EN VOZ BAJA: LEGISLADORES Y CLASE POLÍTICA SANCRISTOBALENSE "UNÍOS", SOLICITEN AL PRESIDENTE ABINADER REPATRIACIÓN DESDE CUBA RESTOS DEL PALENQUERO MAURICIO BÁEZ
Me apenan los legisladores sancristobalenses, actuales y pasados. También la clase política en sentido general de San Cristóbal.
Y hoy elevo mi voz para solicitarles casarse, si
quieren con la historia, proponiendo al Poder Ejecutivo, en este caso el
presidente Luis Abinader, la ubicación y repatriación desde Cuba de los restos
de Mauricio Báez de los Santos.
Todos en nuestro país
hemos escuchado del nombre de Mauricio Báez. Calles, parques, puentes y entidades llevan su
nombre.
Empero, pocos conocen que
nació en Sabana Grande de Palenque el 23 de septiembre de 1910.
La inmensa mayoría está a oscuras en lo referente a
quién fue en realidad este gran dominicano, este inmenso sancristobalense.
Mauricio Báez de los Santos fue un dirigente sindical,
defensor de las libertades sindicales y luchador por el reconocimiento de los
derechos de los trabajadores de la caña en la República Dominicana.
Destacado miembro de la Federación Local del Trabajo
de San Pedro de Macorís y el líder obrero más importante de la década del 1940.
El acontecimiento más importante de la vida de Maurcio
Báez fue la llamada Huelga Azucarera ocurrida el 7 de enero de 1946, cuando los
obreros de La Romana y de San Pedro de Macorís ocuparon las calles en una
huelga indefinida, exigiendo el aumento de sueldo y el cumplimiento de la
jornada de trabajo de 8 horas diarias.1
Después de dicha huelga, Rafael Leónidas Trujillo
empezó una oleada represiva contra los movimientos sindicales de la región Este,
asesinando y encarcelando a decenas de sus miembros, algunos de los cuales
lograron refugiaron en la Embajada de México, siendo finalmente exiliados.
Entre ellos estuvo Mauricio Báez.
El 8 de diciembre de 1950, agentes encubiertos se presentaron
en la casa número 08 de la calle Cervantes, en La Habana, Cuba, donde
secuestraron a Mauricio Báez, de quien no se supo nada más.
Nuestros legisladores, la clase política sin importar
colores, deben hacer un documento y entregarlo al presidente Abinader solicitando
al Gobierno Socialista de La Habana, la ubicación de los restos de Mauricio
Báez y su posterior repatriación para darle sepultura en Sabana Grande de
Palenque.
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