DIEZ AÑOS DE CÁRCEL A JEANINE ÁÑEZ, LA EXPRESIDENTE DE FACTO DE BOLIVIA
LA PAZ, Bolivia (11 Junio 2022).- La expresidenta de facto de Bolivia, Jeanine Áñez, fue condenada hoy a 10 años de prisión luego de que un tribunal la encontrara culpable de los delitos de incumplimiento de deberes y resoluciones contrarias a la Constitución, en el marco del golpe de Estado que sufrió el expresidente Evo Morales en noviembre de 2019.
De esta forma culminó el primer juicio en contra de
Áñez, quien se encuentra en prisión domiciliaria desde el año pasado y que,
además, enfrentará otros procesos judiciales en los que se le imputan crímenes
de lesa humanidad.
El proceso se llevó a cabo luego de una serie de
retrasos, ya que debía comenzar el pasado 10 de febrero, pero fue suspendido en
varias ocasiones por complicaciones técnicas, ya que debido a la pandemia se
realizó vía remota, y por las constantes impugnaciones de los abogados de Áñez.
Finalmente, el juicio pudo comenzar el pasado 6 de
junio en medio de una amplia expectativa, y con protestas permanentes en las
puertas del Tribunal.
Áñez intentó por todos los medios suspender las
audiencias, sobre todo por supuestos problemas de salud. Realizó huelgas de
hambre, se descompensó, fue trasladada al hospital y después afirmó que padecía
estrés, dolores de espalda y ataques de pánico.
Junto con sus abogados, también insistió en que el
juicio era ilegal y solo respondía a una "venganza" del actual
Gobierno. En sus declaraciones proclamó su inocencia, pidió perdón "por
los errores cometidos" y aseguró que asumió como presidenta para
"pacificar al país". Además, se definió como una "presa
política".
La
causa
Áñez protagonizó el juicio bautizado como 'golpe de
Estado II', en el que se le acusó de asumir la presidencia el 12 de noviembre
de 2019 sin cumplir los requisitos institucionales necesarios, apenas un par de
días después de que el expresidente Evo Morales fuera obligado a dimitir.
Entre las múltiples anomalías citadas por la Fiscalía,
destacó el hecho de que Áñez se colocó la banda presidencial en una sesión del
Senado que no contaba con el quórum necesario para validar la ceremonia.
También acusó que, ante la forzada dimisión de
Morales, la presidencia interina debía recaer en un legislador o legisladora
del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), ya que tenían mayoría de
escaños, y no en el bloque opositor del que Áñez formaba parte.
Junto con Áñez fueron juzgados el exjefe del Estado
Mayor Flavio Gustavo Arce; y los excomandantes Pastor Mendieta (Ejército),
Gonzalo Terceros (Fuerza Aérea) y Palmiro Jarjury (Fuerzas Armadas). La lista
de imputados se completó con dos prófugos: el excomandante de la Policía Yuri
Calderón y el excomandante de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman.
Detención y otros juicios
Áñez, quien gobernó el país durante un año a partir de
noviembre de 2019, fue detenida en marzo de 2021, solo cinco meses después de
que Luis Arce, el candidato del MAS, ganara la presidencia en unas elecciones
que representaron el regreso de la democracia en Bolivia.
Desde entonces había dos grandes causas judiciales en
su contra. Una es la llamada 'golpe de Estado I', en la que se le imputan los
delitos de sedición, terrorismo y conspiración, y que está en curso pero
todavía sin llegar a juicio; y 'golpe de Estado II', que fue la que culminó
hoy.
Además de su participación en el derrocamiento de
Morales y su anómala asunción como presidenta, se investigan delitos de lesa
humanidad referidas a las masacres de Sacaba y Senkata que llevaron a cabo las
fuerzas de Seguridad y militares a su cargo durante los primeros días de su
gobierno, y que dejaron un saldo de por lo menos 38 personas asesinadas y
cientos más heridas.
Desde que fue detenida en la cárcel de Miraflores,
ubicada en La Paz, Áñez exigió en varias ocasiones la prisión domiciliaria al
considerar que era víctima de violencia institucional. Sin embargo, las
autoridades bolivianas rechazaron sus peticiones.
Tampoco fue apoyada por la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos (CIDH), organismo que a fines del año pasado rechazó las
medidas cautelares interpuestas por la expresidenta.
"Tienes sangre en tus manos": Un activista
increpa a Luis Almagro y lo tilda de "asesino" durante un evento en
la Cumbre de las Américas
"Tienes sangre en tus manos": Un activista
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la Cumbre de las Américas
Antes y durante el juicio, Áñez desacreditó las
investigaciones. Sin reconocer jamás el golpe de Estado, insistió en que solo
se pretendía "borrar la historia" del "fraude" de Morales
para llevar a cabo un "juicio ilegal" en contra de "defensores
de la democracia, de la justicia y de la libertad".
Incluso llegó a señalar que asumió la presidencia
"sin pedirlo, sin buscarlo y mucho menos esperarlo", y consideró que
actualmente Bolivia parecía un país de "una época medieval y
totalitaria" y con "presos políticos", condición que no le fue
reconocida por ningún organismo nacional ni internacional.
Los únicos que la apoyaron fueron 21 expresidentes de
derecha de América Latina y de España que consideraron que su detención era
arbitraria.
"La expresidenta tiene derecho a gozar de un
juicio en libertad, del debido proceso y de una tutela judicial efectiva",
señalaron en una misiva los expresidentes Mauricio Macri (Argentina); Álvaro
Uribe y Andrés Pastrana (Colombia), José María Aznar (España); y Vicente Fox y
Felipe Calderón (México), entre otros.
Pero no sirvió ni para interrumpir el proceso, ni para
evitar la primera condena en su contra.
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