PAPA FRANCISCO: "DE LA CRISIS NO SE SALE SOLO, SE SALE ARRIESGANDO Y TOMANDO AL OTRO DE LA MANO”

CIUDAD DEL VATICANO (1 Julio 2022).- Puertas afuera, el calor abrasador no parece desanimar a los miles de turistas que, a pleno sol, comparten largas filas para ingresar al Vaticano. 


A unos pocos metros, en Santa Marta, su abultada agenda se cumple paso a paso. Algún que otro movimiento parece anunciar que está por llegar. Francisco, su Santidad, el Papa argentino, uno de los líderes que hoy marca la agenda social y política del mundo, viene caminando con una sonrisa radiante. Se lo nota recuperado. Consciente de todas las transformaciones instrumentadas durante sus nueve años de papado y con una mirada a largo plazo acerca del futuro de  la humanidad, de la fe y de la necesidad de respuestas nuevas. Al ingresar juntos al salón, en el que todo está dispuesto para una histórica entrevista con la Agencia Nacional de Noticias Télam, que transcurrirá durante una hora y media, sé que en esta tarde de junio estoy viviendo un momento excepcional y único.


Francisco, usted fue una de las voces más importantes en un período de muchísima soledad y miedo en el mundo, durante la pandemia. Supo catalogarla como las limitaciones de un mundo en crisis en lo económico, social y político. Y en ese momento dijo una frase: “nunca se sale de igual de una crisis, se sale mejor o se sale peor”. ¿Cómo cree que estamos saliendo? ¿Hacia dónde nos dirigimos?.


No me está gustando. En algunos sectores se ha crecido, pero en general no me gusta porque se ha vuelto selectivo. Fijate, el solo hecho de que África no tenga las vacunas o tenga las mínimas dosis quiere decir que la salvación de la enfermedad también fue dosificada por otros intereses. Que África esté tan necesitada de vacunas indica que algo no funcionó. Cuando digo que nunca se sale igual, es porque la crisis necesariamente te cambia. Más aún, las crisis son momentos de la vida donde uno da un paso adelante. Está la crisis de la adolescencia, la de la mayoría de edad, la de los 40.  La vida te va marcando etapas con las crisis. Porque la crisis te pone en movimiento, te hace bailar. Y uno tiene que saber asumirlas, porque si no lo hacés las transformás en conflicto. Y el conflicto es algo cerrado, busca la solución dentro de sí y se destruye a sí mismo. En cambio, la crisis es necesariamente abierta, te hace crecer. Una de las cosas más serias en la vida es saber vivir una crisis, no con amargura. Bueno, ¿cómo vivimos la crisis? Cada uno lo hizo como pudo. Hubo héroes, puedo hablar de lo que acá tenía más cerca: los médicos, enfermeros, enfermeras, curas, monjas, laicos, laicas que realmente dieron la vida. Algunos murieron.



Por BERNARDA LLORENTE/Vatican News


 





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