DOS AVIONES RUSOS INTERCEPTAN EN EL MAR NEGRO UN DRON ESTADOUNIDENSE QUE FORZÓ LA CAÍDA DEL APARATO NO TRIPULADO
En la grabación, que está editada, se observa que un
caza ruso se acerca al dron, que se encontraba en una misión rutinaria de
observación, y vierte una nube de gas o un líquido (probablemente fuel). El
secretario de Defensa, Austin Lloyd, y otros cargos militares de Estados Unidos
indicaron que esa sustancia era combustible. Luego el caza golpeó la hélice del
MQ-9 Reaper, lo que provocó la caída.
La versión de Rusia es que no hubo colisión y atribuye
el incidente a un error en el manejo del aparato pilotado a distancia. Moscú ha
definido como provocación la operación estadounidense. En los 42 segundos de
imágenes en color del vídeo se observa el vertido. Después, según el Pentágono,
hay un lapsus de 60 segundos sin imágenes (durante los cuales se habría
producido la colisión) e inmediatamente después se puede ver el aparato con la
hélice dañada.
Lloyd calificó el miércoles la conducta de los aviones
rusos de “peligrosa, temeraria y carente de profesionalidad”. Reiteró que
“Estados Unidos va a continuar operando allí donde se lo permita la ley
internacional y corresponde a Rusia que sus aviones se comporten de manera
profesional y segura”. El secretario de Defensas aseguró que ya había hablado
con el ministro homólogo del gobierno de Moscú.
“Nos tomamos muy en serio cualquier escalada y por eso
creo que es tan importante tener abiertas las líneas de comunicación. Es clave
que seamos capaces de coger el teléfono y hablar, porque esto previene
cualquier error de cálculo”, recalcó.
También apuntó a Moscú como el único responsable. De
hecho, pocas horas después de su comparecencia, la NBC informó que tres fuentes
vinculadas a la inteligencia estadounidense habían concluido que los cazas
Su-27 recibieron la orden de proceder al acoso del dron desde el Kremlin.
Pese a que Estados Unidos afirma que seguirán con sus
vuelos de reconocimiento en aguas que consideran internacionales, Rusia asegura
que la zona en la que se produjo el incidente se declaró espacio aéreo ruso
nada más empezar la guerra en febrero de 2022. La zona del incidente está al
lado de Crimea, península que el ejército ruso se anexionó en la primera guerra
de Ucrania, en 2014.
Según el Pentagono, la flota rusa ya ha llegado a la
zona de la colisión y está tratando de recuperar los restos del dron, que se
encontraría a unas 56 millas náuticas al sudoeste de Crimea.
El general Mark Milley, máximo responsable del estado
mayor estadounidense, reconoció que EE.UU. no tenía ningún buque cerca de la
zona, pero matizó que si los había de amigos y aliados que podían ayudar a
recuperar el aparato.
“Sabemos donde cayó y es una zona que puede haber una
profundidad de 1.500 metros, por lo que la operación no es fácil”, dijo Milley.
“Es una de nuestras propiedades, tiene material de inteligencia sensible pero
tomamos medidas de mitigación. Tengo confianza que el valor que pudiera tener,
ya no lo tiene”, subrayó.
Este incidente agrava las relaciones entre los dos
países tras casi trece meses de guerra entre Rusia y Ucrania, invadida por
tropas rusas, y en la que Occidente se ha volcado en la ayuda militar a Kyiv.
“No sé si fue intencionado o no”, terció Milley.
“Sabemos que la conducta agresiva fue intencionada y también que fue poco
profesional y con poca seguridad. Pero hay que ver si la colisión y el contacto
fueron intencionados y es algo que hemos de investigar, no lo sabemos todavía
pero tenemos pruebas del contacto y de la interceptación. Disponemos de vídeo y
fotos”, avanzó.
Por FRANCES PEIRÓN/La Vanguardia
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