RUSIA INICIA LA EVACUACIÓN DE LOS CIVILES DE LA REGIÓN DE JERSÓN ANTE LA SITUACIÓN "DIFÍCIL" DE SUS TROPAS

JÀRKOV (19 Octubre 2022).- Un mensaje de texto llegó esta misma mañana a los habitantes de cuatro grandes ciudades, incluyendo la capital, del óblast (región) de Jersón. El SMS pide a la población que tome uno de los barcos de evacuación que viajan a la orilla derecha del río Dnipro (Dnieper, en ruso). A primera hora ya había una cola de más de mil personas esperando. Muchos de ellos tiran de maletas, niños, perros y gatos. Las autoridades rusas aún no saben dónde van a realojar a tanta gente, pero se les informará "en las próximas horas".

Esta ciudad, la primera que cayó en manos de las tropas de la Z a los pocos días de comenzar la invasión y la única capital de región que han conseguido conquistar, ha sido ilegalmente anexionada a Rusia. Es decir, el avance ucraniano ya es por territorio que Moscú considera parte de Rusia. Esta decisión de evacuar se produce tras alegar la administración ocupante que Ucrania pensaba bombardear la presa situada más al norte, y que eso podía provocar peligrosas inundaciones. Pero geográficamente los expertos señalan que estas inundaciones se producirían en la orilla opuesta del río. Es decir, hay otras razones.

Mapa situacion Ucrania 19 octubre

El gobernador prorruso de Jersón, Kirill Stremousov, habló hoy de situación "en calma" en las calles de la capital pero Rusia puede querer evitar un escenario de combate callejero en una ciudad llena de civiles, muchos de ellos prorrusos o llegados de Rusia, ya que decenas de miles de ciudadanos proucranianos han huido a otras zonas del país. El nuevo comandante de las fuerzas de Moscú en UcraniaSergei Surovikin, apodado en Kiev "el carnicero de Alepo", concedió ayer una entrevista en la que se mostró pesimista sobre el destino de las posesiones rusas al oeste del río Dnipro. "La situación es difícil. El enemigo está decidido a bombardear las infraestructuras y los edificios residenciales de Jersón. Haremos lo que requiera el contexto en cada momento, sin excluir ninguna opción".

El comandante de las fuerzas de Moscú en Ucrania, Sergei Surovikin.
El comandante de las fuerzas de Moscú en Ucrania, Sergei Surovikin.EFE

Lo que está admitiendo entre líneas es la dura realidad que sufren las tropas rusas al otro lado del río Dnipro: los sistemas de misiles Himars en manos de Ucrania atacan la logística y han inutilizado los dos puentes que unen las dos orillas, impidiendo el paso de los vehículos pesados como camiones y blindados. Además, también han hundido varios pontones que los rusos intentaron establecer entre ambas orillas. La única manera de cruzar es hacerlo en ferry, y sigue siendo un enorme riesgo, porque supone un transporte lento bajo el fuego de estos cohetes. Es decir, la guarnición de Jersón, que incluye algunas de las mejores tropas rusas, está parcialmente aislada del resto del territorio ruso y puede ser embolsada.

Ucrania ha arrebatado ya cientos de kilómetros cuadrados avanzando desde el sur de la provincia de Krivig Rig, mientras que también salta de aldea en aldea desde el territorio de Mikolayev. Ayer mismo, las tropas ucranianas mostraban una foto en la que se ven un grupo de sus soldados retratados bajo las señales de tráfico del óblast de Jersón. Es decir, están a unos 15 kilómetros de la ciudad y muy cerca ya de su aeropuerto, una de las bases rusas más bombardeadas.

La decisión de sacar a los civiles puede anteceder una retirada también militar, pero aún es pronto para saberlo. Según algunos expertos, parece una decisión sensata, probablemente una de las primeras que toma Moscú en esta guerra. Putin quería mantener la ciudad hasta el último hombre, según decían fuentes del Kremlin, pero el general Sergei Surovikin quizá prefiera salvar todas esas tropas para usarlas en otras zonas ahora más comprometidas, como el norte de Lugansk, aprovechando que el río Dnipro, una vez que lo crucen de vuelta, hará de frontera natural para evitar los avances ucranianos una vez pierda Rusia su orilla oeste.

Si Rusia fuera obligada a evacuar sus soldados igual que hace con los civiles también supondría otro golpe a la moral rusa, y una nueva derrota de Putin y sus objetivos políticos. Pero la opción de permanecer defendiendo esa posición con problemas para abastecerse y municionar, bajo la artillería ucraniana, no parece muy sólida a medio o largo plazo. Mantener Jersón para los rusos supone hoy un enorme sacrificio que quizá ese ejército no pueda realizar a estas alturas.



Por ALBERTO ROJAS/El Mundo

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