sede –subraya el IOR-, gracias a las cuales el Instituto pudo identificar los abusos cometidos en su contra y defender su patrimonio, que es el patrimonio de la Iglesia”. 


El primero de su tipo dentro del Estado de la Ciudad del Vaticano, que sirvió como precursor de otros casos similares, aún en curso.

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