AUMENTA A MÁS DE DOS MIL 700 LAS MUERTES OCASIONADAS POR UN TERREMOTO QUE GOLPEA EL SUDESTE DE TURQUÍA Y SIRIA

ESTAMBUL (6 Febrero 2023).- Un poderoso terremoto de magnitud 7,8 sacudió amplias franjas de Turquía y Siria la madrugada del lunes, derribando cientos de edificios y matando a más de 2.700 personas . Se creía que cientos seguían atrapados bajo los escombros, y se esperaba que el número de víctimas aumentara a medida que los rescatistas buscaban montones de escombros en ciudades y pueblos de la zona.

En ambos lados de la frontera, los residentes despertados por el terremoto antes del amanecer salieron corriendo en una noche fría, lluviosa y con nieve. Los edificios quedaron reducidos a montones de pisos panquecados, y grandes réplicas o nuevos terremotos, incluido uno casi tan fuerte como el primero, continuaron sacudiendo la región.

Una serie de terremotos ha sacudido esta madrugada el sudeste de Turquía y el norte de Siria.
Solo en Turquía se contabilizan 1.014 fallecidos y más de 5.000 heridos, según el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que estima en 2.824 el número de edificios que se han derrumbado. Habría, por tanto, miles de víctimas atrapadas bajo los escombros, a las que intentan acceder los equipos de rescate. 

Mientras tanto, en Siria, los fallecidos serían más de 500 y los heridos, más de un millar, la mayoría en las provincias del noroeste: 371 en Alepo, Hama, Latakia y Tartús, controladas por el gobierno y 212, en Idlib, bajo control rebelde, donde también hay más de 400 heridos.

Unos 9.000 rescatistas están trabajando a pleno rendimiento en diez provincias turcas y se teme que el alcance de la destrucción sea mucho mayor. "Todos están poniendo su corazón y alma en los esfuerzos, aunque la temporada de invierno, el clima frío y que el terremoto ocurriera en plena noche complican la situación", aseguró Erdogan. Las primeras imágenes de edificios derrumbados en ciudades como Diyarbakir hacen temer un balance mucho más terrible. El terremoto de entre 7,4 y 7,9 grados en la escala de Richter, con epicentro en el sudeste de Turquía, se ha sentido también en Líbano, Chipre o El Cairo. En Damasco, mucha gente salió a la calle a las 4.17 horas de la madrugada, atemorizada por los temblores.

Más de 2.000 derrumbes

En una sola provincia turca, Malatya, se han contabilizado 140 edificios hundidos

En la provincia turca de Urfa se ha informado sobre del derrumbe de 19 edificios, con un balance preliminar de 18 muertos. En Osmaniye se habla de 34 edificios desmoronados y 7 muertos. En Malatya, unos 130 edificios quedaron destruidos, dejando un centenar de heridos y 23 muertos, en Adiyaman se han contabilizado hasta el momento 28 muertos, a lo que se suman seis fallecidos en Diyarbakir, a 250 kilómetros al este del epicentro.

Los equipos de rescate intentan llegar a los residentes atrapados en un edificio derrumbado tras el terremoto en Diyarbakir, sureste de Turquía

Los equipos de rescate intentan llegar a los residentes atrapados en un edificio derrumbado tras el terremoto en Diyarbakir, sureste de Turquía AP

Un bombero lleva a un niño herido lejos de los escombros de un edificio afectado por el terremoto en Azaz, Siria, controlada por los rebeldes

Sin embargo, todavía son escasos los datos sobre las dos provincias más afectadas, Kahramanmaras (epicentro del seísmo) y Gaziantep, lo que hace temer que estemos ante el peor terremoto en Turquía desde por lo menos el de Izmit en 1999, que dejó miles de muertos. Desde Gaziantep, un fotógrafo contactado por La Vanguardia, Samer, confiesa estar "en la calle en pijama", a tres grados de temperatura, sin poder volver a su casa, ya que el edificio se ha hundido parcialmente.

El ministro del Interior turco, Suleyman Soylu, ha emitido el grado 4 del estado de alarma, que incluye la solicitud de ayuda internacional. Una dificultad adicional para las operaciones de rescate es que las autoridades se han visto obligadas a cerrar los aeropuertos de las zonas más afectadas, en Kahramanmaras, Gaziantep y Hatay. En todo caso, Rusia dice tener dos aviones con un centenar de rescatadores listos para el despegue, mientras que Azerbaiyán habría enviado ya un equipo de más de doscientos.

Desde la misma Turquía, 950 voluntarios se han concentrado en los aeropuertos de Estambul y 450 en Antalya, para su envío a la zona de emergencia, registrándose números apreciables aunque inferiores en otras ciudades. Más preocupante es la situación en Siria, por la debilidad del estado, tras más de once años de guerra y sanciones. En ciudades como Alepo, solo parcialmente reconstruidas, nuevos edificios seguían desmoronándose a media mañana.

De acuerdo con Erdogan, 45 países se han ofrecido para ayudar en las tareas de búsqueda y rescate, entre ellos, Estados Unidos o la Unión Europea, así como España, que enviará a la Unidad Militar de Emergencias (UME) y transporte aéreo urgente a la región.

La zona afectada se extiende sobre más de 500 kilómetros en el sur de Anatolia, donde se han registrado la pasada noche temperaturas bajo cero y nevadas. También se sintieron temblores en Irak o Gaza. Italia, por su parte, activó la alerta por tsunami.

Un segundo terremoto de magnitud 7,5 en la escala de Richter sacudió al mediodía el centro este de Turquía, cerca del epicentro del anterior terremoto, que también generó decenas de réplicas y fue de una profundidad de apenas 10 kilómetros (los terremotos poco profundos causan más daños). Se desconocen por el momento las consecuencias. El epicentro de este segundo seísmo fue cerca de la ciudad de Ekinozu, Turquía, también cerca de la ciudad de Gaziantep, en el sureste, que tiene una población de 2 millones de personas y donde las temperaturas del lunes rondaban justo por encima del punto de congelación.

A juzgar por el número de edificios que colapsaron anoche, Erdogan describió la catástrofe como el "mayor desastre" del país desde 1939, cuando un gran terremoto sacudió la provincia oriental de Erzincan. En 1999, un temblor de magnitud similar devastó Izmit y la densamente poblada región oriental del Mar de Mármara, cerca de Estambul, y dejó más de 17.000 muertos.

 

 

JORDI JOAN BAÑOS/La Vanguardia

No hay comentarios.: