MÁS DE CIEN MUERTOS DEJÓ EL HURACÁN IAN A SU PASO POR EL CARIBE
TALLAHASSEE, Florida (7 Octubre 2022).- Peces en estado de putrefacción y basura por las calles de la Isla Sanibel. En tierra firme, los escombros de las casas destruidas se apilan sobre un canal. Los enormes barcos camaroneros yacen entre los restos de un campamento para casas rodantes.
"Hagan de cuenta que es una esfera de Navidad.
Levántenla y agítenla. Eso fue lo que sucedió", comentó Fred Szott.
Durante los últimos tres días, él y su esposa Joyce
han viajado hacia su casa rodante destruida en Fort Myers para realizar labores
de limpieza después de que el huracán Ian azotó la costa oeste de Florida.
En cuanto a las turbulencias emocionales, "te
aguantas, o te pierdes".
La cifra de fallecimientos relacionados con la
tormenta ascendió a por lo menos 101 en los ocho días desde que el ciclón tocó
tierra en el suroeste de Florida, donde se han registrado 92 decesos, según
reportes de la Comisión de Médicos Forenses del estado. Además, se han
reportado cinco muertes en Carolina del Norte, tres en Cuba y una en Virginia.
Ian es la segunda tormenta más mortífera en impactar
Estados Unidos continental en lo que va del siglo, solo detrás del huracán
Katrina, que cobró alrededor de 1m800 vidas en 2005. El huracán más letal en
llegar a costas estadounidenses fue el gran huracán de Galveston de 1900, que
causó alrededor de 8,000 fallecimientos.
A poca distancia de la costa, los residentes de las
devastadas islas barrera de Florida también están regresando para evaluar los
daños que sufrieron sus casas y negocios, a pesar de que el acceso sigue siendo
limitado en algunas zonas. Pamela Brislin llegó en bote para ver qué podía
rescatar.
Brislin permaneció en su casa durante el paso del
huracán, pero lo que le atormenta es lo que sucedió después. Cuando fue a ver
cómo estaba su vecina, la encontró llorando. Su esposo había fallecido y su
cuerpo quedó tendido sobre una mesa de jardín hasta que pudo llegar la ayuda.
La casa de otro vecino se incendió. Las llamas eran tan grandes que obligaron a
Breslin a hacer lo que el huracán no pudo: Huir con su esposo y el perro de un
vecino.
Ian, un huracán de categoría 4 con vientos sostenidos
de 150 mph, desató lluvias torrenciales y causó inundaciones y daños extensos.
El diluvio convirtió las calles en ríos. Los canales se desbordaron hacia los
vecindarios, en algunos puntos por más de 12 pies, arrojando botes hacia los
patios y caminos. Las playas desaparecieron y las marejadas movieron la costa
tierra adentro.
Las autoridades calculan que la tormenta causó daños
por miles de millones de dólares.
La carretera elevada que conduce a la Isla Sanibel
podría no ser transitable hasta fin de mes. Las autoridades locales habían
ordenado un toque de queda total después del paso de la tormenta para permitir
que los equipos de búsqueda y rescate llevaran a cabo sus labores. Eso
significó que los residentes que evacuaron la isla, técnicamente, tenían
prohibido regresar.
Pero la ciudad de alrededor de 7,000 habitantes comenzó
a permitir el regreso de los residentes entre las 7 de la mañana y las 7 de la
noche el miércoles. Durante una transmisión en Facebook Live, el administrador
de la ciudad, Dana Souza, le dijo a la población que desearía que la
municipalidad tuviera los recursos para brindar transporte, pero, por el
momento, los residentes tendrían que organizar sus visitas en embarcaciones
privadas.
Pero la isla también fue duramente golpeada por la
tormenta.
La casa de Cindy Bickford seguía de pie. La mayor
parte de los daños fueron a causa de las inundaciones, que dejaron una espesa
capa de fango en sus pisos. Tiene esperanzas de poder rescatar una buena parte.
"Desmontaremos la casa para poder vivir en
ella", dijo Bickford, quien llevaba puesta una camiseta con la leyenda:
"Relájate. Refréscate. Renuévate".
"No nos preocupan nuestras cosas, sino la
comunidad. La Isla Pine es muy unida", dijo Bickford, quien el jueves visitó
por primera vez su casa.
Durante una conferencia de prensa desde el poblado de
Nokomis, en el condado de Sarasota, el gobernador de Florida, Ron DeSantis,
elogió la restauración del agua corriente en la zona afectada por la tormenta y
las labores para restaurar el servicio eléctrico. Alrededor de 185,000 clientes
seguían sin luz. Más de 2.6 millones se quedaron sin el servicio en toda la
entidad en un momento dado a causa del meteoro.
DeSantis dijo que los rescatistas han llevado a cabo
alrededor de 2,500 misiones, en especial en las islas barrera de la costa este
del estado, así como en zonas tierra adentro que han registrado inundaciones
severas. Se han realizado inspecciones en más de 90,000 estructuras en busca de
sobrevivientes, puntualizó.
Dijo que los residentes de las zonas devastadas por el
huracán han mostrado una gran fortaleza en las últimas semanas.
El presidente Joe Biden recorrió algunas de las áreas
afectadas el miércoles, sobrevolando la zona en helicóptero y luego realizando
un recorrido a pie junto a DeSantis. El mandatario demócrata y el gobernador
republicano prometieron dejar de lado sus rivalidades políticas para ayudar con
la reconstrucción de casas, negocios y vidas. Durante una reunión con
funcionarios locales, Biden enfatizó que las labores podrían tomar años.
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