LA MISERICORDIA Y ECUMEMISMO EN EL ADN DE LA IGLESIA DE ŁÓDZ, PROCLAMA EL PAPA FRANCISCO
CIUDAD DEL VATICANO (29 Abril 2022).- El Papa recibió en audiencia al numeroso grupo de peregrinos polacos de Łódź con motivo del jubileo centenario de esa arquidiócesis que, gracias a las enseñanzas de su primero obispo Wincenty Tymieniecki, es ejemplo de gran misericordia y gran sensibilidad ecuménica.
“La peregrinación es una bella imagen de la Iglesia
sinodal, que camina efectivamente por los caminos de los Apóstoles”. Así lo
expresó el Papa al recibir en audiencia, en el Aula Pablo VI del Vaticano, a
unos 2000 peregrinos polacos provenientes de Łódź para concluir la celebración
del jubileo centenario de la arquidiócesis. Al abrir su discurso, Francisco
habló precisamente del testimonio de fe y amor por la Iglesia de los peregrinos
que vienen a Roma, a la tumba de Pedro, quien con el martirio dio un fuerte y
radical testimonio de su amor por el Señor.
La peregrinación de la Arquidiócesis de Łódź, ubicada
en el centro de Polonia y erigida en 1920, ha sido como dijo el mismo Papa muy
“numerosa, variada y festiva”, conformada por fieles procedentes de las
distintas parroquias, comunidades y grupos eclesiales, sacerdotes, consagrados
y, especialmente, de numerosos jóvenes, de scouts, de personas sin hogar y
discapacitados. Un saludo particular ofreció el Papa a las autoridades civiles
que acompañaron a esta peregrinación, como el presidente del Consejo Regional
de Voivoda y el alcalde de la ciudad de Łódź.
Francisco saluda a un grupo de jóvenes peregrinos de Lodz.
Sinodalidad
y comunión eclesial
En su discurso, el Papa recordó que la primera etapa
del camino del Sínodo de los Obispos, sobre el tema "Por una Iglesia
sinodal: comunión, participación y misión", está llegando a su final:
“Espero que hayan disfrutado la experiencia, redescubriendo la belleza de la
comunión eclesial, de vivir juntos la fe, de responsabilizarse mutuamente, de
compartir con los demás la experiencia de Dios, incluso con los que
aparentemente están alejados o piensan de forma diferente”.
Pero también, Francisco se dirigió a la representación
numerosa de fieles de otras Iglesias cristianas, acompañados por los miembros
de la Sección de Lodz del Consejo Ecuménico Polaco, por el obispo ortodoxo y el
obispo calvinista. “Sé que su presencia aquí y su oración común en Roma forman
parte de las relaciones y actividades ecuménicas permanentes y cotidianas. Su
comunión en la diversidad es un signo de sinodalidad, es sinodalidad en los hechos”,
dijo el Papa.
El
ADN de la Iglesia de Łódź
Este testimonio ecuménico fue el punto de partida para
recordar al primer obispo de esta diócesis, monseñor Wincenty Tymieniecki, que
el Santo Padre describió como “un hombre de gran misericordia y gran sensibilidad
ecuménica”. “A través de su ministerio episcopal – agregó Francisco - el
Espíritu Santo inscribió estos dos aspectos esenciales del cristianismo -la
misericordia y el ecumenismo- en el "ADN" de su Iglesia de Łódź, como
legado y tarea para las generaciones venideras".
La
misericordia requiere imaginación
El Papa destacó las numerosas obras de caridad,
incluso las realizadas de forma personal y espontánea que realizan los fieles y
ciudadanos de Łódź, y bendijo a quienes abren su mente y su corazón, su casa y
sus recursos a los enfermos, a los ancianos, a los desempleados, a los sin
techo, a los inmigrantes, a todos los pobres, a los que sufren y a los
marginados, y a los niños que necesitan un hogar y una familia: “Es así como la
Iglesia asume el rostro más evangélico, el del buen samaritano, que no quiere
ni puede ser indiferente”.
“Hoy la misericordia requiere una gran
"imaginación". Tiene muchas caras, tantas como heridos y caídos hay.
Cada uno lleva en sí mismo alguna herida, aunque no todas son visibles”,
subrayó el Papa.
El
ecumenismo no es opcional
En este contexto, el Pontífice recordó nuevamente a
monseñor Tymieniecki quien “supo unir en sí mismo el valor de la misericordia y
el valor del ecumenismo”. El Santo Padre explicó que este obispo eligió el
camino del ecumenismo mucho antes de que la Iglesia Católica “se embarcara
oficialmente en él”. De allí, la invitación del Papa a los peregrinos de Łódź,
a “mantener vivo este valor” heredado de su primer pastor, a apreciar su
determinación ecuménica, porque “el ecumenismo en la Iglesia no es algo opcional
o decorativo, sino una actitud esencial”.
“Los animo a
caminar juntos, en la reflexión teológica y la evangelización, en la oración
común y la escucha de la palabra de Dios, en el testimonio de la fraternidad.
En este camino están construyendo la sociedad local, a la que llaman con
orgullo la ‘comunidad de las cuatro culturas’".
Por último, Francisco manifestó su deseo de quela
experiencia de este jubileo centenario los vea renovados y fortalecidos para la
evangelización, lo ayude a interpretar los nuevos retos que el tiempo presenta
y a discernir los instrumentos adecuados para afrontarlos: “Les deseo la
credibilidad, la coherencia y la fuerza atractiva del testimonio; que
experimenten y cultiven cada vez más las relaciones fraternas en su Iglesia”.
La
peregrinación en Roma
La peregrinación de Łódź a Roma comenzó el 26 de abril
con la misa en la Basílica de Santa María la Mayor. Antes de la liturgia, los
fieles polacos fueron recibidos por el cardenal Stanisław Ryłko, arcipreste de
la basílica. A la celebración asistieron los obispos de la archidiócesis y el
cardenal Konrad Krajewski, limosnero del Papa nacido en Łódź. En su homilía,
monseñor Grzegorz Ryś, arzobispo metropolitano de Łódź, indicó un horizonte:
necesitamos, dijo, nacer de nuevo.
El 27 de abril, octavo aniversario de la canonización
de San Juan Pablo II, los peregrinos de la archidiócesis de Łódź participaron
en la audiencia general. Tras la catequesis, el Papa Francisco les dirigió
estas palabras: "Saludo cordialmente a los polacos, especialmente a los
peregrinos de la archidiócesis de Łódź, que, junto con sus pastores, dan
gracias a Dios por el centenario de su diócesis". Otro momento central de
la peregrinación es el encuentro de hoy con el Papa Francisco.
Por ALINA
TUFANI DÍAZ/Vatican News
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