EL FONDO MONETARIO INTERNACIONAL SEÑALA A ESPAÑA COMO LA ECONOMÍA MÁS VULNERABLE A LAS SUBIDAS DE TIPOS

WASHINGTON (11 Abril 2023).- España es la economía avanzada cuyo crecimiento es más vulnerable a las subidas de tipos de interés. Así, en solo tres meses -desde enero- sus previsiones de crecimiento para 2024 han caído en cuatro décimas, hasta el 2%, según el informe semestral del Fondo Monetario Internacional (FMI), Perspectivas para la Economía Mundial. 

A cambio, en esos tres meses, el Fondo ha subido el crecimiento del PIB para 2023 en, también, cuatro décimas, hasta el 1,5%.

Las razones de todos esos cambios en un periodo de tiempo tan corto son dos. "Por un lado, hemos visto más fortaleza de lo esperado en la economía española en la segunda mitad del año pasado, lo que se extiende a la primera mitad de éste. Eso explica la revisión al alza", según explica en una entrevista realizada ayer, lunes, a EL MUNDO la vice economista-jefe del Fondo, Petya Koeva-Brooks. "Pero, al mismo tiempo, vemos un crecimiento menor en 2024 debido al impacto del endurecimiento de la política monetaria en la eurozona", concluye Koeva-Brooks, que esta mañana de Washington (tarde de España) ha participado en la rueda de prensa de presentación del informe, en Washington.

Así pues, una parte considerable del crecimiento español en 2023 se deberá, fundamentalmente, a la recuperación post-Covid que marcó el año pasado. Con todo, tal y como Koeva-Brooks destaca, "comparado con los demás grandes países de la UE, el crecimiento de España es más alto". Efectivamente, este año solo Estados Unidos y Canadá se expandirán con más vigor. En 2024, España liderará de nuevo el crecimiento de las grandes economías.

Lo hará, sin embargo, con un magro 2%, que apenas tendrá incidencia en el empleo. España sigue teniendo una tasa de paro permanentemente más alta que la de cualquiera de sus socios y competidores, una situación que lleva dándose desde hace décadas. La inflación en España también irá cayendo gradualmente, aunque no se aproximará al 3% hasta 2025.

En realidad, el FMI cree que el aumento de los precios en el mundo no llegarán a los objetivos de los bancos centrales hasta ese año. Y eso a pesar de que el Perspectivas se ha realizado con una previsión del precio del petróleo inferior en un 24% a la de 2022. Es una estimación que se basa en la que hace el sector privado, y que no incorpora la decisión por sorpresa del cártel de productores de la OPEP+ de recortar la producción en casi 1,2 millones de barriles/día, aunque el Fondo no parece especialmente preocupado por ello.

Otro factor que está contribuyendo a contener la inflación es la moderación salarial, que, en palabras de Koeva-Brooks, "ha permitido que las expectativas de inflación permanecieran 'ancladas'". La clave es que, si los agentes económicos esperan subidas de precios, exigen de manera preventiva salarios mayores, lo que a su vez dispara los precios más. En esta ocasión, eso no está sucediendo.

Las previsiones del FMI para España coinciden en general con las de la institución para todo el mundo, y podrían resumirse en una frase: más riesgos a corto plazo y menos crecimiento a medio plazo. "Las posibilidades de que la economía mundial alcance un 'aterrizaje suave' han caído, aunque el escenario es muy similar al que teníamos. Es un reajuste del análisis de riesgos", concluye Koeva-Brooks. Como dice la 'número dos' del Departamento de estudios del Fondo, "el potencial de que las turbulencias del sector financiero afecten a la economía mundial es motivo de la máxima preocupación".

Si antes remaban en contra de la economía mundial la inflación, la caída del crecimiento de China, el endurecimiento de las políticas monetarias, las tensiones en los mercados de materias primas -sobre todo de alimentos-, la fragmentación geoeconómica derivada de la invasión rusa de Ucrania y de las tensiones entre EEUU y China, y el elevado endeudamiento público y privado que reduce el margen de acción de economías familiares y Estados, ahora hay un problema extra: las tensiones en el sector bancario, ejemplificadas en la crisis de marzo, que acabó con uno de los gigantes de la banca suiza, Credit Suisse.

En un contexto en el que, si esas cifras no se cumplen, será, con casi total certeza - o, al menos, eso cree el Fondo - porque la realidad sea peor de lo esperado. Una reducción del crédito de los bancos debido a las turbulencias financieras podría recortar el crecimiento mundial en tres décimas, hasta el 2,5%. El FMI también ha trazado un escenario extremo, al que solo concede un 15% de posibilidades de que ocurra, en el que se produce una crisis financiera sistémica mundial y el PIB global apenas crece un 1% lo que, dado el crecimiento de la población en la Tierra, equivale a que el PIB per cápita se mantendría estable.

Pero, si el escenario en el corto plazo no ha cambiado -aunque con riesgos a la baja- el problema está en el medio plazo. "Nuestra gran preocupación es que estamos previendo un crecimiento de la economía mundial del 3% dentro de cinco años. Eso es algo que nunca nos había pasado desde que hacemos estos análisis", concluye Koeva-Brooks.

 

 

Por PABLO PARDO/El Mundo.es

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