MANAGER DOMINICANO ASUME RESPONSABILIDAD DE ELIMINACIÓN DEL EQUIPO ENEL CLÁSICO MUNDIAL DE BÉISBOL
MIAMI (15 Marzo 2023).- El camino de una selección a la que su gerente general Nelson Cruz llegó a describir como un “Equipo Soñado”, y cuyo dirigente Rodney Linares había dicho que cualquier resultado que no fuese ganar el Clásico Mundial sería un fracaso, terminó la noche del miércoles.
Con una
rotación liderada por Sandy Alcántara y Cristian Javier, un bullpen envidiable
y una toletería que totalizaba 19 premios Bate de Plata, la República
Dominicana era considerada unánimemente como una de las grandes favoritas para
ganar el torneo. Avanzar en el Grupo D, aun con la presencia de Puerto Rico y
Venezuela, lucía como una formalidad cuando arrancó la acción en Miami el
sábado.
Cuatro días
después, en un loanDepot Park repleto con 36,025 personas, Linares y sus
muchachos tuvieron que despedirse prematuramente tras caer 5-2 contra Puerto
Rico.
“Sí, de mi
parte sí”, respondió Linares en la rueda de prensa después del partido cuando
le preguntaron si consideraba un fracaso la eliminación en primera vuelta.
“Asumo la responsabilidad del juego y de haber perdido”.
Juan Soto,
el mejor bateador de los dominicanos en todo el torneo, no quiso usar la
palabra fracaso, diciendo: “Al final del día, alguien tiene que ganar y alguien
tiene que perder. Nosotros venimos aquí con la mentalidad, pero no fue lo que
esperábamos. Ellos jugaron buena pelota. Puerto Rico, Venezuela. Jugaron
tremenda pelota y a veces hay que quitarse la gorra y reconocer lo que ellos
han hecho”.
“Fue un
momento impactante”, siguió Soto sobre la eliminación y lo que se vivió en el
clubhouse, sacudido también por la lesión del cerrador puertorriqueño Edwin
Díaz segundos después de terminado el desafío. “Nadie se esperó que en el
primer round nosotros íbamos a terminar así. Pero así fue que Dios lo quiso. Se
dijeron varias palabras, todo el mundo habló”.
La derrota
contra Puerto Rico, en muchos sentidos, fue similar al primer juego ante
Venezuela el sábado, en el que tropezaron 5-1. En ese duelo inicial, la potente
ofensiva de los quisqueyanos dejó a 13 corredores en base y se fue de 12-0 con
corredores en posición anotadora. El miércoles contra el Team Rubio, dieron dos
hits en ocho turnos con gente en posición de anotar y se quedaron siete
anclados en las almohadillas. Dejando un lado los encuentros contra Israel y
Nicaragua, Dominicana hizo tres carreras.
Si bien
Linares mencionó reiteradamente que él asumía la culpa de lo sucedido – “el que
me quiera echar la culpa, que me la eche” – no dejó de lamentarse por esas
oportunidades que no pudo capitalizar su ofensiva.
Particularmente,
se refirió al quinto inning, cuando sus dirigidos llenaron las bases contra
Alexis Díaz, con el corazón del lineup al acecho y el duelo 5-1 a favor de los
boricuas. Pero Manny Machado bateó un rodado para dobleplay, trayendo una carrera,
y Rafael Devers falló con un elevadito a tercera. Lo que parecía un episodio para
mucho, terminó en muy poco.
“Nosotros
tuvimos oportunidades de ganar el juego”, puntualizó Linares. “Teníamos bases
llenas sin outs, el medio del lineup, y no pudimos”.
Lo sucedido
en ese episodio, ofensivamente, fue una radiografía de la toletería de R.D.
Sumando lo ocurrido ante sus dos grandes rivales del Caribe, entre Machado,
Devers, Julio Rodríguez, Eloy Jiménez (inició ante P.R.) y Teóscar Hernández
(comenzó contra Venezuela) se fueron de 32-3 sin carreras remolcadas.
¿Qué pasó?
Linares mencionó tras el desafío ante Venezuela que había notado a su equipo
“ansioso” y que era importante no dejarse dominar por el escenario.
“Yo creo que
no tuvimos ninguna ansiedad, estuvimos siempre batallando”, terció Soto el
miércoles en un primer momento rodeado de varios periodistas a las afueras del
clubhouse. Pero luego sí reconoció que el de Dominicana era “un equipo bien
joven, y a veces las cosas se ponían un poquito rápido”.
Soto tampoco
quiso apuntar hacia Linares: “El dirigente hace su trabajo. Lo mío es jugar
pelota”.
Linares no
encontró, según su análisis, razones para cuestionarse o cosas que habría hecho
distinta.
¿Traer un
emergente por Devers? ¿Bajar a Rodríguez en el orden? ¿Mover la alineación?
“Esos son
los jugadores que tenemos, los jugadores que yo iba a (poner a) jugar. Yo soy
una persona que se basa en los números, en la data, y la data me decía que esos
son los jugadores que tenían que jugar”, ripostó el piloto. “Vuelvo y repito:
yo confiaba, o confío, en los jugadores. Eran los mejores, para mí, en el
momento. Sé que perdimos la serie y nadie está más decepcionado que yo”.
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