"LA GUERRA ES UN ACTO BÁRBARO QUE DEBE SER ABOLIDO CALLAR LAS ARMAS", PROCLAMA PAPA FRANCISCO
CIUDAD DEL VATICANO (27 Marzo 2022).- Un nuevo llamamiento del Papa Francisco por la paz en Europa del Este. El Pontífice, que el 25 de marzo presidió el Acto de Consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María en la Basílica de San Pedro, vuelve a alzar su voz para que se silencien las armas y se detenga el conflicto.
"Ha pasado más de un mes -recuerda el Papa tras
la oración mariana del Ángelus- desde la invasión de Ucrania, desde el inicio
de esta guerra cruel y insensata que, como toda guerra, representa una derrota
para todos, para todos nosotros. Es necesario repudiar la guerra, un lugar de
muerte donde los padres y las madres entierran a sus hijos, donde los hombres
matan a sus hermanos sin siquiera verlos, donde los poderosos deciden y los
pobres mueren".
La guerra no sólo devasta el presente, sino también el
futuro de una sociedad. He leído que desde el comienzo de la agresión contra
Ucrania, uno de cada dos niños ha sido desplazado del país. Esto significa
destruir el futuro, causando un trauma dramático en los más jóvenes e inocentes
de entre nosotros. ¡Esto es la bestialidad de la guerra, un acto bárbaro y
sacrílego! La guerra no puede ser algo inevitable: ¡no debemos acostumbrarnos a
ella! En cambio, debemos convertir la indignación de hoy en el compromiso de
mañana. Porque, si salimos de esta situación como antes, todos seremos
culpables de alguna manera. Ante el peligro de la autodestrucción, que la
humanidad comprenda que ha llegado el momento de abolir la guerra, de
cancelarla de la historia de la humanidad antes de que sea ella la que cancele
al hombre de la historia.
Que
callen las armas
Francisco vuelve a vincular el llamamiento a la paz
con la oración: "¡Ruego a todo dirigente político a que reflexione sobre
esto, a que se comprometa con esto! Y, mirando a la martirizada Ucrania,
comprendamos que cada día de guerra empeora la situación para todos. Por eso
renuevo mi llamamiento: ¡basta, basta, que callen las armas, que se negocie
seriamente por la paz! Recemos de nuevo, sin cansarnos, a la Reina de la Paz, a
la que hemos consagrado a la humanidad, y en particular a Rusia y Ucrania, con
una gran e intensa participación, por la que les doy las gracias a todos".
El Papa y los peregrinos y fieles reunidos en la Plaza
de San Pedro procedieron al rezo de un Avemaría, implorando el fin de esta
masacre.
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