¡BENEDICTO! ¡BENEDICTO! "MAESTRO DE CATEQUESIS", PROCLAMA EL PAPA FRANCISCO EN AUDIENCIA GENERAL
CIUDAD DEL VATICANO (4 Enero 2023).- En la primera audiencia general del 2023 el Papa concluyó su ciclo de catequesis sobre el discernimiento y antes de iniciar su reflexión dedicó palabras especiales a Benedicto XVI: "Su pensamiento agudo y educado no era autorreferencial, sino eclesial, porque siempre quiso acompañarnos al encuentro con Jesús”.
El Pontífice exhortó una vez más seguir rezando por el pueblo ucraniano que tanto sufre
Antes de comenzar la primera catequesis del 2023, el
Papa Francisco dirigió su pensamiento a Benedicto XVI, a quien rinden homenaje
miles de fieles, a poca distancia del Aula Pablo VI:
Su pensamiento agudo y educado no era
autorreferencial, sino eclesial, porque siempre quiso acompañarnos al encuentro
con Jesús. Jesús, el Crucificado resucitado, el Viviente y el Señor, fue la
meta a la que nos condujo el Papa Benedicto, llevándonos de la mano. Que nos
ayude a redescubrir en Cristo la alegría de creer y la esperanza de vivir.
En la audiencia general del primer miércoles de enero,
Francisco concluyó el ciclo dedicado al tema del discernimiento, completando el
discurso “sobre las ayudas que pueden y deben sostenerlo”, entre las que
destaca el “acompañamiento espiritual importante en primer lugar para el
conocimiento de uno mismo, que hemos visto que es una condición indispensable
para el discernimiento”.
El
Papa señala que es esencial ante todo "darse a conocer", incluso en
la propia fragilidad:
Es importante, en primer lugar, darnos a conocer, sin
tener miedo a compartir los aspectos más frágiles, en los que nos descubrimos
más sensibles, débiles o temerosos de ser juzgados. La fragilidad es, en
realidad, nuestra verdadera riqueza, que debemos aprender a respetar y acoger,
porque, ofrecida a Dios, nos hace capaces de ternura, de misericordia, de amor.
Nos hace humanos. No es casualidad que la primera de las tres tentaciones de
Jesús en el desierto -la relacionada con el hambre- intente robarnos nuestra
fragilidad, presentándonosla como un mal del que hay que deshacerse, un
impedimento para ser como Dios. En cambio, es nuestro tesoro más preciado: de
hecho, Dios, para hacernos semejantes a Él, quiso compartir hasta el final
nuestra fragilidad.
Las
conversaciones clarificadoras y liberadoras de Jesús
Evidenciando que el acompañamiento espiritual “ayuda a
desenmascarar incluso graves malentendidos en nuestra consideración de nosotros
mismos y en nuestra relación con el Señor”, recuerda cuantas veces el Evangelio
relata conversaciones de Jesús, que se convierten en una experiencia de
salvación, de perdón, como es el caso de la samaritana, la de Zaqueo, la de la
mujer pecadora, la de Nicodemo, la de los discípulos de Emaús.
Contar al frente de otra persona lo que hemos vivido o
lo que buscamos ayuda, en primer lugar, a aportar claridad en nuestro interior,
sacando a la luz los muchos pensamientos que nos habitan y que a menudo nos
perturban con sus insistentes estribillos: "Lo he hecho todo mal, no valgo
nada, nadie me comprende, nunca tendré éxito, estoy destinado al fracaso",
etcétera. Pensamientos falsos y venenosos, que la confrontación con los demás
ayuda a desenmascarar, para sentirnos amados y estimados por el Señor por lo
que somos, capaces de hacer cosas buenas por Él. Descubrimos con sorpresa
formas distintas de ver las cosas, signos de bondad que siempre han estado
presentes en nosotros.
El Santo Padre subraya a continuación que “quien
acompaña no sustituye al Señor, no hace el trabajo en lugar del acompañado”
sino que "camina a su lado", animándolo a leer lo que se mueve en su
corazón. El acompañamiento - añade el Pontífice - puede ser fructífero si, por
ambas partes, hemos experimentado la filiación y la fraternidad espiritual. Y
para ello es indispensable formar parte de una comunidad itinerante:
Como en el relato evangélico del paralítico, a menudo
somos sostenidos y curados gracias a la fe de otra persona (cf. Mc 2,1-5);
otras veces, somos nosotros quienes asumimos ese compromiso en nombre de un
hermano o una hermana. Sin una experiencia de filiación y fraternidad, el
acompañamiento puede dar lugar a expectativas irreales, malentendidos y formas
de dependencia que dejan a la persona en un estado infantil.
María,
maestra de discernimiento
“La Virgen María es maestra de discernimiento: habla
poco, escucha mucho y guarda su corazón”, afirma el Obispo de Roma. "Y las
pocas veces que habla, deja huella". Siempre señala a Jesús: En el
Evangelio de Juan – evidencia el Papa - hay una frase muy breve pronunciada por
María que es una consigna para los cristianos de todos los tiempos: "Hagan
lo que Él les diga".
Hacer lo que Jesús nos dice. María sabe que el Señor
habla al corazón de cada uno, y nos pide que traduzcamos esta palabra en
acciones y opciones. Ella supo hacerlo mejor que nadie, y de hecho está
presente en los momentos fundamentales de la vida de Jesús, especialmente en la
hora suprema de su muerte en la cruz.
El
arte del discernimiento, don de Dios
“Queridos hermanos y hermanas, el discernimiento es un
arte, - precisa Francisco - un arte que se puede aprender y que tiene sus
propias reglas. Si se aprende bien, permite vivir la experiencia espiritual de
manera cada vez más bella y ordenada. Ante todo, el discernimiento es un don de
Dios, que hay que pedir siempre, sin presumir nunca de experto y
autosuficiente”.
El Papa concluye con una exhortación repetida varias
veces en el Evangelio: "¡No tengan miedo! Si confiamos en Su palabra,
jugaremos bien el juego de la vida, y podremos ayudar a los demás".
Francisco se remite finalmente a una frase que el Evangelio nos recuerda
constantemente: "No temas". “’¡No temas!’, nos repite el Señor
también a nosotros: si confiamos en su palabra, jugaremos bien el juego de la
vida, y podremos ayudar a los demás”.
¡Quien
cree nunca está solo!
Tras la catequesis, saludando a los peregrinos de
lengua alemana, el Papa Francisco retomó las palabras "de nuestro querido
difunto Benedicto XVI": "¡Quien cree nunca está solo! Quien tiene a Dios
por Padre tiene muchos hermanos y hermanas. En estos días experimentamos de
manera especial cuán universal es esta comunidad de fe y que no termina ni
siquiera con la muerte".
Como
los magos de Oriente, caminar con confianza hacia Jesús
Dirigiéndose a los peregrinos de lengua española el
Papa Francisco recordó la próxima fiesta de la Epifanía: "Pidamos a la
Virgen María, maestra de discernimiento, que nos ayude a crecer en la vida
interior y a caminar, como los magos de Oriente, confiando en las mediaciones
que nos guían hacia su Hijo Jesús".
No
nos cansemos de rezar por el pueblo ucraniano
Por último, el Pontífice exhortó a todos a
"perseverar en la cercanía afectuosa y solidaria con el martirizado pueblo
ucraniano, que tanto sufre, invocando para él el don de la paz". "No
nos cansemos de rezar. El pueblo ucraniano sufre - añadió sin texto - los niños
ucranianos sufren". Tras la bendición apostólica precedida del Padre
Nuestro en latín, un grito compartido por muchos fieles resonó en el Aula Pablo
VI: ¡Benedicto! ¡Benedicto!
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