"QUE EL CUIDADO DE VÍCTIMAS DE ABUSOS SEA NORMA EN TODAS LAS IGLESIAS: LA EXHORTACIÓN DEL PAPA FRANCISCO A LAS CONFERENCIAS EPISCOPALES
CIUDAD DEL VATICANO (2 Mayo 2022).- En su audiencia a la Comisión Pontificia para la Protección de Menores, el Papa Francisco explica su paso al Dicasterio para la Doctrina de la Fe. En su discurso, exhorta a las Conferencias Episcopales a contribuir a la creación de más centros de escucha de las víctimas e invita a preparar un informe anual sobre las iniciativas de la Iglesia en la lucha contra los abusos.
Las primeras palabras de Francisco son para las
víctimas porque "el abuso, en todas sus formas", afirma, "es
inaceptable". Al recibir en audiencia a la Comisión Pontificia para la
Protección de Menores, el Papa mira a su futuro que la ve incorporada al
Dicasterio para la Doctrina de la Fe, pero manteniendo "libertad de
pensamiento y de acción". En su discurso, son diversas las indicaciones de
trabajo que sugiere, "necesidades más inmediatas que la Comisión puede
ayudar a abordar, especialmente para el bienestar y la pastoral de las personas
que han sufrido abusos".
Por esto los exhorto a ayudar a las Conferencias
Episcopales a crear centros especiales donde las personas que han sufrido
abusos y sus familiares puedan encontrar acogida y escucha y ser acompañadas en
un camino de curación y de justicia, como indica el Motu Proprio Vos estis lux
mundi (cf. Art. 2). Este compromiso será también una expresión de la naturaleza
sinodal de la Iglesia, de comunión, de subsidiariedad.
Un
camino largo y difícil
Tras agradecer a la Comisión, a la que recibió al
término de la asamblea plenaria, el Papa subraya que "los menores y las
personas vulnerables están hoy más seguros en la Iglesia", gracias al
trabajo que se ha realizado y que debe continuarse con esmero para que la misma
Iglesia "resulte plenamente fiable" en la promoción de los derechos
de los niños en todo el mundo.
"El camino hacia la curación -continúa el Papa-
es largo y difícil, requiere una esperanza bien fundada, la esperanza en Aquel
que fue a la cruz y más allá de la cruz. Atravesar los sufrimientos, dejarlos
transformar por el amor de Cristo: es el camino a seguir para todos los
miembros de la Iglesia que deben asumir la responsabilidad en la prevención de
los abusos y trabajar por su curación.
Las personas abusadas se sienten, a veces, como si
estuvieran atrapadas en medio entre la vida y la muerte. Esto es importante: se
siente así, atrapadas entre la vida y la muerte. Son realidades que no podemos
remover, por muy dolorosas que sean. El testimonio de los sobrevivientes
representa una herida abierta en el cuerpo de Cristo que es la Iglesia. Los
exhorto a trabajar diligentemente y valientemente para dar a conocer estas
heridas, a buscar a quienes las padecen y a reconocer en estas personas el
testimonio de nuestro Salvador sufriente.
Dentro
del Dicasterio para la Doctrina de la Fe
Recordando la Constitución Apostólica Praedicate
Evangelium, Francisco habla del paso de la Comisión al Dicasterio para la
Doctrina de la Fe. "La Comisión para la Protección de Menores está
establecida en el Dicasterio que se ocupa de los abusos sexuales cometidos por
miembros del clero. Al mismo tiempo, he distinguido a su dirección y a su
personal, y seguirán relacionándose directamente conmigo a través de su
Presidente Delegado". "Está ahí" - continúa - "porque no se
podía tener un 'comisión satélite' dando vueltas sin estar vinculada al
organigrama. Está ahí, pero con un presidente propio nombrado por el
Papa".
Tal vez alguien pueda pensar que esta colocación
podría poner en peligro su libertad de pensamiento y de acción, o quizás
restarle importancia a los asuntos de los que se ocupan. Esa no es mi intención
y no es mi expectativa. Y los invito a estar atentos para que esto no ocurra.
Por ello, Francisco los insta a proponer "los
métodos mejores para que la Iglesia proteja a los menores y a las personas
vulnerables y ayude a los sobrevivientes a curarse, teniendo en cuenta que la
justicia y la prevención son complementarias".
Los
"buenos frutos"
Un nuevo comienzo, pues, para que "la protección
y el cuidado de las personas que han sufrido abusos se convierta en norma en
todos los ámbitos de la vida de la Iglesia". La colaboración con otros
dicasterios es el camino del enriquecimiento, es dar "aplicación concreta
al deber de la Iglesia de proteger" a las personas en su dignidad y
vulnerabilidad.
Las semillas que han sido sembradas están empezando a
dar buenos frutos. La incidencia de los abusos a menores por parte del clero ha
evidenciado una disminución por diversos años en aquellas partes del mundo
donde se dispone de datos y recursos fiables.
El Papa pide un informe anual sobre las iniciativas de
la Iglesia para la protección de los menores y de los adultos vulnerables; un
informe "fiable" y transparente para hacer un balance del camino emprendido
y de las cosas que hay que cambiar. "Espero", subraya, "que
proporcione una información clara sobre nuestros progresos en este empeño. Si
no hubiera progresos, los fieles seguirían perdiendo confianza en sus pastores,
haciendo cada vez más difícil el anuncio y el testimonio del Evangelio".
Por BENEDETTA
CAPELLI/Vatican News
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