OBISPOS HAITIANOS AL MUNDO: "ESCUCHEN EL GRITO DE NUESTRO PUEBLO, ESTAMOS EN MEDIO DE UNA CATÁSTROFE HUMANITARIA, HAY QUE HACER ALGO Y CUANTO ANTES"
PUERTO PRÍNCIPE, Haití (19 Septiembre 2022).- En una nota publicada hace unos días, expresaron su consternación por la situación del país caribeño, donde faltan productos de primera necesidad y se han producido numerosos saqueos y episodios de violencia. "Es un momento grave, estamos en medio de una catástrofe humanitaria. Hay que hacer algo, y cuanto antes".
Dolor y preocupación, pero también determinación para
llevar a cabo la misión a la que están llamadas las personas consagradas. Así
lo ha reafirmado la Conferencia de Religiosos de Haití (CRH) en una nota
publicada tras los actos de violencia de los últimos días, ocurridos en
particular en las diócesis de Cayes, Gonaïves y Fort-Liberté, más precisamente
en Ouanaminthe. Algunos grupos de hombres también han atacado a Cáritas, los
locales de la comunidad de San José de la Aparición en Pravil, la escuela que
acoge a los alumnos de los grupos más vulnerables, pero también el centro
textil que las religiosas habían empezado a gestionar. Una larga lista de
asaltos y vandalismo.
“Una vez más, la CDH – se lee en el texto – condena
con todas sus fuerzas estos actos de violencia sin precedentes y aleatorios,
vengan de donde vengan, y exige que las autoridades estatales asuman sus
responsabilidades y hagan todo lo posible para proteger vidas y bienes".
Una petición que ya había llegado de los Obispos de Haití en las últimas
semanas. “Seguiremos – aseguran – trabajando incansablemente a su lado contra
la miseria, la ignorancia, la inseguridad, la violencia absurda y a favor de la
justicia social y el desarrollo integral”.
Junto
a los más vulnerables
Portadores de los más diversos carismas, los
religiosos reafirman su voluntad de comprometerse "a favor de los más
pobres, de los niños, de los jóvenes, de los enfermos, de los refugiados, de
los emigrantes, de los repatriados, de los abandonados, en fin, de las personas
en situación de gran vulnerabilidad, para que "venga su reino", según
la misión que hemos recibido del Señor". El llamamiento es a la responsabilidad,
al compromiso con una solución pacífica de la crisis, pero también a que las
Conferencias de Religiosos y las Conferencias de Obispos Católicos de todo el
mundo escuchen "el lamento de nuestro pueblo".
"Nuestro pueblo clama por el derecho a vivir con
dignidad. Su legítimo clamor debe ser escuchado. Es un momento grave, estamos
en medio de una catástrofe humanitaria. Hay que hacer algo, y cuanto antes. El
pueblo está cansado de contar sus muertos y ya no puede permitirse vivir con
dignidad".
En
la oración
Fortalecidos por la esperanza del anuncio, los
religiosos invitan a rezar por Haití para resolver esta crisis sin precedentes,
"a dedicar una hora de adoración ante el Santísimo Sacramento cada día en
comunidad para rezar y suplicar al Señor que venga en ayuda de su pueblo en
apuros". Mientras tanto, la jornada de ayer fue más tranquila que las
violentas manifestaciones que pedían la dimisión del Primer Ministro Ariel
Henry y la subida del precio del combustible. El problema de la distribución de
agua potable en todo el país persiste, especialmente en la región metropolitana
de Puerto Príncipe.
Por
BENEDETTA CAPELLI/Vatican News
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