EL ESPAÑOL CARLOS ALCARAZ SE AGIGANTA EN PARÍS Y AVANZA A CUARTOS DE FINAL EN EL ROLAND GARROS
BARCELONA (4 Junio 2023).- Las siete del US Open y ya van cuatro en Roland Garros. Once victorias consecutivas en el Grand Slam adornan ya el 2023 de Carlos Alcaraz. Un año mágico, sin duda, para él y para el tenis español, que sueña despierto con coronarle como heredero de Rafa Nadal. Méritos sigue haciendo el murciano, que ya es cuartofinalista en París después de minimizar con suma facilidad a Lorenzo Musetti.
“He hecho un partido muy completo, desde el primer
hasta el último punto. Estoy muy contento porque era una ronda peligrosa. Con
viento, he jugado muy agresivo”, apuntaba tras su victoria a pregunta de
Fabrice Santoro.
No se presumía el italiano como un rival fácil para el
prodigio de El Palmar. Para empezar, en el único precedente Musetti había
derrotado a Alcaraz en la final de Hamburgo el año pasado. Además, el de
Carrara no había perdido un solo set en todo el torneo. Pero el pasado, pasado
es, y la Philippe-Chatrier acabó asistiendo a una auténtica exhibición de tenis
con ese acento español que tanto les gusta.
Si minutos antes que el murciano saltara a la pista,
Djokovic había volado ante Varillas, sellando su presencia récord número 17 en
cuartos de final de Roland Garros. No quiso ser menos Alcaraz, que firmó el
mismo marcador ante Musetti. Ambos se quedan ya a un sólo paso de verse las
caras en lo que puede ser una semifinal para la leyenda. Pero antes, el serbio
deberá superar a Khachanov en cuartos y el murciano hacer lo propio con Ofner o
Tsitsipás.
De momento, Alcaraz sigue opositando para engrandecer
en la hegemonía española en París con un tenis que endosa una bofetada tras
otra a los rivales. Hasta 42 golpes ganadores impactó contra Musetti, casi
todos con el martillo en que se ha convertido su derecha. “Me siento muy bien.
Los rivales tienen que jugar muy bien para ganarme a cinco sets, tienen que
tener una gran capacidad mental, física y tenística. Yo utilizo esto para estar
más calmado y poder jugar más agresivo”, desvelaba, seguro de sí mismo.
Pareció empezar con dudas Alcaraz, que cedía su primer
servicio a pesar de estrenar el partido con dos aces. Musetti hacía bueno el
break y situaba un 2-0 en el marcador que podía entreabrir la puerta a las
dudas. Pero el murciano no sólo la cerró de golpe, sino que la tapió con
hormigón, creciendo en la pista con unas piernas que parecía del Inspector
Gadget. Llegaba a todo y el italiano, poco a poco, iba cediendo en la moral
ante el huracán que no le paraba de sacudir.
La juventud, ese divino tesoro, permite a Alcaraz
seguir disfrutando del tenis como un niño y eso se nota en la pista. Es capaz
de sudar un punto como nadie, acabar perdiéndolo y soltar una carcajada. Se lo
pasa bomba. Ante Musetti, hasta en un par de puntos perdidos acabó riendo,
feliz porque estaba disfrutando. Poco puede hacer un rival ante tal panorama.
“Intento no pensar en la presión por ser favorito o por ser número uno mientras
juego. Trato de apartar todos esos pensamientos de mi mente, mi objetivo es
disfrutar y sonreír todo el rato, intentar que la gente disfrute”, explicaba,
por supuesto, con una enorme sonrisa presidiendo su rostro.
Saldado el primer set, todo fue cuesta abajo para el
número uno del mundo, que más que velocidad de crucero parecía jugar a
velocidad de Fórmula 1 ante un Musetti al que su bonito revés a una mano, al
más puro estilo Federer, no le funcionaba tan bien como era habitual. Tan
desesperado estaba que hasta se llevó un warning del árbitro por lanzar una
pelota al cielo parisino. No le fue sencillo digerir la derrota, la paliza,
ante Alcaraz pero no le quedaba otra. Ante un gigante es mejor esquivar los
golpes y volver a casa con las menos heridas posibles. Los cuartos de final
eran para el español.
Por LUIS BRUXERES/La Vanguardia
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