TRABAJAR PARA ERRADICAR CAUSAS DE FUNDAMENTALISMOS: EL LLAMADO DEL PAOA FRANCISCO A LAS IGLESIAS DE IRAK

 

CIUDAD DEL VATICANO (28; Febrero 2022).- Es necesario trabajar para erradicar las causas profundas de los fundamentalismos que arraigan más fácilmente en contextos de pobreza material, cultural y educativa, y que se alimentan de situaciones de injusticia y precariedad, como las que dejan las guerras. Así, el Papa Francisco, al recibir a una delegación de representantes de diferentes iglesias cristianas de Iraq, indicó nuevamente la vía del diálogo interreligioso como “camino de fraternidad hacia la paz”. 

No se puede imaginar Iraq sin cristianos


El Pontífice, que inició su discurso recordando que estas tierras son “tierras de inicios” de las antiguas civilizaciones de Oriente Medio  Medio, de la historia de la salvación, de la vocación de Abraham y de los cristianos, hizo presente, como narra la historia bíblica, que también son tierras de “exiliados”. Algo no “ajeno” a la situación actual y que el Papa remarcó al afirmar que “que no es posible imaginar a Iraq sin cristianos”. 


Con pleno reconocimiento por la labor de las Iglesias que “a través de las relaciones fraternas han establecido muchos vínculos de colaboración”, el Sumo Pontífice animó a los representantes de las Iglesias cristianas a que “a través de iniciativas concretas, del diálogo constante” y del “amor fraterno”, se realicen pasos hacia la plena unidad. 


Puesto que Iraq “tiene la vocación de mostrar, en Oriente Medio y en el mundo, la coexistencia pacífica de las diferencias”, citando la declaración conjunta realizada con el Catolicós-Patriarca Mar Gewargis III en 2018, el Papa exhortó a no dejar nada “sin probar” para que los cristianos sigan sintiendo que Iraq es “su casa” y que son “ciudadanos de pleno derecho, llamados a aportar su contribución a la tierra en la que han siempre vivido”. 

El diálogo mejor antídoto contra el extremismo


Hoy por hoy es “indispensable”, según el Pontífice, la vocación de “comprometerse para que las religiones estén al servicio de la fraternidad”. El   camino del diálogo interreligioso, subrayó, "no es una cuestión de mera cortesía”, de “negociación” ni de “diplomacia”, sino que “va más allá”: se trata de “un camino de fraternidad hacia la paz”, a menudo agotador pero que “especialmente en estos tiempos”, Dios “pide y bendice”. 




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