"NO A LA PRECARIEDAD Y AL TRABAJO EN NEGRO": EL PAPA FRANCISCO
CIUDAD DEL VATICANO (3 Abril 2023).- El Papa recibió en audiencia a los directores del Instituto Nacional de la Seguridad Social y subrayó que el sistema de jubilaciones en Italia es "una forma de welfare que mantiene unidas a las distintas generaciones" demostrando que somos "interdependientes los unos de los otros": hacen falta "políticos sabios, guiados por el criterio de la fraternidad" que no dejen en dificultad a las generaciones futuras derrochando recursos.
En la sociedad actual, que "parece haber perdido
el horizonte de futuro", que "se ha aplanado sobre el presente"
interesándose poco por lo que "pueda suceder a las generaciones
futuras" y en la que preocupan la crisis ecológica y la deuda pública
"cargada sobre los hombros" de los jóvenes, la seguridad social es un
tema "cada vez más actual". Esta es la reflexión que el Papa
Francisco compartió con los directivos del Instituto Nacional de la Seguridad
Social, recibidos en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.
Una experiencia preciosa en Italia, para el Pontífice, la del INPS, que cumple
125 años y que "no todos los países del mundo pueden contar". Una
riqueza, en la Península, que se suma a la de los "oratorios en las parroquias"
y al voluntariado, muy difundido.
Somos
interdependientes unos de otros
Francisco observó que "la seguridad social es una
forma de welfare que mantiene unidas a las distintas generaciones", la
jubilación de un trabajador, de hecho, se sostiene gracias a los años de
servicio que ha prestado, pero también al hecho de que otra persona -
"incluso trabajadores extranjeros que todavía no tienen la ciudadanía
italiana"-, con su actividad, "está pagando concretamente por
ella". Así pues, "el requisito para que la seguridad social
funcione", señala el Papa, es el "fuerte vínculo" que debe
existir "entre las generaciones". Pero también hay que considerar el
problema del invierno demográfico, la falta de relevo generacional puede poner
en dificultad el sistema de seguridad social, razona el Pontífice, donde emerge
sin embargo que "'todo está conectado' y que somos interdependientes los
unos de los otros".
La vida social se sostiene gracias a las redes
comunitarias de solidaridad. El bien común pasa por el trabajo cotidiano de millones
de personas que comparten el principio del vínculo de solidaridad entre los
trabajadores.
Los
tres llamamientos del Papa
Francisco hace tres llamamientos y dice "no al
trabajo en negro", "no al abuso del trabajo precario" y "sí
al trabajo digno". El trabajo no declarado, de hecho, "no permite a
las familias cotizar y acceder al sistema de pensiones", además, explica
el Papa, "distorsiona el mercado laboral y expone a los trabajadores a
formas de explotación e injusticia". En cuanto a la precariedad, Francisco
recomienda que sea "transitoria", porque si se prolonga genera
"desconfianza, favorece el aplazamiento de las opciones de vida de los
jóvenes, aleja la entrada en el sistema de seguridad social y hace aumentar la
no natalidad". Por último, el trabajo debe ser "siempre 'libre,
creativo, participativo y solidario'", añadió Francisco, citando la
Evangelii gaudium.
La previsión social es una forma de participación en
el propio bienestar y en el de los demás. Reservar recursos económicos y
garantizar el acceso a la asistencia sanitaria son bienes preciosos que pueden
mantener unidas las distintas estaciones de la vida.
Lo
malo y lo bueno de la previsión social
Hay una "previsión buena y mala", señala el
Papa, y la Biblia nos muestra ejemplos. La primera es "la de quienes
piensan sólo en sí mismos", como muestra "la parábola evangélica del
avaro que construye almacenes cada vez más grandes para recoger sus
bienes". Pero "quien acumula sólo para sí mismo acaba engañándose",
dice Francisco, "quien se encierra en una falsa seguridad no tiene
futuro". Ese hombre está convencido de que se ha garantizado un futuro
sereno y acomodado, y en cambio Dios le dice que ha llegado su hora, haciéndole
ver que no disfrutaría de lo que había preparado. "La buena previsión, en
cambio, es la del patriarca José -aclara el Papa-, que, convertido en
gobernador de Egipto, tiene cuidado de reservar grano durante los años de
abundancia para afrontar mejor el tiempo del hambre". En la práctica, José
"confía en la Providencia de Dios y la reconoce" y además
"muestra previsión por el bien del pueblo", en definitiva "sabe
mirar hacia adelante" y "cuida de las personas que le han sido
confiadas". Para el Pontífice, pues, la vocación del Inps es "cuidar
de las personas en el futuro".
Necesitamos políticos sabios, guiados por el criterio
de la fraternidad y que sepan discernir entre estación y estación, evitando
malgastar los recursos cuando existen y dejar a las generaciones futuras en una
situación desesperada.
Concluyendo su discurso, Francisco agradeció a los
directores del INPS su servicio "en apoyo de los trabajadores y
trabajadoras", dirigido también a "garantizar la asistencia a los
desempleados y en favor de los enfermos, heridos o ancianos". El deseo del
Papa es que sigan "haciendo concretamente posible el derecho a la
jubilación, y que crezca "en el tejido italiano la cultura del bien común,
de la previsión y de la sostenibilidad, que para ser económica debe ser también
social".
Por TIZIANA
CAMPISI/Vatican News
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