CUBA "QUE EL TURISMO SE ALIMENTE CON PRODUCTOS LOCALES, LA IMPORTACIÓN NO PUEDE SER LA SOLUCIÓN"
VARADERO, Matanzas (16 Febrero 2022).– Justo al amanecer, el campesino Aliesky González coloca en el camión los primeros sacos con los productos agrícolas que prevé trasladar para su venta en seis o siete instalaciones turísticas de este balneario.
Antes de partir de la finca, situada en las cercanías
del poblado de Jagüey Grande, revisa el estado de los cultivos y se asegura de
que todos tengan la calidad requerida para no defraudar a sus habituales
clientes.
En un área de apenas dos hectáreas de tierra,
pertenecientes a la cooperativa de créditos y servicios (CCS) José Martí, el
joven campesino obtiene unas siete toneladas de productos cada semana para
contribuir con los «frijoles» del turismo.
En la puerta trasera del Iberostar Varadero esperan, todos
los jueves, a este cultivador de verduras, frutas y viandas, con quien, desde
hace algún tiempo, el hotel estableció un convenio sin grandes escollos que
superar hasta la fecha.
«Nosotros le hacemos el pedido los lunes, y él
satisface la demanda con productos frescos, de calidad y un precio mutuamente
ventajoso; nunca falla, es muy responsable en su trabajo», comenta Michel
García Martínez, jefe de Abastecimiento en el hotel.
En su acostumbrada entrega, el productor jagüeyense
carga con piña, melón, pepino, guayaba, boniato, y frutabomba, su producto
estrella, además de algunas frutas exóticas, de mucha aceptación entre los
clientes extranjeros, reconoce García Martínez.
«Cuando empezamos, el precio no era muy llamativo para
nosotros, pero la cosa fue mejorando y en la marcha nos pusimos de acuerdo.
Ahora, la única insatisfacción del productor es no recibir algún porciento del
pago en esa otra moneda que se denomina cl, lo que se dice capacidad líquida,
necesaria para adquirir los insumos».
Según explicó el propio campesino, dicho sistema de
pago, con un retorno en cl, está aprobado en las instalaciones de Gaviota, no
así en las de Cubanacán.
Iberostar Varadero tiene contrato, además, con cuatro
cooperativas, y de ese modo logran completar el volumen de vegetales y una
presencia de entre ocho y nueve frutas diarias, aunque es algo que se puede
mejorar, admiten directivos de la instalación.
Otra
ruta firme
Con el obstáculo apreciable de transportar sus
productos desde distancias notables, una vez al mes la CCS Mario Muñoz cubre la
ruta desde la localidad de Velasco, en Holguín, hasta el hotel Royalton
Hicacos, en Varadero.
La entidad comercializa, básicamente, condimentos,
pasta de ajo y bijol, precisa Mabel Cuéllar López, su representante en la
provincia de Matanzas.
Amaury Echevarría Ruiz, asistente de compra, explicó
que la cooperativa holguinera los abastece de forma regular con productos de
una calidad que puede competir inclusive con los importados.
Son, además, mercancías de muy buena presentación,
subrayó tras hacer notar que la relación del hotel con los productores
independientes y cooperativas pasa hoy por un buen momento.
«Estamos bien si nos comparamos con seis meses atrás,
mejor de lo que pensábamos», resaltó Yoanh David Pérez Sánchez, el subdirector
general, aunque dejó claro que aspiran a una mayor diversidad.
«Queremos potenciar, sobre todo, las frutas exóticas,
así como los cultivos sobre bases agroecológicas, muy demandados por los
turistas. Hay que verlos cómo se deleitan al ver un racimo de plátano de la
variedad manzano colgado en un espacio señalado del bufé».
Resaltó el hecho de que, aunque hoy existe mayor
competencia y hay más opciones para los productores, los campesinos tienen sus
ventajas al vender directamente a los hoteles.
«En realidad el beneficio es mutuo, el hotel gana con
productos frescos y de calidad, y el guajiro asegura con nosotros la venta de
toda su producción. Nos conviene a ambos», recalcó.
Hoteles
acomodados
Según la costumbre del pichón, algunos hoteles esperan
con el «pico abierto» a que les traigan la comida y no visitan nunca, en el
campo, a sus principales proveedores.
Se conforman con esperar a que lleguen con los
productos agrícolas, algo que no es bueno para la buena marcha del turismo,
considera Llilddrey Torres Hernández, jefa de Comercialización de la Delegación
Provincial de la Agricultura.
Dijo, sin embargo, que cada vez son menos los que se
quedan acomodados en el confort del hotel, pues han comprendido que existe
competencia y otros mercados atractivos. Saben que, al contactar con los
campesinos, consiguen mejores precios, evitan a los intermediarios y logran
productos frescos y de mayor calidad.
Y no puede ser una visita formal, debe tener la
intención de ampliar, diversificar y mejorar el servicio que presta la
instalación, sin estar ajeno a la suerte del campesino, comentó.
En estos momentos hay un total de 34 formas
productivas vinculadas al sector turístico, con una estrategia de siembra
escalonada, de acuerdo con la época del año. Entre todas garantizan el mayor
porciento de las hortalizas y las frutas, asegura Torres Hernández.
Otro aporte no menos importante de la provincia de
Matanzas está en manos de nueve comercializadoras estatales, encabezadas por
Frutas Selectas.
Las mismas contribuyen con aproximadamente el 70 % de
los productos del campo con destino al principal destino de sol y playa del
país, ahora mismo con 52 hoteles en operación.
Según cálculos de expertos, se trata de un volumen
alto de alimentos, pese a que el número de clientes hoy en el polo está en el
entorno de los 13 000 turistas, cifra inferior a las habituales para esta fecha
en tiempos corrientes.
Entregado a esta misión se encuentra el Combinado de
Cítricos de Jagüey Grande, con la entrega de jugos y néctares, las casas de
cultivos protegidos de la Empresa Agroindustrial Victoria de Girón, así como el
zeopónico de Cárdenas, de donde salen los vegetales y hortalizas para el
autoabastecimiento del municipio y la venta al turismo.
También es significativa la participación de la
Empresa Agroindustrial Ceballos y la Empresa de Cultivos Varios La Cuba, ambas
de Ciego de Ávila. También comercializan otras formas productivas de Villa
Clara y La Habana.
Producir
para turismo no es solo una opción
Aun cuando el número de excursionistas está por debajo
de lo acostumbrado, la presión es tremenda, reconoce Carlos Jesús Morales
Martell, director de la unidad empresarial de base (UEB) Frutas Selectas
Matanzas.
Dijo que la transportación de los productos se logra
gracias al parque de vehículos de carga, seis de ellos encargados de la
comercialización en Varadero.
Producir con destino al turismo no es una opción,
estamos precisados a sustituir importaciones con productos nacionales en estas
circunstancias tan adversas en el ámbito económico, razonó, luego de situar las
mayores insatisfacciones en la escasez de productos procesados industrialmente
y la insuficiente capacidad de frío y conservación.
Ivis Fernández Peña, delegada del Ministerio del
Turismo en la provincia, reconoció el impulso a este programa de aseguramientos
al turismo, algo que se chequea casi a diario, mucho antes del pasado 15 de
noviembre, explicó.
Se mostró optimista por el progreso de un tiempo a la
fecha, sobre todo por el exitoso vínculo directo entre los productores
agropecuarios y los hoteles, y gracias al cual hoy garantizan alrededor del 70
% de los productos frescos, tanto agrícolas como procesados, que consumen las
instalaciones.
No obstante, insistió, todavía pueden desatarse muchas
iniciativas para obtener en el territorio algunos productos que se importan, lo
cual encarece la actividad y atenta contra la excelencia de los servicios en el
sector.
La importación no puede ser la solución, debemos ser
capaces de proveer con productos nacionales a nuestros hoteles y asegurar así
la atención al creciente arribo de visitantes, dijo.
Es preciso continuar trabajando para incrementar esos
aseguramientos, y cada organismo debe replantearse su relación con el turismo
para ayudar a satisfacer sus altas exigencias y necesidades, y beneficiarse
mutuamente, subrayó.
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