"MUY FRAGIL, PERO BIEN", BENEDICTO XVI EL PAPA EMÉRITO CUMPLE 95 AÑOS DE EDAD
CIUDAD DEL VATICANO (16 Abril 2022).- Hoy, Sábado Santo, el Papa emérito cumple 95 años. Nuestros colegas de Radio Horeb en Munich hablaron con su secretario personal, el arzobispo Georg Gänswein. De sus palabras se desprende el ambiente festivo, pero también la vida cotidiana de una personalidad que "ha dado forma a la Iglesia y a la teología"
Era el 16 de abril de 1927 -un Sábado Santo- cuando
Joseph Ratzinger, que luego sería el Papa Benedicto XVI, nació en la localidad
bávara de Marktl am Inn. Y este año, además, su cumpleaños cae en la víspera de
la Santa Pascua. Su vida llena una biografía secular, su personalidad ha
marcado profundamente la Iglesia y la teología, como señala el arzobispo Georg
Gänswein, secretario particular de Benedicto XVI. "El Papa emérito",
afirma, "está de buen humor, claro que físicamente está relativamente
débil y frágil, pero más bien lúcido.
El
silencio del Sábado Santo
95 años es una edad importante. No habrá fiesta,
precisa monseñor Gänswein, porque el Sábado Santo es "el día que expresa
el descanso sepulcral de Cristo". También para el domingo de Pascua, por
supuesto, añade, "habrá una celebración litúrgica. Luego, durante la
Semana Santa, vendrán delegaciones más pequeñas y algunas personas a ofrecer
sus buenos deseos". Monseñor Gänswein recuerda la visita del Papa
Francisco al Monasterio Mater Ecclesiae en los Jardines Vaticanos para las
felicitaciones el 13 de abril, una visita anticipada -señala- ya que el Sábado
Santo es "un día muy intenso para Francisco".
Desde hace algún tiempo, relata monseñor Gänswein, el
Papa emérito ya no celebra la Pascua como celebrante principal, simplemente
"porque ya no tiene fuerzas para estar de pie todo el tiempo y ya no tiene
fuerza en la voz". Sin embargo -añade- sigue la liturgia, participa en
ella concelebrando, con gran énfasis interior. A su vez, saca nuevas fuerzas,
día tras día, para su vida.
Una
rutina marcada por la Palabra del Señor
En general, la rutina diaria en el Monasterio Mater
Ecclesiae, explica Monseñor Gänswein, "no ha cambiado desde que el Papa es
Emérito. Siempre comienza con la parte más importante del día, a primera hora
de la mañana, es decir, la Santa Misa y las oraciones del Breviario. Después,
es hora de desayunar y de hacer una pausa. A continuación, Benedicto XVI se
dedica a la correspondencia y a las lecturas de la mañana. De vez en cuando hay
espacio para la música, hasta la hora del almuerzo". De nuevo, por la
tarde, un momento para un breve descanso y de vez en cuando para acoger a las
personas de visita. Todo depende -concluye monseñor Gänswein- de cómo se siente
el Papa emérito. Por la tarde no falta "un breve paseo por los Jardines
Vaticanos con el rezo del Rosario, pero sentado". La jornada termina
después de la cena con el noticiero en italiano y con la "oración de la
tarde".
Por MARIO GALGANO Y JOHANNES WIECZORECK/Vatican News
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