"MIRADA HUMILDE PARA VER EN EL OTRO A MI HERMANO": EL LLAMADO DEL PAPA FRANCISCO A LA CETESIMUS ANNUS
CIUDAD DEL VATICANO (8 Octubre 2022).- Con una mirada humilde que ve al otro como tu hermano, y respeta su dignidad es como se podrá luchar contra los males de la especulación actual que alimentan los vientos de guerra, dijo el Papa a la Centesimus Annus. “No despreciar a nadie es el estilo de todo pacificador”.
Significa un crecimiento inclusivo. Porque “todo viene
de cómo uno se ve. La mirada de Jesús supo ver en los pobres que ponían dos
céntimos en la caja de las ofrendas en el Templo un gesto de donación total
(cf. Mc 12,41-44)”. La mirada de Jesús, dijo el Pontífice, partía de la
misericordia y la compasión por los pobres y excluidos.
Francisco recordó que la pobreza no se combate con el
asistencialismo. Dar dinero a los pobres es resolver un problema temporal, para
afrontar emergencias, pero para que tengan una vida digna, sólo lo lograrán con
un trabajo. Debemos comprometernos todos, afirmó, a aumentar las políticas
laborales para los más frágiles, de lo contrario, fomentamos una cultura
mundial del despilfarro.
Leer
desde adentro la doctrina social de la Iglesia
El Papa agradeció a los participantes en el congreso
de la Fundación Centesimus Annus Pro Pontifice, por su aportación a la doctrina
social de la Iglesia, en particular, porque contribuyen en su difusión y
entendimiento. Además, porque, al profundizar en ella, “leen ‘desde dentro’ del
complejo mundo económico y social, y por tanto pueden contrastar continuamente
esa doctrina con la realidad, una realidad que siempre está en movimiento”.
Los participantes están afrontando el tema del "Crecimiento
inclusivo para erradicar la pobreza y promover el desarrollo sostenible para la
paz". Para el Papa la expresión clave es la inicial: "crecimiento
inclusivo".
“Me recuerda a la Populorum Progressio de San Pablo
VI, donde afirma: "El desarrollo no se reduce al mero crecimiento
económico. Para que sea un auténtico desarrollo, debe ser integral, lo que
significa que está orientado a la promoción de cada hombre y de todo el
hombre" (nº 14). Por lo tanto, el desarrollo es inclusivo o no es
desarrollo”.
Fermentar
la realidad económica en un sentido ético
A partir de allí, les afirmó, inicia la tarea de la
fundación, como laicos, deben
"fermentar" la realidad económica en un sentido ético, el
crecimiento en el sentido del desarrollo. Y lo intentan, partiendo de la visión
del Evangelio. Porque todo surge de la forma en que se mira la realidad.
El crecimiento inclusivo es no despreciar “nunca a
nadie” incluso en los momentos históricos más desesperados, como la Depresión
que se sufrió en la época anterior a la caída de la bolsa. Porque “todo viene
de cómo uno se ve. La mirada de Jesús supo ver en los pobres que ponían dos
céntimos en la caja de las ofrendas en el Templo un gesto de donación total
(cf. Mc 12,41-44)”. La mirada de Jesús, dijo el Papa, partía de la misericordia
y la compasión por los pobres y excluidos.
Una
nueva mirada: no despreciar nunca a nadie
Por eso, dijo Francisco, el futuro exige una nueva
mirada, y cada uno, a su pequeña manera, está llamado a ser promotor de esta
forma diferente de ver el mundo, a partir de las personas y situaciones que
vive en la vida cotidiana. “No despreciar nunca a nadie", es para el Papa
una buena indicación para todos.
“Todos somos hermanos, y si soy el dueño de una
empresa, eso no me da derecho a despreciar a mis empleados. Si soy el director
general de un banco, no debo olvidar que cada persona debe ser tratada con
respeto y cuidado”.
La
pobreza no se combate con el asistencialismo
Porque para el Pontífice, el crecimiento inclusivo
encuentra su punto de partida en una mirada no replegada sobre sí misma, libre
de la búsqueda de la maximización del beneficio. La pobreza no se combate con
el asistencialismo:
“Como ya dije en Laudato si', "ayudar a los
pobres con dinero debe ser siempre un remedio temporal para hacer frente a las
emergencias. El verdadero objetivo debe ser permitirles llevar una vida digna a
través del trabajo" (nº 128). Sin el compromiso de todos para hacer crecer
las políticas laborales para los más frágiles, fomentamos una cultura mundial
del despilfarro. He tratado de explicar esta convicción también en el primer
capítulo de la Encíclica "Fratelli tutti", donde, entre otras cosas,
se recuerda que "la riqueza ha aumentado, pero sin equidad, y así sucede
que nace una nueva pobreza" (n. 21).
Una
mirada humilde hacia tu hermano
Al final de su discurso, recomendó a la fundación a
convertir las importantes reflexiones de estos días en una conversión de la
mirada. La mirada humilde, dijo, de quien ve en cada hombre y mujer que
encuentra a un hermano cuya dignidad debe ser respetada, antes de ser
posiblemente un cliente con quien hacer negocios:
“Sólo con esta mirada podremos luchar contra los males
de la especulación actual que alimentan los vientos de guerra. No despreciar a
nadie es el estilo de todo pacificador”.
Por PATRICIA
YNESTROZA/Vatican News
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