KIEV (26 Febrero 2022).- Las tropas rusas se acercaban a la capital de Ucrania tras una noche de explosiones y combates callejeros que llevaron a los residentes en Kiev a refugiarse bajo tierra. El presidente del país rechazó una oferta de Estados Unidos para ser evacuado e insistió en que se quedaría. "La lucha está aquí", expresó Volodymyr Zelenskyy.
No estaba claro hasta dónde han avanzado los soldados
rusos. Las autoridades ucranianas reportaron algunos éxitos en su defensa, pero
los combates continuaban en la capital. Las escaramuzas registradas en las
afueras sugerían que pequeñas unidades rusas estarían intentando abrir camino
para el grueso del contingente.
Rusia sostiene que su ofensiva está dirigida
únicamente a objetivos militares, pero la mayor guerra terrestre en Europa
desde la Segunda Guerra Mundial ha causado bajas y heridos civiles.
Un misil alcanzó un edificio de departamentos en el
extremo suroccidental de Kiev, cerca de uno de sus dos aeropuertos comerciales,
notificó el alcalde Vitali Klitchsko. El proyectil provocó un agujero en uno de
los laterales del inmueble y destrozó viviendas en varios pisos. Según un
rescatista, seis civiles resultaron heridos.
El alcalde amplió el toque de queda decretado hace dos
días desde las 5:00 p.m. hasta las 8:00 a.m. con efecto inmediato.
"Todos los civiles que estén en la calle durante
el toque de queda serán considerados miembros de los grupos de reconocimiento y
sabotaje del enemigo", aseguró Klitschko.
El conflicto ha llevado a cientos de miles de
ucranianos a abandonar sus casas. Funcionarios de Naciones Unidas dijeron que
más de 120,000 huyeron a Polonia, Moldavia y a otras naciones vecinas, y
apuntan que la cifra podría llegar a los cuatro millones si la situación
empeora.
Los enfrentamientos callejeros continúan a dos días de
combates que causaron cientos de muertes y destrozaron puentes, escuelas y
edificios residenciales. Los funcionarios estadounidenses creen que el
presidente ruso, Vladimir Putin, está decidido a derrocar al gobierno de
Ucrania y a reemplazarlo con su propio régimen.
En la confusión de la guerra, no estaba claro qué
partes del país están bajo control ucraniano y cuáles están en manos rusas.
Pero tanto las autoridades ucranianas como las occidentales han asegurado que
el ejército ha logrado ralentizar el avance ruso.
El asalto representó el esfuerzo más audaz de Putin
hasta la fecha para redibujar el mapa mundial y revivir la influencia de Moscú
en la época de la Guerra Fría. La ofensiva desencadenó una oleada de esfuerzos
internacionales para poner fin a la invasión, incluyendo sanciones directas al
líder ruso.
Zelenskyy ofreció nuevas garantías el sábado de que el
ejército hará frente a la invasión. En un desafiante video grabado en una calle
en el centro de Kiev, dijo que seguía en la ciudad y desmintió las afirmaciones
de que los soldados ucranianos depondrían las armas.
"No vamos a abandonar las armas. Protegeremos el
país", afirmó. "Nuestra arma es nuestra verdad, y nuestra verdad es
nuestra tierra, nuestro país, nuestro hijos. Y lo defenderemos".
En otra grabación más tarde en el día, el mandatario
aseguró que el plan de Moscú para tomar la capital ucraniana rápido e instalar
un gobierno pantalla no había tenido éxito. En un emotivo discurso, acusó a las
fuerzas rivales de atacar zonas civiles e infraestructuras.
El paradero Zelenskyy era un secreto desde que el
jueves dijo durante una conversación con líderes europeos que él era el
objetivo número uno de Rusia y que podrían no volver a verlo con vida.
El gobierno estadounidense le pidió el sábado que
abandonase Kiev, pero el político rechazó la oferta, según un alto funcionario
de la inteligencia estadounidense con conocimiento directo de la conversación.
El funcionario dijo que el presidente ucraniano afirmó que "la lucha está
aquí" y que necesitaba munición antitanque, no "un viaje".
Por su parte, el ministro ucraniano de Salud reportó
que 198 personas, incluyendo tres niños, fallecieron y más de 1,000 resultaron
heridas desde el inicio de la ofensiva. No estuvo claro si el dato incluía
tanto las bajas civiles como las militares.
Las autoridades ucranianas afirman que cientos de
efectivos rusos han muerto en los primeros días de combates, pero Moscú no ha
ofrecido datos al respecto.
Estados Unidos y otras potencias globales impusieron
las sanciones más duras a Rusia mientras la invasión repercutía en la economía
y en el suministro energético global, amenazando con afectar aún más a la
población. Las competiciones deportivas tomaron medidas para castigar a Rusia,
y el popular concurso de la canción Eurovisión vetó su participación en las
finales de mayo en Italia.
A pesar de todo, Rusia se mantuvo impasible y vetó una
resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que le exigía que frenase el
ataque a Ucrania y retirase las tropas de inmediato. Aunque era una respuesta
esperada, Washington y sus aliados alegaron que el esfuerzo evidenciaría el
aislamiento internacional de Moscú. El resultado — 11 votos a favor, uno en
contra y las abstenciones de China, India y Emiratos Árabes Unidos — mostró una
oposición significativa pero no total a la invasión rusa a su vecino, un país
más pequeño y militarmente más débil.
La OTAN, por su parte, decidió por primera vez
movilizar a parte de su fuerza de respuesta para proteger a sus miembros en el
este de Europa. La alianza no dijo cuántos soldados enviará, pero señaló que
sería un operativo terrestre, marítimo y aéreo.
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